"O robas para nosotros o tus padres ver¨¢n las fotos porno"
Un informe policial alerta de la llegada de ex militares de la Europa del Este que extorsionan y trafican con sus compatriotas
Cristea V. M., rumano de 32 a?os, lleg¨® a Espa?a en octubre de 2006. Quer¨ªa ganarse el pan honradamente. Pero en Madrid se top¨® con un grupo de extorsionadores de su pa¨ªs, que, a fuerza de palizas, quisieron doblegarle para que robara bolsos a transe¨²ntes. Aguant¨® una semana las palizas, pero sucumbi¨® a los deseos de sus agresores cuando ¨¦stos le exhibieron fotos sexuales suyas humillantes. Le obligaron a practicarle una felaci¨®n a uno de ellos. Y fotografiaron la escena. "O haces lo que te digamos o enviamos las fotos a tus padres".
Le llevaron desde donde le ten¨ªan secuestrado hasta la Gran V¨ªa, en pleno coraz¨®n de Madrid, y le se?alaron el objetivo: una anciana. Cristea simul¨® que se acercaba a la mujer, pero, en lugar de arrastrarla con el bolso, sali¨® corriendo, seg¨²n la fiscal¨ªa de Madrid. Y comenz¨® a gritar pidiendo ayuda. Un taxi le llev¨® a una comisar¨ªa. Este caso est¨¢ pendiente de resoluci¨®n en la Audiencia de Madrid por agresi¨®n sexual y detenci¨®n ilegal. Un informe de la Direcci¨®n General de la Polic¨ªa, fechado en julio, al que ha tenido acceso El PA?S, se?ala que en los ¨²ltimos a?os "se ha constatado en Espa?a un notable incremento" de las "extorsiones y coacciones" entre extranjeros, sobre todo de los pa¨ªses del Este. Grupos y grup¨²sculos criminales pertrechados de armas siembran el miedo entre sus compatriotas con "t¨¦cnicas de extorsi¨®n importadas de sus pa¨ªses".
El informe muestra preocupaci¨®n por la peligrosidad de estas bandas: "Esta circunstancia se agrava con la condici¨®n de antiguos militares y miembros de la fuerza de seguridad en sus pa¨ªses de procedencia, acostumbrados al uso de armas y expertos en t¨¦cnicas de lucha, as¨ª como la existencia de reclamaciones judiciales o policiales pendientes contra ellas por hechos delictivos cometidos en sus pa¨ªses de origen, lo que les hace extremar las medidas de vigilancia para evitar ser detenidos". Son grupos regidos por una estructura piramidal, bien organizados y que, en caso de necesidad, "colaboran unos con otros, y con conexiones a nivel internacional".
La distinta "procedencia y vinculaci¨®n territorial de estas organizaciones condiciona su modo de actuar", seg¨²n el informe. As¨ª, grupos criminales de origen rumano se han especializado "en actividades vinculadas al tr¨¢fico de seres humanos, explotaci¨®n sexual de mujeres mediante el ejercicio de la prostituci¨®n, falsificaci¨®n de moneda y estafas en Internet; los de procedencia b¨²lgara, al tr¨¢fico ilegal de coches, tr¨¢fico de armas, de drogas y de seres humanos, as¨ª como a robos bien perge?ados; los de procedencia rusa, al tr¨¢fico de seres humanos, a la explotaci¨®n sexual de mujeres, al tr¨¢fico de estupefacientes y al blanqueo de los fondos que salen de la droga.
Sin olvidar que la mayor¨ªa de inmigrantes viene a trabajar honradamente a Espa?a, el informe revela, asimismo, la existencia de "grupos criminales albaneses y albano-kosovares especializados en robos altamente cualificados, tr¨¢fico de armas y estupefacientes"; y otros de origen polaco dedicados "a la extorsi¨®n y al tr¨¢fico il¨ªcito de coches". Tambi¨¦n, seg¨²n el informe, hay miembros que se saben perseguidos por delitos graves en sus pa¨ªses y permanecen en Espa?a "en estado latente", con trabajos normales y sin levantar sospechas, hasta que la organizaci¨®n les avisa.
Un juzgado de Valdemoro investiga ahora la extorsi¨®n sufrida por un ciudadano polaco que, acuciado por un problema econ¨®mico, oy¨® que en el madrile?o barrio de Aluche hab¨ªa una organizaci¨®n formada por compatriotas suyos que prestaban dinero a cambio de intereses. Los 30.000 euros que pidi¨® y obtuvo de la banda le pasaron factura s¨®lo unos d¨ªas despu¨¦s.
?l pact¨® con la organizaci¨®n devolverles el dinero y otros 12.000 euros en intereses. Pero la red rompi¨® el pacto y comenz¨® a exigirle 120.000 euros. "O entregas el dinero, o te mandamos de nuevo al caramono", le advirti¨® uno de los cabecillas. El temible caramono era el mismo que ya le hab¨ªa dado una paliza para recordarle la deuda.
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