El acoso de las fantas¨ªas
En la galer¨ªa Mito, en la calle de Rossell¨®, se inaugur¨® anoche la exposici¨®n colectiva titulada Imitaci¨®n a la vida y producida por Juan Red¨®n. Digo "producida" porque Red¨®n, arquitecto y coleccionista compulsivo de cosas dispares, desde mu?ecos de pl¨¢stico o robotitos hasta arte contempor¨¢neo, especialmente fotograf¨ªa homoer¨®tica -esa colecci¨®n se pudo ver en la Fundaci¨®n Foto Colectania hace un par de a?os... ?o han pasado ya tres a?os?, ?o cuatro?-, efectivamente financia la producci¨®n de obras de arte que por su independencia o su naturaleza indisoluble en los discursos dominantes dif¨ªcilmente encontrar¨¢n apoyo p¨²blico.
Aqu¨ª en Mito, Juan Red¨®n presenta obras fotogr¨¢ficas de Juan Pablo Ballester, Carles Congost, Paco y Manolo y Miguel Trillo. De Paco y Manolo nunca hab¨ªa o¨ªdo hablar; en cambio, conozco y aprecio como todo el mundo la obra de Trillo, veterano fot¨®grafo e imagen de la movida; la de Carles Congost, a quien me complacer¨¢ elogiar cualquier d¨ªa de estos, y por supuesto, adoro la de Juan Pablo Ballester, que en cada exposici¨®n de su interminable proyecto o culebr¨®n eterno Enlloc-En ninguna parte, dedicado, entre otros objetivos, a documentar y convertir en realidad (?hay alguna realidad m¨¢s real e indiscutible que la fotogr¨¢fica?) el imaginario patri¨®tico del nacionalismo catal¨¢n, me sorprende y divierte y es, como suele decirse, "una bocanada de aire fresco".
Su malicia y su ingenio me admiran desde que vi su primera pieza, a medias conceptual y a medias costumbrista como lo son casi todas las suyas. La cre¨®, hace ya seis a?os, para la colectiva Vostestaqu¨ª, que reun¨ªa en la Virreina una ambiciosa panor¨¢mica de la creaci¨®n art¨ªstica catalana contempor¨¢nea. Para esa ocasi¨®n Ballester contrat¨® a varios floristas ambulantes paquistan¨ªes que se presentaron en la inauguraci¨®n y trataron de vender sus rosas a los asistentes. Esa tarde, mientras los invitados nos salud¨¢bamos unos a otros, rechazamos a los incordiantes floristas sin percatarnos de que en el centro de cada ramo de flores una microc¨¢mara filmaba nuestras caras de disgusto, nuestros gestos de rechazo a su incordiante insistencia, la palma de la mano en el adem¨¢n de "vade retro, pelmazo". Al d¨ªa siguiente la pel¨ªcula de esta involuntaria performance colectiva se incorpor¨® a la misma exposici¨®n y se proyect¨® permanentemente en la Virreina: ahora pod¨ªamos ver nuestros gestos de rechazo, nuestras muecas m¨¢s o menos hastiadas o desde?osas, nimbadas por el halo de p¨¦talos de rosas que festoneaban la periferia de la lente...
Ahora en Mito, Ballester expone algunos de sus retratos de (falsos) mossos d'esquadra. El aspecto racial de estos mossos, rubios, p¨¢lidos y sonrosados, propio de "nord enll¨¤" escandinavo, es el que corresponde al imaginario racial catalanista. Lucen el uniforme que para ellos dise?¨® un moderno y famoso modista, pero llevan la gorra en la punta de los dedos, o ladeada con coqueter¨ªa y dejando asomar las guedejas de la rubia melena, y van algo descamisados, con estudiada negligencia; tienen aire so?ador y parecen m¨¢s predispuestos a repartir besos que disparos, pero no nos enga?emos: si hace falta ejercer la fuerza para defender el patrimonio colectivo, no vacilar¨¢n ni un instante. Por eso posan custodiando y erotizando los lugares m¨¢s emblem¨¢ticos del ensue?o catal¨¢n -la monta?a sagrada de Montserrat, una ermita rom¨¢nica, el Canig¨®, una mas¨ªa ampurdanesa, las ruinas de Emp¨²ries, la Fageda d'en Jord¨¤-. Seres bellos, id¨ªlicos, en escenarios bellos, id¨ªlicos, brotados de las fantas¨ªas onanistas del romanticismo decimon¨®nico. Es evidente que el artista contempla con sensaciones ambiguas ese imaginario que se ha propuesto "realizar". Ayer en la inauguraci¨®n le pregunt¨¦ por esa ambig¨¹edad ir¨®nica y er¨®tica y me dijo: "Mi obra se nutre de la relaci¨®n de mi vida con el debate pol¨ªtico, aunque, claro, no de forma panfletaria. sino ambivalente y cada d¨ªa m¨¢s ambivalente. Esa ficci¨®n patri¨®tica, esas monsergas sobre la identidad, me fascinan y al mismo tiempo me parecen monstruosas, porque vengo de un pa¨ªs donde se ha impuesto la misma cosa... Sabes que nac¨ª en Cuba, pero llevo tanto tiempo en Barcelona que ya soy de aqu¨ª. Si expongo en alguna ciudad espa?ola, en el curr¨ªculo pongo 'artista catal¨¢n de origen cubano'. Si expongo en el extranjero, 'artista espa?ol de origen cubano...".
Luego me ense?¨® las fotos de su pr¨®xima exposici¨®n -su pr¨®ximo relato, el pr¨®ximo episodio de Enlloc: un atractivo y virginal skater patina por un bosque encantado; se encuentra a un monstruoso ogro armado de poderosa verga y vagamente parecido a Carod Rovira; el cual, en una relaci¨®n er¨®tico-sentimental, le hace jurar sobre un Customari; luego le marca con las garras las cuatro barras en la espalda y le metamorfosea en un burro catal¨¢n... etc¨¦tera, etc¨¦tera... Ballester ha encargado a Montse Rib¨¦ y David Mart¨ª, galardonados con el Oscar a los efectos especiales de la pel¨ªcula El laberinto del fauno, una impresionante m¨¢scara de burro. Con ella puesta, y s¨®lo con ella, se quiere fotografiar, pues dice: "Como el trabajo forma parte ¨ªntima de mi vida, he decidido que en adelante mi imagen p¨²blica sea siempre con el morro de burro. No tengo otro retrato".
Aqu¨ª ofrecemos uno, en imagen in¨¦dita de Miguel Trillo.
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