Doce a?os de decadencia

Las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas y municipales, celebradas el pasado mayo, fueron la constataci¨®n de que el socialismo valenciano est¨¢ da?ado estructuralmente. En la oposici¨®n desde 1995 en las Cortes Valencianas, en las tres capitales y en las diputaciones provinciales, la segunda federaci¨®n del PSOE en n¨²mero de militantes ha visto c¨®mo en los ¨²ltimos meses se hund¨ªa su estructura territorial, fundamentalmente en la provincia de Valencia.

La debacle electoral se ha visualizado en la p¨¦rdida de las principales ciudades del cintur¨®n rojo de Valencia -un ¨¢rea metropolitana de 700.000 habitantes-, donde municipios importantes como Torrent y Paterna han pasado a manos del PP y otros como Burjassot han salvado el gobierno municipal gracias a pactos con Esquerra Unida y el Bloc Nacionalista Valenci¨¤. La p¨¦rdida de Torrent ha sido especialmente dolorosa, ya que en este municipio resid¨ªan la mayor¨ªa de las v¨ªctimas del accidente de la l¨ªnea 1 del Metro de Valencia. Pese a ello, es en este cintur¨®n rojo donde los socialistas valencianos conservan Alaqu¨¤s, un municipio de 30.000 habitantes, que se ha convertido en el mayor n¨²cleo de poblaci¨®n en el que el PSPV-PSOE ha logrado mayor¨ªa absoluta, argumento que esgrime su alcalde, Jorge Alarte, para postularse como soluci¨®n en el pr¨®ximo congreso ordinario.

Zapatero logr¨® en 2004 un resultado excepcional con el 43% de los votos

El voto socialista est¨¢ estancado desde 1995, pero el PP ha ampliado la ventaja en 10 puntos

Con porcentajes de voto que dif¨ªcilmente superan el 35%, los socialistas valencianos han visto c¨®mo el PP los dejaba atr¨¢s. Si los populares lograron sus primeras victorias en 1995 con porcentajes de voto superiores al 43%, en las ¨²ltimas han ampliado hasta en 10 puntos porcentuales su ventaja. De hecho, el presidente valenciano, Francisco Camps, se jacta de que uno de cada dos valencianos vota al PP. La ¨²nica excepci¨®n en la serie de resultados socialistas en la Comunidad Valenciana desde 1996, son las generales de 2004, donde Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero logr¨® un resultado excepcional con el 43% de los votos.

?C¨®mo ha logrado el PP incrementar tanto su ventaja? Una parte de la respuesta est¨¢ en las ciudades de Alicante y Valencia, donde Luis D¨ªaz Alperi y Rita Barber¨¢ han competido frente a agrupaciones socialistas reducidas y fragmentadas que no han sido capaces de consolidar un candidato alternativo. Desde 1991, en que logr¨® la alcald¨ªa por primera vez, Barber¨¢ se ha enfrentado a Clementina R¨®denas, Aurelio Mart¨ªnez, Ana Noguera, Rafa Rubio y Carmen Alborch. En ese tiempo la agrupaci¨®n municipal socialista de Valencia ha pasado de m¨¢s de 5.000 militantes a unos 1.800. En las ¨²ltimas elecciones municipales, Barber¨¢ logr¨® el 56,6% de los votos, frente al 33,7% de las papeletas socialistas, que es en la actualidad el ¨²nico grupo de oposici¨®n, tras desaparecer del hemiciclo Esquerra Unida.

En Alicante, D¨ªaz Alperi se ha enfrentado a los socialistas ?ngel Luna, Juan Antonio Pina, Blas Bernal y Etelvina Andreu, la que m¨¢s se ha aproximado al gobierno municipal. Sin embargo, la cuarta derrota consecutiva s¨®lo ha servido para mantener fragmentada en, al menos seis familias distintas, la agrupaci¨®n local que tiene 1.400 militantes.

El referente socialista en la provincia de Alicante sigue siendo Elche, la tercera ciudad de la Comunidad Valenciana, donde el PSPV mantiene la alcald¨ªa gracias a un edil de Comprom¨ªs. En la circunscripci¨®n se mantiene el gobierno de ciudades importantes como D¨¦nia, aunque se han perdido Elda y Aspe y no se gobierna desde hace m¨¢s de una d¨¦cada en Benidorm, Alcoi, Torrevieja, Orihuela, etc¨¦tera.

La p¨¦rdida de ciudades medias por parte del PSPV ha adquirido un especial dramatismo en la provincia de Valencia, porque a la p¨¦rdida de buena parte del cintur¨®n rojo se han sumado los desalojos en Ontinyent y Sagunto y la consolidaci¨®n de la marea popular en bastiones anta?o socialistas como Alzira, Algemes¨ª o Carcaixent.

En la provincia de Castell¨®n, el feudo del popular Carlos Fabra, los socialistas han podido recuperar Benic¨¤ssim y mantener Onda, Moncofa y Morella. Y aunque han aguantado en la capital de La Plana, el trabajo de los 450 militantes no ha servido para alzarse con el gobierno de esta ciudad de 150.000 habitantes.

La situaci¨®n interna del PSPV ha sido objeto de debate entre algunos de sus principales dirigentes, aunque sin avanzar en propuestas concretas. As¨ª, el propio Pla lleg¨® a reconocer la necesidad de recuperar y potenciar la estructura provincial, frente a la actual basada en las comarcas. Pero al discurso nunca han seguido los hechos.

La debilidad estructural de la que se titula segunda federaci¨®n del PSOE ha dificultado tambi¨¦n la renovaci¨®n de caras. As¨ª, Pla concurri¨® a las elecciones auton¨®micas del pasado mes de mayo pr¨¢cticamente con las mismas candidaturas que hab¨ªa presentado cuatro a?os antes. Los recambios m¨¢s llamativos fueron los candidatos municipales de Valencia, Alicante, Castell¨®n y Elche, que no lograron los objetivos fijados.

El discurso de los socialistas valencianos tambi¨¦n ha contribuido, en numerosas ocasiones, a la confusi¨®n del electorado. En materia de agua, el PSPV-PSOE ha formulado un discurso err¨¢tico, en el que unas veces parec¨ªa que estaba a favor del trasvase del Ebro a la Comunidad Valenciana y otras no. Y tampoco ha sabido contrarrestar con eficacia las cr¨ªticas de la Generalitat hacia el Gobierno de Rodr¨ªguez Zapatero en cuestiones como las inversiones en infraestructuras, la insuficiente financiaci¨®n auton¨®mica o el apoyo a las regatas de la Copa del Am¨¦rica.

En este contexto, Pla opt¨® por hacer de la lucha contra la corrupci¨®n su ariete contra el PP valenciano. En estos ¨²ltimos a?os, Pla ha reclamado una y otra vez transparencia en la gesti¨®n de la Administraci¨®n valenciana y ha cargado contra cargos del PP imputados en los tribunales, como el presidente de la Diputaci¨®n de Castell¨®n, Carlos Fabra, o los alcaldes de Alicante, Orihuela y Torrevieja.

Pla tambi¨¦n ha llevado al PSPV a personarse como acusaci¨®n particular en los casos por supuestas irregularidades en Terra M¨ªtica y en las contrataciones de Julio Iglesias por parte de la Generalitat. Parte de ese discurso qued¨® enterrado ayer en la reforma del piso de Pla.