Cierta melancol¨ªa
Sostiene Fellini en el contexto de unas reflexiones sobre las relaciones entre m¨²sica y cine que se proyectan en este espect¨¢culo que la m¨²sica siempre le ha producido una sensaci¨®n de melancol¨ªa. Justamente es lo que se desprende de inmediato de la propuesta esc¨¦nico-musical de Nicola Piovani.
El planteamiento es arriesgado, entre otras razones porque se da la vuelta a lo establecido. La m¨²sica que sirve de tel¨®n de fondo a las pel¨ªculas que se ponen en primer plano, y las im¨¢genes est¨¢ticas de los fotogramas sirven de acompa?amiento. Todo ello, con un lenguaje virado hacia lo teatral.
La melancol¨ªa aparece desde la evocaci¨®n de un discurso que originalmente es otro. Pero tambi¨¦n en la dimensi¨®n popular que el espect¨¢culo posee. En este terreno la puesta en escena se manifiesta insuficiente. Y uno puede a?orar ambientes de verbena al aire libre, con sus luces de colores, donde este espect¨¢culo tendr¨ªa otro alcance.
Concerto Fotogramma
Composici¨®n, piano y direcci¨®n musical: Nicola Piovani. Compania dell'Ambra. M¨²sica e im¨¢genes de pel¨ªculas de Fellini, Hermanos Taviani, Moretti, Benigni y Bigas Luna. Teatro Alb¨¦niz, 15 de octubre.
En el Alb¨¦niz se manifest¨® un poco distante, por mucho que pesen el carisma de Piovani y sus m¨²sicos, el encanto napolitano de un cantante como Pino Ingrosso o la sonoridad nost¨¢lgica del acorde¨®n. La m¨²sica en esta nueva escala de valores se vuelve reiterativa y aunque luzca m¨¢s en el cine de Benigni o en el de Fellini, donde sobresale con m¨¢s libertad es en los cantos elaborados precisamente para la escena como El amor de las tres naranjas.
Con todo ello, no quiero limitar en modo alguno la valoraci¨®n de la m¨²sica para cine -la hay imponente, desde Shostak¨®vich a Rota, pasando por Alberto Iglesias y el propio Piovani-, sino mostrar los problemas de una descontextualizaci¨®n. El espect¨¢culo es amable y se contempla sin sobresaltos. Entra de lleno en esa din¨¢mica de lo diferente que Ariel Goldenberg regala continuamente al Festival de Oto?o, pero se queda en un tono menor. Aunque tal vez sea ¨¦sa su intenci¨®n.
Babelia
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