Ca¨ªn y Abel al volante
El duelo entre Hamilton y Alonso remite a las pugnas m¨¢s duras entre compa?eros de escuder¨ªa
Desde que un piloto persigui¨® a su compa?ero de escuder¨ªa por los boxes martillo en mano, la historia de Ca¨ªn y Abel se repite c¨ªclicamente en la f¨®rmula 1. Se llamaba Luigi Fagioli. Pocos a?os despu¨¦s mantuvo otra pugna con su compa?ero de escuder¨ªa en Alfa Romeo, Juan Manuel Fangio, cinco veces campe¨®n del mundo de f¨®rmula 1. Aquello sucedi¨® en los albores de la competici¨®n. La sangre no ha llegado al r¨ªo, pero se ha podido presenciar m¨¢s de una escena de boxeo y, aunque no se espera que llegue a tanto, la pugna entre Lewis Hamilton y Fernando Alonso ha generado una tensi¨®n que llega a su cl¨ªmax en el circuito de Interlagos, en S?o Paulo (Brasil), donde el domingo se decide el Mundial. No descubren la p¨®lvora quienes dicen que el mayor enemigo de un piloto de f¨®rmula 1 es su propio compa?ero de escuder¨ªa.
Fagioli le lanz¨® un martillo a Caracciola antes de perseguirle cuchillo en mano
"Regresa, Alain, sin ti ya no es lo mismo", le exhort¨® Senna a Prost tras irse de McLaren
- Persecuciones y armas blancas en los boxes. El episodio de Fagioli se produjo durante el Gran Premio de Reims de 1951, cuando fue obligado a ceder el volante de su Alfa Romeo a Fangio, que logr¨® vencer. Ambos compartieron la victoria, algo que las normas permit¨ªan por entonces. Pero Fagioli no quiso subir a lo alto del podio con Fangio y, tras un violento altercado en boxes, anunci¨® que dejaba Alfa Romeo. Pero eso no fue nada comparado con los episodios que el italiano, conocido como el ladr¨®n de los Abruzzi, hab¨ªa protagonizado en 1935. La escuder¨ªa alemana Mercedes lo fich¨®. No acert¨® a ver que Hitler deseaba demostrar la supremac¨ªa alemana tambi¨¦n en los circuitos. En una de las carreras m¨¢s populares, la Eifelrennen, recibi¨® la orden de dejar ganar a su compa?ero Manfred von Brauchitsch. Fagioli, ni corto ni perezoso, fren¨® su coche y lo abandon¨® en mitad de la pista. Un a?o despu¨¦s fich¨® por Auto Uni¨®n, escuder¨ªa en la que mantuvo una pugna con Rudolf Caracciola al que en boxes, durante el Gran Premio de Tr¨ªpoli, le lanz¨® un martillo antes de perseguirle cuchillo en mano.
- El embrollo Prost-Senna. Es el antecedente m¨¢s cercano y similar al conflicto que enfrenta a Hamilton y Alonso porque, en buena medida, se produjo en la misma escuder¨ªa, McLaren, que ya dirigida Ron Dennis por entonces. Su convivencia empez¨® en 1988. El t¨ªtulo fue para Senna. Un a?o despu¨¦s, el brasile?o viol¨® un pacto de no agresi¨®n en Imola. Y en Jap¨®n, el McLaren del franc¨¦s fue embestido por el de Senna, que fue descalificado. Prost gan¨® su tercer t¨ªtulo y al mismo tiempo anunci¨® su fichaje por Ferrari. En 1990, volvi¨® a repetirse la situaci¨®n aunque entonces ya defendiendo colores distintos y tambi¨¦n con un desenlace diferente porque el campe¨®n, tras embestir de nuevo el b¨®lido rojo de Prost, fue Senna. El brasile?o ya hab¨ªa propiciado la marcha de Elio De Angelis de Lotus debido a la batalla que mantuvieron siendo compa?eros en la escuder¨ªa brit¨¢nica. Pese a todo, cuando Prost se retir¨®, Senna le exhort¨®: "Regresa Alain, sin ti ya no es lo mismo".
- La humillaci¨®n de Villeneuve. "Acabar segundo es una cosa, pero acabar segundo porque te roben la posici¨®n es algo muy distinto". As¨ª resum¨ªa uno de los pilotos m¨¢s admirados en la historia el incidente que supuso el fin de su amistad con su compa?ero de escuder¨ªa, Didier Pironi. Sucedi¨® en el circuito italiano de Imola, cuando el abandono de Arnoux dej¨® el doblete servido a los Ferrari. Ambos recibieron la orden de reducir la marcha para no consumir tanto combustible. "Afloj¨¦ la marcha creyendo que Pironi ser¨ªa honesto", declar¨® Villeneuve. "Pero de repente se ech¨® sobre m¨ª y me pas¨® acelerando. Cuando en Ferrari recibimos la orden de ir lento, significa que mantengamos la posici¨®n". Al bajarse del coche, Villeneuve no felicit¨® a Pironi y en el podio ni siquiera le dirigi¨® la mirada. En la siguiente carrera, en Zolder (B¨¦lgica), Villeneuve se mat¨® durante los entrenamientos.
- M¨²ltiples frentes en los ¨²ltimos a?os. Kimi Raikkonen y Juan Pablo Montoya se las tuvieron tiesas durante 2005 en McLaren, m¨¢s o menos la misma ¨¦poca en que Giancarlo Fisichella gan¨® el Gran Premio de Australia y se puso gallito con Alonso estando ambos en Renault. Rubens Barrichello, despu¨¦s de estar cinco a?os a la sombra de Michael Schumacher, se fue echando pestes de Ferrari y acusando de todo lo habido y por haber al siete veces campe¨®n mundial, de la misma manera que David Coulthard ya hab¨ªa puesto de manifiesto mucho antes sus piques constantes con Mika Hakkinen, tambi¨¦n en McLaren. Como dijo Damon Hill, campe¨®n del mundo en 1996: "Nadie puede controlar a los pilotos. Hamilton y Alonso son dos grandes y los dos quieren ganar. El problema es que est¨¢n en la misma escuder¨ªa. Ron Dennis har¨ªa bien en intentar disfrutar de la pelea que ellos mantienen sin intervenir directamente".
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