Los partidos 'naranja' ganan los comicios en Ucrania, pero deber¨¢n pactar para gobernar

El partido Regiones, del primer ministro V¨ªctor Yanuk¨®vich, y el bloque de Yulia Timoshenko aparec¨ªan como las dos primeras formaciones en las elecciones legislativas celebradas ayer en Ucrania, seg¨²n los sondeos a pie de urna. Regiones lograba entre el 34,5% y el 35,2% de los votos, pero los antiguos aliados de la revoluci¨®n naranja sumaban m¨¢s: el bloque de Yulia Timoshenko lograba entre un 30,4% y un 32,4%, y Nuestra Ucrania-Autodefensa Popular (NUAD), apoyada por el presidente, V¨ªctor Y¨²shenko, entre el 13,4% y el 14,6%. Les sigue el Partido Comunista (entre un 4,5% y un 5,2%).

De verificarse estas cifras en los recuentos, cinco fuerzas pol¨ªticas hab¨ªan superado el 3% requerido para acceder al Parlamento, al lograr el bloque del ex portavoz parlamentario Vlad¨ªmir Litvin entre un 3,5% y un 3,7% de los votos.

Timoshenko y Yuri Lutsenko, el cabeza de lista de NUAD, se mostraban confiados anoche en que ser¨ªa posible restablecer una coalici¨®n naranja, tal vez incluso sin un tercer socio. Pero dado lo igualado de los porcentajes de naranjas, por una parte, y azules (Regiones y posibles aliados), por la otra, habr¨¢ que esperar a que concluya el recuento oficial para saber en manos de qui¨¦n est¨¢ la posibilidad de concentrar los 225 esca?os que forman la mayor¨ªa simple de la Rada Suprema (450 esca?os).

De entrada, Timoshenko aparec¨ªa como la figura que m¨¢s beneficio ha sacado de la crisis pol¨ªtica que ha conducido a las elecciones anticipadas de ayer, ya que es la que parece haber ampliado m¨¢s que nadie su apoyo popular, que en marzo de 2006 fue del 22,29%.

Seg¨²n los primeros datos de la Comisi¨®n Electoral Central, cuando se llevaba recontado el 0,41% de los boletines, el bloque de Timoshenko iba en cabeza con el 37,6% de los votos, seguido de Regiones, con el 23,41% y el NUAD, con el 20,48 %, y a continuaci¨®n el bloque de Litvin y los comunistas. Los primeros recuentos de urnas de votantes en el extranjero situaban a Timoshenko en primer lugar. En total hab¨ªa votado el 63,2% del electorado, una cifra que est¨¢ por debajo de la participaci¨®n de 2006 (66,52%), pero que resulta bastante alta teniendo en cuenta el cansancio de la sociedad ante la interminable crisis pol¨ªtica.

Sin esperar a que concluyera el recuento, los l¨ªderes se adelantaban ya a los acontecimientos y Timoshenko aseguraba que ir¨ªa hoy a ver a Y¨²shenko para cerrar el acuerdo de coalici¨®n. Sin embargo, los portavoces de Regiones aseguraban no excluir una coalici¨®n con las fuerzas que apoyan a Y¨²shenko. La ¨²ltima palabra la tiene el presidente y, aunque la mayor¨ªa de los observadores se inclinaban a pensar que esta vez Y¨²shenko optar¨¢ por una coalici¨®n naranja, nadie estaba totalmente seguro. En las combinaciones influir¨¢n las elecciones presidenciales y las ambiciones de la misma Timoshenko.

El gran derrotado fue el Partido Socialista de Alexandr Moroz, muy criticado por haberse pasado de las filas naranja a las azules. A las elecciones hab¨ªan sido convocados 37 millones de electores (de una poblaci¨®n de 47 millones). Compet¨ªan 20 partidos, y son los segundos comicios que se celebran por el sistema proporcional de listas de partido. En la nueva Rada Suprema, los diputados no podr¨¢n cambiarse de grupo parlamentario en funci¨®n de sus intereses, una pr¨¢ctica que ha sido habitual y que ha contribuido a la inestabilidad del sistema pol¨ªtico.

Tras votar en Kiev, Y¨²shenko manifest¨® que el dilema en estas elecciones estaba entre el cambio y la falsa estabilidad. Seguidores de diferentes fuerzas pol¨ªticas se dirig¨ªan a Kiev por la noche sin saber todav¨ªa si tendr¨ªan que protestar por la derrota o celebrar la victoria. Una cosa era clara, cada grupo ten¨ªa su maidan (plaza) particular y no exist¨ªa un lugar de j¨²bilo com¨²n en la ciudad.

La legislatura ucrania es de cinco a?os, pero la Rada anterior fue disuelta por Y¨²shenko a principio de abril despu¨¦s de que los diputados de las fuerzas naranja comenzaron a fugarse a las filas de los azules, y pasaran a representar un peligro para el presidente, pues pod¨ªan llegar a formar una mayor¨ªa de esta tendencia para cambiar la Constituci¨®n. El sistema parlamentario-presidencial tiene muchos puntos controvertidos que han producido colisiones jur¨ªdicas. El Tribunal Constitucional no ha sido capaz de dirimirlas por las interdependencias entre los tres poderes.

Nuestra Ucrania, el partido de los seguidores de Y¨²shenko, se hab¨ªa aliado esta vez con Autodefensa Popular, un grupo vertebrado en torno a Yuri Lutsenko, pol¨ªtico de lenguaje en¨¦rgico procedente de las filas socialistas.