Barbie tambi¨¦n viste a mayores
Ya no hay edad para jugar con mu?ecas. Aunque usted dejase atr¨¢s hace muchos a?os la costumbre de sentar a la famosa rubia en el asiento del coche de Kent, ahora puede revivir el esp¨ªritu del famoso juguete con una nueva l¨ªnea de complementos para parecerse a ella.
La mu?eca Barbie es, indiscutiblemente, uno de los iconos del siglo XX. Tal vez el juguete m¨¢s universal jam¨¢s creado. En sus casi 50 a?os de existencia (sali¨® a la venta en marzo de 1959, como hija ileg¨ªtima de la mu?eca alemana Bild Lilli), este artefacto se ha manifestado como un superviviente en toda regla. El nivel de escrutinio al que el juguete de la marca Mattel ha sido sometido en tiempos recientes es apabullante. Incluso Hugo Ch¨¢vez ha llegado a declarar en p¨²blico que "Barbie lava el cerebro a la gente". Lo que en un principio era una simple celebraci¨®n de la belleza, el buen rollo, los colores primarios y la inocencia, pronto ?con el advenimiento de las sociedades pol¨ªticamente correctas? amenaz¨® con convertirse en inagotable fuente de pol¨¦mica. A Barbie se le ha acusado en Arabia Saud¨ª, donde est¨¢ prohibida su venta, de ser una mu?eca lasciva y jud¨ªa, mientras que una universidad finlandesa incluso la pes¨® en la b¨¢scula, a la Cibeles, para revelar que la casi mujer m¨¢s famosa de la historia no podr¨ªa siquiera desfilar en la pasarela madrile?a debido a su escasa masa corporal. Sea como fuere, Barbie sobrevive, y su ¨²ltimo plan para seguir siendo el icono que, a pesar de casi todo y todos, jam¨¢s dej¨® de ser, consiste en hacerse mayor. Hacerse para mayores. As¨ª, en el marco de la pasada feria Bread and Butter de Barcelona, Mattel present¨® al mercado europeo una colecci¨®n de ropa y complementos para adultos inspirados en la archifamosa mu?eca. Richard Dickson, vicepresidente de la firma con sede en California, lo explica en un hotel de lujo de Barcelona rodeado de mu?ecas, ni?os y periodistas: "Nos hemos dado cuenta de que Barbie ha sido parte importante en la vida de mucha gente que se ha hecho mayor. Esa gente todav¨ªa puede ser cliente de Barbie. Aunque tal vez ya no comprar¨¢ los ¨²ltimos modelos de la mu?eca, s¨ª puede hacerse con un bolso inspirado en ella", comenta.
"La mu?eca Barbie ha sido importante en la vida de mucha gente que se ha hecho mayor. ?Por qu¨¦ no van a comprarse un bolso inspirado en ella?
Una de las claves para entender este desembarco en el mercado adulto por parte del mayor fabricante de juguetes del planeta se encuentra en dos hechos antropol¨®gicos de rabiosa actualidad: los ni?os cada vez crecen m¨¢s r¨¢pido, y a los adultos cada vez les cuesta m¨¢s dejar de ser ni?os. "Exacto", coincide Dickson. "Los ni?os siempre han buscado inspiraci¨®n en los mayores, y ahora cada vez parecen dejar de ser ni?os para actuar como mayores lo antes posible. As¨ª, necesitamos que su apego a Barbie no se desvanezca en ese tr¨¢nsito. Nuestro objetivo, finalmente, es el fashionista, para quien, sin duda, la mu?eca es s¨ªmbolo de estilo y moda". Para reforzar y enfatizar este ¨²ltimo aspecto, la marca ha contado con la firma de dise?adores como Anna Sui, Judith Leiber o Anya Hindmarch. As¨ª se pretende convertir la colecci¨®n Barbie para adultos en una verdadera colecci¨®n de moda y no un simple merchandising con firma. "Es lo mismo que hacen algunas estrellas del pop", recuerda Dickson, para quien es de lo m¨¢s l¨®gico que "un icono de la moda como Barbie tenga colecci¨®n propia". Si lo hacen Jennifer L¨®pez, Missy Elliot o Eminem, ?por qu¨¦ no ella?
"Sigue siendo la mu?eca n¨²mero uno. El mundo del dise?o ama a Barbie, y a Barbie le sigue encantando el gran dise?o", apunta el vicepresidente de la firma. "Esto no hace m¨¢s que continuar una pol¨ªtica que Mattel lleva desarrollando con la mu?eca desde su creaci¨®n. La firma ha logrado que jam¨¢s pasara de moda, estando siempre atenta a lo que sucede en el mundo del pop, en los medios? Todos estos factores afectan a nuestros dise?os. Un a?o puede presentarse a presidenta de EE UU, si eso se convierte en un rol relevante. Al siguiente puede meterse en la piel de una estrella de cine. O incluso compaginar ambas profesiones en una misma temporada. Barbie puede hacer todo lo que las ni?as creen que puede".
Su nueva colecci¨®n se podr¨¢ encontrar en algunas tiendas especializadas y en los dise?os se pueden apreciar toques Barbie como el uso constante del color rosa o la insistencia en las siluetas m¨¢s retro. La campa?a de adultizaci¨®n de Barbie se complementa con la firma de un acuerdo entre Mattel y el fabricante de cosm¨¦ticos MAC para crear una l¨ªnea de cosm¨¦ticos tambi¨¦n inspirada en la archifamosa mu?eca. "Trabajar en esto es muy divertido. Debe ser divertido; si no, mal vamos", recuerda Dickson, quien espera, con todas estas acciones, revertir la tendencia que apunta hacia un paulatino descenso de las ventas de la mu?eca en todo el mundo. Un estudio realizado en la Universidad de Bath, en el Reino Unido, conclu¨ªa que la mayor¨ªa de las ni?as poseedoras de barbies pasan por una fase en la que odian a la mu?eca, niegan su pasado infantil y rosa y la someten a todo tipo de castigos f¨ªsicos (incineraciones, decapitaciones, etc¨¦tera).
Dickson pone en cuarentena esta idea e insiste ?es la base de toda esta estrategia? en que "estas gamas de productos para adultos ayudan a que las mujeres jam¨¢s pierdan el contacto con la ni?a que llevan dentro". Lo que seguro no estaba en la hoja de ruta de este plan fue el esc¨¢ndalo que sacudi¨® a la marca el pasado verano, cuando Mattel, que factura 5.600 millones de d¨®lares al a?o, debi¨® retirar del mercado 20 millones de juguetes manufacturados en China debido a que su pintura conten¨ªa niveles inadecuados de plomo. Dickson, tras el incidente y v¨ªa e-mail, nos informa de algunas de las medidas que la compa?¨ªa ha tomado con respecto al incidente, como "despedir a todas las compa?¨ªas subcontratadas que no asumieron nuestras pol¨ªticas de producci¨®n, adem¨¢s de crear un sistema de control con el fin de detectar cualquier tipo de problemas con los productos antes de que ¨¦stos salgan del pa¨ªs en el que fueron manufacturados". ?Qu¨¦ pensar¨ªa Barbie de todo esto? "Barbie es s¨®lo una mu?eca. A veces oyes cosas como 'si fuera una persona, ser¨ªa anor¨¦xica', o 'ser¨ªa desproporcionada' Claro, es que es s¨®lo una mu?eca". Una superviviente.
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