La ni?a de ocho a?os que 'quiere' cubrir su pelo
"Ya nos volv¨ªamos a Marruecos", ha dicho el feliz padre de la devota ni?a de ocho a?os que "quer¨ªa" ir en hiyab a la escuela. Supongo que habr¨¢n le¨ªdo la noticia, que esta semana ha estado en boca de todo el mundo: la escuela le prohibi¨® asistir a clase con dicha prenda, pero la Generalitat, siempre velando por la tolerancia, decidi¨® que lo que decidiera la escuela era igual. O sea que, ahora, la ni?a de ocho a?os ya se sienta en el pupitre con el pelo cubierto, a salvo de las miradas de los otros cr¨ªos de su edad. De ah¨ª la frase del padre. Eso significa que si los malvados profesores de la escuela no llegan a ser corregidos, el hombre se habr¨ªa llevado a los suyos a ese lugar donde parece que taparse el cabello desde que sales de la cl¨ªnica maternal mola (si eres mujer, claro). Piensen que este deseo infantil de la ni?a es tan poderoso que incluso la madre declara que ha dejado el trabajo para "apoyar" a su hija. Parece, pues, que cuando uno "apoya" (qu¨¦ verbo tan repetido en la televisi¨®n ¨²ltimamente, sobre todo por las madres de los concursantes de Gran Hermano) lo hace a jornada completa y no tiene tiempo de nada m¨¢s.
La Generalitat deber¨ªa ir prepar¨¢ndose para cuando salga una ni?a que declare que 'quiere' que le practiquen la ablaci¨®n
El caso es que, como les digo, ha triunfado la sostenibilidad y la ni?a ya puede ir como "quiere" a la escuela. Y yo me alegro, porque me parece casi milagroso que una ni?a de ocho a?os ya tenga ideas propias sobre la religi¨®n. Esto es s¨®lo la muestra de su gran madurez y elevaci¨®n espiritual. Ha habido quien ha comparado el caso con el de las monjas que dan clase con h¨¢bito. Hombre, las monjas son mayores de edad. No es lo mismo. Pero sobre la cuesti¨®n ha habido mucho debate. El jueves, en este mismo peri¨®dico, se publicaron art¨ªculos con diferentes visiones, entre ellos el del se?or Abdenur Prado, presidente de la Junta Isl¨¢mica Catalana. Yo admiro sin reservas al se?or Prado, porque tambi¨¦n fue presidente del congreso "Musulmanas y feministas". Y que el presidente de las musulmanas y feministas sea un hombre en lugar de una mujer a mi me parece de una gran coherencia.
Pero volvamos a la ni?a. Seguramente habr¨¢ m¨¢s cosas que "quiere" hacer. Como el Ramad¨¢n. Y si es as¨ª hay que respet¨¢rselo, o su padre se la llevar¨¢ a Marruecos. S¨ª, ya s¨¦ que algunos profesores debiluchos advierten que los menores que lo practican se les desmayan en clase o no rinden. Pero nadie dijo que la fe fuese f¨¢cil. Por eso, feliz como estoy de la noticia, solo quiero advertir de algo a la Generalitat. Esta ni?a extraordinaria tiene toda una vida por delante. Y, del mismo modo que Cassius Clay se convirti¨® al Islam de repente y pas¨® a llamarse Muhammad Al¨ª, ella podr¨ªa cambiar tambi¨¦n de religi¨®n de la noche a la ma?ana. Por ejemplo, podr¨ªa abrazar la religi¨®n rastafari. Es una religi¨®n muy simp¨¢tica y con no pocas peculiaridades. Entre ellas fumar hach¨ªs. Imaginen pues que la peque?a "quiere" honrar a su fe li¨¢ndose un porro en clase. Si la intolerancia docente se lo prohibiera, hasta yo dejar¨ªa el trabajo como su madre para "apoyarla". Todo antes que o¨ªr al padre decir: "Est¨¢bamos a punto de volver a Jamaica".
Porque s¨®lo faltar¨ªa que los ni?os de ocho a?os musulmanes merecieran m¨¢s respeto que los ni?os de ocho a?os rastafaris, que los ni?os de ocho a?os cat¨®licos o que los ni?os de ocho a?os practicantes del vud¨² o de la cienciolog¨ªa. Por eso espero con ansia ver pronto a estos peque?os clavando alfileres a los mu?ecos y sacrificando gallinas, flagel¨¢ndose por Semana Santa o merendando placentas en clase. Por cierto. La Generalitat deber¨ªa ir prepar¨¢ndose para cuando salga la primera ni?a que declare que "quiere" que le practiquen la ablaci¨®n. ?O es que alguien duda de que esto pasar¨¢?
moliner.empar@gmail.com
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