El futuro se moldea en las instituciones
Con motivo de la inminente celebraci¨®n del Nou d'Octubre, se impone una reflexi¨®n profunda sobre el uso que estamos haciendo los valencianos de las instituciones que nos son propias, y del pa¨ªs que va a dejarnos esta especie de derecha populista cuando agote cuatro legislaturas consecutivas al frente del Gobierno valenciano, tres de ellas con mayor¨ªas absolutas.
El pasado mes de septiembre, nada m¨¢s iniciarse el curso pol¨ªtico, nos han llegado noticias de este tipo: la deuda de la Generalitat y de sus empresas p¨²blicas aument¨® un 7,6% en el ¨²ltimo a?o, la Comunidad Valenciana tiene la peor asistencia sanitaria de todo el Estado, la gota fr¨ªa vuelve a poner de relieve la falta de inversiones en prevenci¨®n de inundaciones, la sociedad p¨²blica Ciudad de la Luz multiplica sus p¨¦rdidas, la Comunidad Valenciana lidera el ¨ªndice de fracaso escolar, la Ciutat de les Arts i les Ci¨¨ncies triplica su coste sin que hayan concluido las obras, el Consell boicotea la aplicaci¨®n de la Ley de Dependencia y del Plan de Vivienda, Camps pone obst¨¢culos a la implantaci¨®n de la asignatura Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa, los escolares comienzan el curso con m¨¢s barracones, la inversi¨®n estatal en lo que llevamos de legislatura duplica la de toda la ¨²ltima legislatura de Aznar, la inversi¨®n en la Comunidad Valenciana en los Presupuestos Generales de 2008 aumenta un 25%, el mayor incremento de entre todas las comunidades aut¨®nomas, etc.
Y mientras tanto, nuestros gobernantes, desde el pedestal de las instituciones, insisten en su estrategia de culpabilizar de todo al Gobierno de Espa?a, enfrentar territorios, ahondar en el victimismo y la demagogia, y ejercer de oposici¨®n pol¨ªtica.
Ante ello, los socialistas valencianos tenemos la obligaci¨®n de reafirmarnos en nuestra voluntad de rehacer un discurso pol¨ªtico capaz de poner freno a pol¨ªticas que nos llevan irremisiblemente al deterioro irreversible de los servicios p¨²blicos, al desmantelamiento de derechos sociales, a la deuda p¨²blica, al enfrentamiento est¨¦ril entre territorios, a la p¨¦rdida de valores, al desaprovechamiento del potencial de generaciones y generaciones que se van a formar en un sistema educativo sin calidad, a la destrucci¨®n del territorio, y al hundimiento de los sectores productivos tradicionales.
Los socialistas afrontamos ahora la obligaci¨®n de someternos a un proceso de reorganizaci¨®n que debe asumirse desde la normalidad y la serenidad, por lealtad a los cientos de miles de valencianos que han confiado en nuestra opci¨®n pol¨ªtica, y tambi¨¦n para recobrar la confianza de otros centenares de miles de ciudadanos deseosos de dar un golpe de tim¨®n hacia pol¨ªticas realistas, modernizadoras, de progreso, igualitarias, plurales, respetuosas y tolerantes.
El Nou d'Octubre, cuando rememoraremos todo el pasado com¨²n y reivindicaremos un futuro mejor, los socialistas no podemos abstraernos de la responsabilidad y la obligaci¨®n de consolidarnos como alternativa pol¨ªtica e instrumento de participaci¨®n de la ciudadan¨ªa en el proceso pol¨ªtico que ha de permitir recuperar el sentido com¨²n en nuestras instituciones, esas instituciones que forman parte del pasado com¨²n que vamos a rememorar, y que hemos sabido conservar a lo largo de los siglos.
Esas instituciones centenarias de las que nos enorgullecemos no pueden estar al servicio de intereses que no sean los generales, pero desafortunadamente, tenemos demasiados ejemplos contrarios, algunos de ellos flagrantes, como el de la radiotelevisi¨®n p¨²blica de los valencianos y alguna que otra fundaci¨®n de dudoso objeto. El mismo Consell es hoy una m¨¢quina electoral al servicio del PP estatal, y desde el pedestal de las instituciones, se dedican d¨ªa s¨ª y d¨ªa tambi¨¦n a mentir sobre las inversiones del Gobierno en la Comunidad Valenciana y a denunciar falsos agravios e incumplimientos, como ha quedado patente en el informe que ha difundido la asociaci¨®n de empresas contratistas de la Administraci¨®n.
La cohesi¨®n territorial ha sido una premisa para el Gobierno de Zapatero, frente a dirigentes de un PP valenciano que no ha dudado en fomentar los desencuentros pol¨ªticos y sociales, y en cuestionar los grandes consensos en pol¨ªticas como la seguridad ciudadana, infraestructuras, educaci¨®n, dependencia, recursos h¨ªdricos o vivienda, con el ¨²nico objetivo de mantener el r¨¦dito demosc¨®pico.
Ante el Nou d'Octubre, no lo olvidemos: el futuro de los valencianos que vamos a evocar, se moldea a las instituciones. De las manos en las que dejemos nuestras instituciones, depender¨¢ nuestro futuro como pueblo.
Isabel Escudero es vicesecretaria general del PSPV y vicepresidenta segunda de las Cortes Valencianas.
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