Un poeta de la incertidumbre
EL HOMENAJE que la Bienal de Venecia rinde al peruano Jorge Eduardo Eielson (Lima, Per¨², 1924-Mil¨¢n, Italia, 2006) permite recuperar y repensar la vida y la obra de uno de los poetas del castellano m¨¢s raros, que dir¨ªa Rub¨¦n Dar¨ªo. Raro por su vida, la de quien a comienzos de los a?os cincuenta abandona su Lima natal con rumbo a una Europa en ruinas cuya cultura sin embargo le hab¨ªa absorbido. Pero no fue a Par¨ªs, como entonces era preceptivo, sino a Roma, donde pas¨® la mayor parte de su vida con excepci¨®n de escapadas a Par¨ªs o a Nueva York. Su empecinada negativa de regresar a Lima es su m¨¢s irreductible enigma. Raro tambi¨¦n por el extraordinario radicalismo con el que ha cuestionado la identificaci¨®n de la poes¨ªa y el poema escrito e impreso. Cierto, ese prop¨®sito lo ha compartido con Joan Brossa o con Zaj, para mencionar s¨®lo los ejemplos m¨¢s notables de quienes han hecho poes¨ªa con objetos, acciones o escenificaciones en nuestra lengua. Y lo ha contradicho en cierto sentido con numerosos poemas inscritos en la tradici¨®n que, de Stephan Mallarm¨¦ a Max Bill, concibe el poema como un artefacto visual. La medida de su radicalismo la da su decisi¨®n de tensar la poes¨ªa hasta el punto de hacerla saltar fuera de los marcos que la fijan tanto a la letra impresa como a la propia literatura. Eielson es un poeta que ha actuado m¨¢s all¨¢ o m¨¢s ac¨¢ de la literatura, aunque tampoco se haya negado a explorar el espesor foucaultiano de la misma con poemas en los que el tema recurrente es el lenguaje mismo. Su capacidad de ocuparse de s¨ª mismo. Es justamente por esta raz¨®n -en realidad por este exceso- por la que la Bienal de Venecia rinde ahora homenaje a alguien a quien el mundo del arte ha acogido como a uno de los suyos, sin dejar nunca de considerarlo un poeta. Esta misma bienal lo incluy¨® en sus ediciones de 1964 y 1972 y Harald Szeemann en la quinta edici¨®n de la Documenta de Kassel, en la que Eielson promovi¨® un ins¨®lito concierto donde los espectadores se abanicaron con sus poemas hasta destrozarlos completamente. Beuys particip¨® en el mismo.
Pero no podemos entender qui¨¦n es y qu¨¦ ha hecho realmente Eielson si omitimos que todos sus prop¨®sitos y proyectos -todos los poemas, los cuadros, las piezas ac¨²sticas, las esculturas, las m¨¢quinas c¨¦libes y las acciones e intervenciones en el espacio p¨²blico que ha realizado- est¨¢n marcados por las urgencias de quien para encontrarse no ha vacilado en perderse una y otra y otra vez. Encontrarse como poeta y encontrarse como individuo o como mera subjetividad en la tierra de nadie de la anomia y el desarraigo de su exilio sin fin en tierras italianas. Cuando se revisa el conjunto de su obra salta a la vista tanto la ins¨®lita heterogeneidad de sus medios y recursos como el hecho de que la misma responde a un nomadismo est¨¦tico que parece tanto la causa como la soluci¨®n imposible de un desasosiego vital del que jam¨¢s ha sabido o podido librarse. Loreto Alonso quiz¨¢s hablar¨ªa de "producci¨®n invertebrada" para referirse a la dispersi¨®n y el polimorfismo de la obra de Eielson, pero yo -sin refutarla- preferir¨ªa poner el ¨¦nfasis en que esa falta de vertebraci¨®n es su manera el¨ªptica de comunicar cu¨¢nta incertidumbre e inquietud hay en las relaciones que ¨¦l mantiene con las artes y las literaturas hegem¨®nicas en Occidente. Evidentemente, ninguno de estos ¨¢mbitos le son desconocidos o del todo ajenos, pero en ambos ha actuado, m¨¢s como un intruso o como el polizonte que comparte la suerte de la nave apartado del gobierno de la misma. Y que, sin embargo, insiste en hacerse notar adulterando las se?ales enviadas desde el puente de mando. Parodia, distorsi¨®n, duplicaci¨®n: ¨¦stos son probablemente los t¨¦rminos que mejor califican las respuestas que Eielson ha dado a su excentricidad con respecto a la ¨²nica cultura en la que puede reconocerse.
Carlos Jim¨¦nez es cr¨ªtico colombiano de arte y autor de los libros de poemas Traves¨ªa del ojo y Prosas del gallinaza. La muestra La extensi¨®n imaginaria. Homenaje a Jorge Eduardo Eielson se exhibe en el Pabell¨®n Italo-Latinoamericano. Palacio Zenobio. Collegio Armeno. Dorsoduro 2596. Venecia. Hasta el 21 de noviembre. Algunos libros de Eielson son Vivir es una obra maestra (Ave del Para¨ªso), Nudos (Fundaci¨®n C¨¦sar Manrique), Sin t¨ªtulo y Del absoluto amor (ambos en Pre-Textos).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.