Sadomasoquismo internauta
Con Chaperos (inadecuado t¨ªtulo, inadecuada portada) el californiano Dennis Cooper -54 a?os ahora- se convierte en un seguidor de las investigaciones en la transgresi¨®n er¨®tica de Sade o de Bataille, pero v¨ªa internet. A alg¨²n lector medroso -no es novela para paladares delicados- quiz¨¢ le consuele saber que al ocurrir toda ella en internet, entre chats y mensajes de internautas especializados en sadomasoquismo, la terrible historia del chapero Brad y de su amigo o protector o amante Brian (una historia que llega a ser m¨ªtica y sobre la que los internautas acaso fabulen) podr¨ªa reducirse a una sarta de fantas¨ªas destructoras, inventadas -sobre todo en la segunda parte- por mentes cada vez m¨¢s necesitadas de crueldad. Lo que Bataille proclam¨® en Historia del ojo se hace nuevamente verdad (o mentira): el erotismo sin contenci¨®n conduce a la muerte, y m¨¢s si todo parece consentido, pagado, querido.
CHAPEROS
Dennis Cooper
Traducci¨®n de Juan Bonilla
El Tercer Nombre. Madrid, 2007 221 p¨¢ginas. 16 euros
Nadie piense en un mundo habitual de prostituci¨®n masculina, no. Cooper baja a las terribles sentinas donde se pueden rodar pel¨ªculas snuff o se puede ir despedazando a un muchacho, que supuestamente es un enfermo terminal y que ha coqueteado con dejarse matar, cuando nada importa. La acci¨®n sucede en un inframundo gay entre California y Oreg¨®n, pero el sexo es muy secundario. Nada cambiar¨ªa si fuesen chicas y en vez de sexo pagado (o fantas¨ªa) todo ocurriera por amor al arte, el asunto ser¨ªa igual de terrible: sexo cuyo l¨ªmite es la muerte o el despedazamiento. Escribe en una prosa distante que no emite juicios de valor: el fr¨ªo como atributo. Y Bonilla lo traslada bien. Pero el lector inevitablemente juzgar¨¢: ?qu¨¦ hay despu¨¦s de la destrucci¨®n? La pregunta ya la plante¨® Sade. Y no se ha respondido suficientemente. La crueldad humana es mayor que la animal. En realidad no hay animales s¨¢dicos. Los humanos somos ese m¨¢s all¨¢ decible o indecible...
Con todo, lo que hace de
Chaperos (insisto mal t¨ªtulo, mala portada, demasiado blandos) una novela excelente no es su tema ni su prosa cinceladamente fr¨ªa y coloquial. Su estructura es lo que la cincela como una construcci¨®n impecable. Cooper juega con los modos y modelos de internet (chats, informaciones colgadas, sue?os de internautas que no se conocen) para ver c¨®mo la red multiplica los escorzos, los nudos, los mitos y tambi¨¦n los enga?os, pues el horror -al fin- podr¨ªa ser s¨®lo el invento, a partir de una historia vulgar de cliente y chapero, de mentes delirantes y m¨¢s que calenturientas. Los m¨¢s ortodoxos arreciar¨¢n su campa?a contra Dennis Cooper, a veces tenido por hom¨®fobo. Tienen y no raz¨®n: el sadomasoquismo no es m¨¢s gay que heterosexual, pero es humano, y por ello gay asimismo. Y lo que Cooper hace (probablemente con cierto regusto por la provocaci¨®n, muchachitos que no son menores pero que lo parecen) es algo muy literario: investigar en la condici¨®n del hombre, de la persona. Y hacerlo sin tapujos y con un entramado impecable. De nuevo Georges Bataille: literatura y mal. Crueldad y literatura. El balc¨®n muestra el abismo. Literatura de interior. De pantallas, en este caso, quiz¨¢s en la soledad de una desnuda alcoba.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.