"Parecen de 'scalextric', pero en grande"
El antiguo circuito de Montju?c, cerrado en 1975, recupera por unos d¨ªas la fascinaci¨®n por las carreras de coches
"Parecen los de scalextric, pero en grande". Con tantos cuarentones entre el p¨²blico que ayer desfilaba por el paddock instalado en la avenida de la Reina Mar¨ªa Cristina, comentarios de este tipo eran moneda corriente. Algunos iconos de su infancia y adolescencia siguen siendo instant¨¢neamente identificables gracias al acierto publicitario de la ¨¦poca: el McLaren Texaco Marlboro blanco y rojo o el Lotus John Player Special negro y dorado pilotados por Emerson Fittipaldi, los Tyrrell Elf azules que hizo correr Jackie Stewart, y -para los quemadillos de verdad- la barqueta Chevron con la que Jos¨¦ Mar¨ªa Juncadella defend¨ªa los colores de su patrocinador y de la hist¨®rica Escuder¨ªa Montju?c (amarillo y verde).
Media docena de Renault 8 TS expuestos en la entrada nos recuerdan que el circuito barcelon¨¦s fue uno de los primeros escenarios, junto con el de Jarama y el de Estoril, que acogieron la Copa TS, aquel certamen de promoci¨®n organizado por Fasa-Renault de la que salieron los pilotos Ca?ellas, Villacieros, Canomanuel, Sasiambarrena y Pareja, entre otros.
La gran figura de la jornada es otro mito contempor¨¢neo, Emerson Fittipaldi. Otros dos pilotos hist¨®ricos presentes son el franc¨¦s Henri Pescarolo, ganador de las 24 Horas de Le Mans sobre un Matra, y el brit¨¢nico David Piper, corredor privado de cierta notoriedad en los a?os setenta, que particip¨® en el rodaje de la pel¨ªcula Le Mans, interpretada por Steve McQueen, durante el cual tuvo un grave accidente a resultas del cual le fue amputada una pierna. Piper dej¨® la competici¨®n de alto nivel, pero su desventaja no le impide ser un asiduo de las actuales carreras de cl¨¢sicos, en las que participa con coches de su colecci¨®n, como el Ferrari 250 Le Mans y el Porsche 917 que hoy salen a la pista.
En este Martini Legends se persigue el esp¨ªritu del gentleman driver, es decir, del conductor deportivo que compite por puro placer. Esto explica la presencia de coleccionistas catalanes que han restaurado y conservan algunos coches de carreras, como Walter Ankli, Joaquim Folch, Ramon Magri?¨¤, Francesc Soler y Joan A. Berenguer, por citar algunos. Igualmente acuden a la cita ex pilotos como el gran campe¨®n sabadellense Juan Fern¨¢ndez y el experto en resistencia Jes¨²s Pareja, adem¨¢s de mec¨¢nicos, restauradores, un ex ministro forofo del motor -Miguel Arias, con el Lancia Aurelia B20 que fue del fallecido Clay Regazzoni-, y hasta dos o tres periodistas, como Carlos de Miguel y Miguel ?ngel Rossell¨®.
Ya no hay carreras de coches en Montju?c desde 1975, ni seguramente las vuelva a haber jam¨¢s, pero la f¨®rmula establecida por los organizadores y el Ayuntamiento para este primer festival podr¨ªa abrir la puerta a futuras reediciones, tal vez m¨¢s liberales en lo que concierne a la velocidad de los veh¨ªculos, sin sustos y dentro de los cauces establecidos. Ni hablar de demostraciones de potencia.
Dos joyas hist¨®ricas
Aunque hoy no salgan a la pista, podremos admirar en Montju?c dos veh¨ªculos emblem¨¢ticos en la fecunda historia del automovilismo deportivo catal¨¢n. El biplaza Ricart de 1923, proyectado por Wifredo Ricart -posteriormente autor de los c¨¦lebres deportivos Pegaso- y fabricado en Barcelona por la casa Ricart y P¨¦rez. Este coche ha sido recuperado recientemente, aunque sin su mec¨¢nica de cuatro cilindros original, que seg¨²n parece fue desmontada para propulsar un barco de pesca en Castell¨®n.
Por otro lado, y tambi¨¦n desprovisto de su propulsor, que sigue un largo proceso de restauraci¨®n, tenemos uno de los dos ejemplares supervivientes del Nacional-Pescara que construy¨® a principios de los a?os treinta Ra¨²l Pateras, marqu¨¦s de Pescara. Este veh¨ªculo montaba un avanzado motor de ocho cilindros en l¨ªnea realizado en una aleaci¨®n llamada electr¨®n.
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