Los alcaldes hacen o¨ªdos sordos al ruido
16 ciudades espa?olas carecen todav¨ªa de mapas ac¨²sticos pese al requerimiento del Gobierno
?Qui¨¦n no se ha despertado en mitad de la noche por culpa del cami¨®n de la basura? ?Qui¨¦n no ha contado los aviones que sobrevuelan? ?Qui¨¦n no ha sentido que una taladradora se instalaba en su casa? El sonido no deseado, es decir, el exceso de ruido, afecta a todos. Seg¨²n una encuesta del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), tres de cada cuatro espa?oles dicen que sufren contaminaci¨®n ac¨²stica. Sin embargo, pese a que se trata de un problema muy com¨²n, casi nadie baja el ruido.
AENA ultima el mapa para medir los decibelios de los aeropuertos espa?oles
El exceso de ruido provoca estr¨¦s, ansiedad, agresividad y problemas vasculares
En 2003 se aprob¨® una ley para combatir los efectos de esta peculiar poluci¨®n. M¨¢s tarde se public¨® un real decreto para trasponer la directiva europea sobre la materia y ahora, previsiblemente el pr¨®ximo viernes, el Consejo de Ministros aprobar¨¢ el desarrollo de la ley, que incluye medidas para aislar viviendas. "Muchas normativas, pero pocas medidas concretas destinadas a acabar con el problema", se queja Jos¨¦ Joaqu¨ªn Herrera, presidente de Juristas contra el Ruido.
Pero las normas ni siquiera se cumplen. El Ministerio de Medio Ambiente dict¨® ¨®rdenes para confeccionar los mapas del ruido en 16 ciudades, todas con m¨¢s de 250.000 habitantes. El plazo conclu¨ªa inicialmente el 30 de junio y se prorrog¨® hasta hoy. Nadie ha hecho los deberes, seg¨²n el ministerio. Las demarcaciones con tareas pendientes son Alicante (310.330 habitantes); Barcelona I (1.611.467), Barcelona II (331.377) y Baix de Llobregat (con 466.854); Bilbao (352.317); C¨®rdoba (308.072); Gij¨®n (271.039); Madrid (3.099.834); M¨¢laga (con 558.265); Murcia (398.815); Palma de Mallorca (379.898); Las Palmas de Gran Canaria (377.643); Santa Cruz de Tenerife (360.388); Sevilla (709.975); Valencia (785.732); Valladolid (321.713); Vigo (292.059), y Zaragoza (638.799). AENA tampoco ha concluido los mapas ac¨²sticos en los que deb¨ªa medir los decibelios en aeropuertos civiles con m¨¢s de 50.000 movimientos al a?o. Y Fomento todav¨ªa trabaja para evaluar los grandes ejes viarios cuyo tr¨¢fico supere los seis millones de veh¨ªculos al a?o y los nudos ferroviarios con una circulaci¨®n de m¨¢s de 60.000 trenes al a?o.
Seg¨²n un estudio de Medio Ambiente, el transporte de veh¨ªculos, a¨¦reo y ferroviario genera el 80% de la contaminaci¨®n ac¨²stica en Espa?a. El 10% corresponde a actividades industriales y de comercio. La construcci¨®n de edificios e infraestructuras supone el 6%, y las actividades de ocio (bares, discotecas y locales de ocio), un 4%.
"Esperamos tener los mapas para final de a?o y poder extraer las primeras conclusiones sobre la importancia real del problema", explica Jaime Alejandre, director general de Calidad y Evaluaci¨®n Ambiental.
Algunas ciudades ya trabajan para cumplir la exigencia del ministerio. Es el caso de Madrid, que admite el retraso en la entrega. En la capital, el mapa s¨®lo mide la contaminaci¨®n producida por el tr¨¢fico. Las zonas con m¨¢s decibelios, seg¨²n el estudio, son la confluencia de O'Donnell con la M-40, el paseo de Recoletos, el nudo de la carretera de Andaluc¨ªa (A-4) con la M-40 y, en general, todos los puntos con alta densidad de circulaci¨®n, como la M-30 o el paseo de la Castellana. En esas ¨¢reas se rondan los 71 decibelios de media anual durante el d¨ªa. El umbral m¨¢ximo recomendado por la UE, como l¨ªmite del confort, es 55. Por su parte, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) fija en 65 el m¨¢ximo que se puede recibir sin riesgo para la salud.
En ciudades como Valencia, la media nocturna llega a 57 decibelios. Durante el d¨ªa, la media se eleva a 63. Seg¨²n el informe del Gobierno vasco, que no ha medido la circulaci¨®n dentro de los cascos urbanos, se?ala que, en algunos edificios de Bilbao y San Sebasti¨¢n, se superan los 70 decibelios durante la noche.
Con los mapas de ruido se har¨¢n los planes de acci¨®n, es decir, se establecer¨¢n las medidas concretas para reducir las emisiones. "Con estos mapas se decidir¨¢ d¨®nde se puede construir un hospital, un colegio o una zona residencial", se?ala Alejandre.
"Lo que el Gobierno pretende es hacer mediciones sobre grandes ejes industriales y de transportes, pero no va a atajar lo que verdaderamente molesta a los ciudadanos, el ruido urbano", se queja Herrera.
De las 120 asociaciones contra el ruido que hay en Espa?a, 100 corresponden a colectivos contra las molestias que provienen del ocio, contra las que los ciudadanos se encuentran m¨¢s desprotegidos. Este olvido, que incluye tambi¨¦n a los grupos ecologistas que no se ocupan de este problema, ha activado el trabajo de las asociaciones vecinales y ha abierto otras v¨ªas de reclamaci¨®n, incluyendo las judiciales. El Defensor del Pueblo tambi¨¦n redact¨® un informe en 2005 con 500 quejas sobre los efectos de la contaminaci¨®n ac¨²stica.
Seg¨²n los especialistas, el aumento de ruido provoca da?os psicol¨®gicos -trastornos del sue?o, nervios, estr¨¦s, ansiedad y agresividad- y fisiol¨®gicos -migra?as, p¨¦rdida de capacidad auditiva, aumento de la tensi¨®n cardiaca y problemas vasculares-.
Para desarrollar la Ley del Suelo, el Consejo de Ministros aprobar¨¢ un paquete de medidas referido a la vivienda. La ministra Carme Chac¨®n ha adelantado algunas de las modificaciones que incluir¨¢ el C¨®digo T¨¦cnico de la Edificaci¨®n, de forma que todas las viviendas de nueva construcci¨®n y todas las rehabilitadas a partir de 2008 cumplan la normativa de protecci¨®n frente al ruido. As¨ª, se fijar¨¢ en 50 decibelios el l¨ªmite de ruido contra el que deber¨¢ proteger el aislamiento de la pared medianera entre un dormitorio y la vivienda anexa.
"Del ruido en la calle nadie se ocupa", se queja el representante de los juristas. "En Espa?a, los Ayuntamientos son competentes en estas cuestiones, pero son incapaces de acometer los problemas.
No se les apoya econ¨®micamente, ni hay voluntad pol¨ªtica", denuncia Herrera. "La ley no se adapta a la realidad social. No trata la movida, el botell¨®n, el incumplimiento de horarios o las motos a escape libre..., el ruido que a todos nos molesta".
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