Sin permiso para ejercer de padre

Los padres de Jared preparan su fiesta de cumplea?os en su casa de San Fernando (C¨¢diz). Celebran los dos a?os del ni?o y tambi¨¦n que, tras meses de miedo y enclaustramiento, pueden salir juntos a la calle sin temor a que el padre de Jared sea devuelto a su pa¨ªs, Venezuela.

Omar Antonio Serrano, de 25 a?os, lleg¨® a C¨¢diz en octubre de 2005. Hab¨ªa conocido a su pareja, Patricia Rodr¨ªguez, por Internet, y tras varios a?os de relaci¨®n a distancia ella dio el salto y viaj¨® hasta Venezuela. ?l, que hab¨ªa estudiado Contabilidad y Finanzas, hac¨ªa pr¨¢cticas en un ministerio, pero el trabajo no les daba para vivir. Espa?a parec¨ªa un destino m¨¢s seguro. Para cuando tomaron la decisi¨®n de trasladarse, la gaditana llevaba varios meses embarazada.

"Yo ten¨ªa amigos inmigrantes en Espa?a y sab¨ªa los problemas que hab¨ªan pasado. Pensaba que si daba a luz aqu¨ª, siendo yo espa?ola y el ni?o tambi¨¦n, ¨¦l lo tendr¨ªa m¨¢s f¨¢cil para regularizar su situaci¨®n. Tuve que llorarle al m¨¦dico para que falseara los datos de mi embarazo y me dejara volar a un mes de salir de cuentas". Poco despu¨¦s del nacimiento de Jared, su padre viaj¨® a Espa?a para reconocer al ni?o y establecerse con su familia. Cre¨ªa que con un hijo espa?ol no tendr¨ªa dificultades para lograr el permiso de residencia. Se equivoc¨®.

La Subdelegaci¨®n del Gobierno de C¨¢diz deneg¨® la autorizaci¨®n. "Al principio me dijeron que por falta de documentaci¨®n", se?ala Serrano, "pero no me supieron especificar qu¨¦ papeles me faltaban. Se limitaron a decirnos que lo busc¨¢ramos por Internet". La pareja insisti¨®. El arraigo familiar se considera una circunstancia excepcional v¨¢lida para otorgar a un inmigrante el permiso de residencia, as¨ª que Omar Antonio Serrano aleg¨® que ten¨ªa un hijo espa?ol. "Les trat¨¦ de convencer, pero respondieron que no estaba establecido como motivo suficiente", cuenta.

No s¨®lo no logr¨® sus papeles, sino que tras denegarle el permiso, el venezolano se vio obligado a acudir a la comisar¨ªa para que sellaran en su pasaporte una orden de expulsi¨®n. Le daban 15 d¨ªas para abandonar Espa?a. Sin su hijo.

De eso hace m¨¢s de un a?o. Desde entonces, Serrano ha vivido con miedo a ser deportado. Su esposa recuerda que llor¨® cuando le denegaron el permiso. "Sab¨ªa que si lo cog¨ªan, se lo llevar¨ªan y no podr¨ªamos hacer nada. Por temor no sal¨ªamos de casa, por no tropezarnos con un polic¨ªa. ?l iba de su trabajo en una fruter¨ªa a casa. Parec¨ªa que est¨¢bamos presos, que hab¨ªamos hecho algo malo".

La pareja acudi¨® a la asociaci¨®n Cardijn, una organizaci¨®n de apoyo a inmigrantes con sede en C¨¢diz. Los abogados de la asociaci¨®n llevaron el caso a juicio y en septiembre de este a?o, por fin, lleg¨® la resoluci¨®n. Jared podr¨¢ crecer junto a su padre, un derecho que recoge la Constituci¨®n para todos los ni?os.