Futuro
Espa?a arrastra carencias en materia de investigaci¨®n y desarrollo. El volumen de la inversi¨®n en este concepto apenas alcanza el 1,3% del PIB, frente a una media del 2% en la Uni¨®n Europea y algo m¨¢s elevada en la OCDE. Adem¨¢s, la iniciativa privada s¨®lo cubre el 48% de la financiaci¨®n en I+D, mientras que la media de la UE supera el 55%.
Son muchos los factores que explican esta situaci¨®n. Por un lado, el sector empresarial espa?ol carece de una cultura de innovaci¨®n arraigada, y eso se refleja en las pocas patentes registradas hist¨®ricamente por empresas espa?olas y en el escaso reconocimiento de los investigadores. Otro problema es el desconocimiento mutuo entre las empresas y las universidades y organismos p¨²blicos de investigaci¨®n.
En los presupuestos de 2008, la partida de I+D civil es el tercer ep¨ªgrafe de gasto por crecimiento, un 17,4%, s¨®lo por detr¨¢s de pol¨ªtica exterior (51,3%), servicios sociales y promoci¨®n social (24,8%). Pero para corregir el d¨¦ficit de investigaci¨®n es indispensable contar con la implicaci¨®n y el esfuerzo de las empresas. ?stas se gu¨ªan por criterios de rentabilidad, por lo que la mejor manera de atraer su inter¨¦s es mostrar las enormes ventajas de adoptar estrategias de innovaci¨®n.
El Programa Cenit es un buen ejemplo de c¨®mo incentivar la inversi¨®n de las empresas a trav¨¦s de la creaci¨®n de consorcios participados por grandes empresas, pymes y organismos p¨²blicos de investigaci¨®n, para que desarrollen conjuntamente proyectos plurianuales en las ¨¢reas tecnol¨®gicas de inter¨¦s estrat¨¦gico para Espa?a, y que son una buena referencia de sectores con potencial y oportunidades de inversi¨®n.
Hasta la fecha se han aprobado 47 proyectos, con un presupuesto total de 1.252 millones de euros, financiados en un 52% por las empresas y un 48% por el Estado. Como resultado de estos proyectos, la colaboraci¨®n p¨²blica-privada deber¨ªa perdurar en el tiempo y, sobre todo, ejercer un efecto tractor sobre la inversi¨®n de capital privado destinado a I+D.
?lvaro Mart¨ªn y Arturo Rojas son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (AFI).
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