Los estrategas del PSOE y PP concentran sus esfuerzos en 23 provincias clave

Nadie habla de ello en los discursos p¨²blicos de los principales dirigentes, pero las maquinarias de los dos principales partidos trabajan a tope con un objetivo: ganar o, al menos, no perder esca?os en las provincias donde se juegan realmente las elecciones: unas 23, como mucho, de las 52.

El sistema electoral -basado en la circunscripci¨®n provincial y la ley D'Hondt- hace que al final sea m¨¢s importante, por ejemplo, tener un buen resultado en Alicante -que en estas elecciones ganar¨¢ un esca?o-, que arrasar en C¨¢ceres, donde romper el empate a dos esca?os entre los dos grandes partidos es casi imposible.

Los socialistas creen que pueden sacar hasta 10 diputados m¨¢s y s¨®lo admiten que pueden perder en dos provincias (Madrid y M¨¢laga). Los populares, ilusionados tras los resultados de las municipales -aunque el propio Pedro Arriola, gur¨² estad¨ªstico del partido, admit¨ªa la noche electoral que cada elecci¨®n es diferente- y, sobre todo, porque creen irrepetible el resultado de 2004, en plena conmoci¨®n por el 11-M, conf¨ªan en recuperar hasta 16 esca?os (aunque admiten que podr¨ªan perder en Ourense, Las Palmas, Vizcaya o Cuenca, con lo que ganar¨ªan 12 m¨¢s).

La diferencia actual es de 16 (164-148). El PSOE cree que puede llegar a 172 (ocho m¨¢s que ahora, pero sin llegar a los 176 de la mayor¨ªa absoluta). El PP conf¨ªa en alcanzar los 160, lo que significar¨ªa quitarle al PSOE al menos una decena y dejarlo en segundo lugar. Los socialistas, por si acaso, recuerdan que el PP gobern¨® con 156 en 1996, y creen que ellos podr¨ªan hacer lo mismo. Las ajustadas cifras auguran tal vez la campa?a m¨¢s dura de la democracia.

El secretario de Organizaci¨®n del PSOE, y responsable de la campa?a electoral, Jos¨¦ Blanco, ha recorrido durante el mes de septiembre y parte de octubre la mayor¨ªa de las comunidades aut¨®nomas y cree que "la moral est¨¢ muy alta". Su hom¨®logo en el PP, ?ngel Acebes, que tampoco escatima viajes por Espa?a, ha preferido otra t¨¦cnica: la de concentrar a los responsables de las provincias clave en la calle G¨¦nova, la sede del PP, para analizar c¨®mo ara?ar votos en ellas. El PP tambi¨¦n ve entusiasmo entre sus cuadros, sobre todo tras el resultado de las municipales -en las que sacaron 160.000 votos de ventaja- y porque ven muy desmovilizado al electorado socialista y muy batallador al suyo.

Tanto el PSOE como el PP coinciden en privado al situar sus principales objetivos y los de su rival. Para empezar, las cuatro provincias que ganan un esca?o por su aumento de poblaci¨®n: Toledo, Murcia, Alicante y Almer¨ªa, que se los quitar¨¢n -si los datos del censo provisional se confirman- a Vizcaya, A Coru?a, Soria y C¨®rdoba.

Los diputados en el Congreso son siempre 350, y se reparten en funci¨®n de la poblaci¨®n. El de Toledo caer¨¢ probablemente del lado socialista, el de Almer¨ªa parece m¨¢s cercano al PP, mientras en Murcia y Alicante ambos dicen tener posibilidades.

Los socialistas creen tener opciones de ganar esca?os tambi¨¦n en Barcelona, Zaragoza, Ourense, Las Palmas, Cuenca, Guadalajara, Girona y Guip¨²zcoa. El PP s¨®lo admite posibilidades de derrota en Las Palmas, Ourense y Vizcaya, y ve muy dif¨ªcil perder en Guadalaja y Cuenca, aunque no lo descarta.

El PP se ve con muchas posibilidades de recuperar tambi¨¦n un esca?o en Pontevedra, Le¨®n, Lleida, Madrid -donde calculan que podr¨ªan arrebatarle dos al PSOE-, Ciudad Real, Baleares, M¨¢laga, C¨¢diz, Barcelona, Teruel -el PSOE le quit¨® un diputado por s¨®lo 232 votos en 2004- y ?lava. Los socialistas admiten que pueden perder uno en Madrid y otro en M¨¢laga.

El PP juega con otra baza: cree que podr¨ªa quitarle un esca?o a ERC en Girona -la ¨²nica provincia, junto a Lleida, donde no obtuvo representaci¨®n en 2004- y que el PSOE podr¨ªa ceder uno con Na Bai en Navarra. Adem¨¢s, auguran un hundimiento de IU que les beneficiar¨ªa. Si la federaci¨®n de izquierdas no sale en Valencia -el PSOE obtuvo p¨¦simos resultados en mayo en esa provincia- Sevilla o C¨®rdoba, tambi¨¦n esperan hacerse con esos diputados.