"Para m¨ª la historia no es una abstracci¨®n"

"El transporte de deportados n¨²mero 40 que llev¨® a mis padres de Drancy a Auschwitz el 3 de noviembre de 1942 inclu¨ªa a 468 hombres y 514 mujeres, un total de 1.000 jud¨ªos, de los cuales unos 200 eran ni?os. Llegaron a Auschwitz el 6 de noviembre 639; de los que hab¨ªan sobrevivido al viaje fueron gaseados al llegar. Ninguna mujer y s¨®lo cuatro hombres permanecieron con vida hasta el final de la guerra. En las listas del campo figura que la muerte de mi padre tuvo lugar el 1 de diciembre de 1942. El nombre de mi madre no aparece; se desconocen la fecha y las circunstancias de su muerte".

El historiador Saul Friedl?nder describi¨® con esas palabras la muerte de sus padres en su discurso de agradecimiento al Premio de la Paz, que le concedieron los editores y libreros alemanes y que, un a?o m¨¢s, cerr¨® ayer de manera simb¨®lica la Feria de Francfort. La ceremonia tuvo lugar en la Paulskirche, en el centro de la ciudad, y Friedl?nder reconoci¨® desde el principio estar embargado por sentimientos muy complejos. Acept¨® "con gran humildad" el premio, y afirm¨® enseguida: "Para m¨ª la historia no es una abstracci¨®n". As¨ª que, para su breve intervenci¨®n, seleccion¨® una serie de documentos y fragmentos de cartas in¨¦ditas hasta ese momento escritas por miembros de su familia y amigos durante aquellos terribles a?os.

La obra de referencia de Friedl?nder est¨¢ contenida en los dos impresionantes vol¨²menes de La Alemania nazi y los jud¨ªos. Tal como explic¨® ayer Wolfgang Fr¨¹hwald, especialista en historia alemanay encargado de hacer la laudatio del galardonado, Friedl?nder supo mezclar con brillantez la visi¨®n de las v¨ªctimas con un exhaustivo an¨¢lisis de los procedimientos, concepciones y objetivos de los verdugos, sin olvidar a aquella masa silenciosa que no se pronunci¨® cuando pudo atisbar algunas se?ales del horror.

Nacido en Praga en 1932 en el seno de una familia jud¨ªa de lengua alemana, Saul Friedl?nder emigr¨® con los suyos a Francia cuando los nazis ocuparon Checoslovaquia. Cuando las tropas alemanas avanzaron hacia Par¨ªs, huyeron a Neris-les-Bains, cerca de Vichy, en la zona no ocupada. Los Friedl?nder fueron finalmente atrapados en Suiza. Ya hab¨ªan colocado a su ¨²nico hijo en un internado cat¨®lico con el nombre de Paul-Henri Ferland y lo hab¨ªan dejado al cuidado de madame Mac¨¦ de Lepinay. "Le escribo desde el tren que nos conduce a Alemania", le explic¨® por carta el padre de Saul. Le hab¨ªa hecho llegar 6.000 francos, un brazalete y una carpeta de sellos. "?No abandone al peque?o! Que Dios se lo pague y la bendiga a usted y a toda su familia. Elli y Jan Freidl?nder". En 1948, el ni?o Paul abandon¨® el catolicismo, viaj¨® a Israel y se convirti¨® en Saul. Con ese nombre devolvi¨® la voz a las v¨ªctimas y cont¨® la terrible historia de los jud¨ªos en la Alemania de Hitler.