Las dos caras de un atentado
Aznar no quiso reconocer el ataque terrorista contra Espa?a en Marruecos, pero Acebes concedió un millón a las víctimas
El atentado terrorista perpetrado por islamistas en Casablanca el 16 de mayo de 2003 -nueve días antes de las elecciones municipales y autonómicas- se dirigió, entre otros objetivos, contra intereses espa?oles, aunque varios ministros de José María Aznar lo negaron con insistencia durante los días y meses posteriores al ataque y aún lo siguen haciendo. El PP quería evitar que se pudiera relacionar el ataque terrorista con el apoyo reciente del Gobierno espa?ol a la Administración de Bush en la guerra de Irak.
La mayoría de las compensaciones por esos atentados fueron resueltas durante el Gobierno del PP, a partir de 22 de julio de 2003. Entre esa fecha y 2005 se han concedido hasta 1,1 millones de euros de indemnizaciones a familiares de siete víctimas espa?olas del atentado (cuatro fallecidos y tres heridos).
Interior reconoció que el ataque islamista iba contra intereses espa?oles
En los expedientes tramitados por el Ministerio del Interior, con ?ngel Acebes al frente, y con la firma de la subsecretaria María Dolores de Cospedal, se explica el motivo de la concesión de la ayuda: "La nacionalidad espa?ola de las víctimas, la vinculación espa?ola del lugar de comisión del acto terrorista y el objetivo implícito de los autores del delito terrorista contra intereses espa?oles, no sólo refuerza las competencias de la Justicia espa?ola para el enjuiciamiento terrorista cometido contra la Casa de Espa?a sino que, obviamente, fundamenta también la aplicación de la normativa sobre protección de las víctimas del terrorismo a las provocadas como consecuencia del mismo acto terrorista".
Sin embargo, el PP intentó difuminar el objetivo del atentado. La ministra de Exteriores, Ana Palacio, declaró el 19 de mayo de 2003, a seis días de las elecciones: "Lo más claro es el caso del Consulado de Bélgica, porque el atentado contra la Casa de Espa?a, sin perjuicio de que simbólicamente el nombre está ahí, es un restaurante, es una empresa privada". Palacio descalificó a los que consideraban que los islamistas que perpetraron la matanza -murieron 41 personas de las que 13 eran los terroristas que estallaron coches bomba contra cuatro objetivos- con otra declaración: "Tienen una visión roma quienes hayan podido decir que Espa?a traía sobre sí el ataque terrorista por la posición adoptada en la crisis de Irak. La prueba del nueve es que si hay un país que ha adoptado una posición diferente a la espa?ola es Bélgica, y sin embargo ahí está el atentado contra, eso sí, no es un restaurante, sino contra la sede de la legación belga directamente".
Dos informes de la Guardia Civil se?alaron que el atentado de Casablanca "no hace sino confirmar la hipótesis de que Espa?a es objetivo de este tipo de terrorismo". Menos de un a?o más tarde, terroristas yihadistas perpetraron el 11-M, el atentado más grave en la historia de Espa?a al colocar 13 bombas en cuatro trenes que provocaron 191 muertos y 1.800 heridos.
Federico Trillo, ministro de Defensa, aseguró que los terroristas de Casablanca eligieron la Casa de Espa?a para su ataque más mortal "no por ser Casa de Espa?a sino por ser un local de esparcimiento". El ministro de Economía, Rodrigo Rato, declaró: "Sacar conclusiones de política interna [en relación con el atentado de Casablanca] es un camino equivocado".
En el expediente de indemnizaciones que tramitó el Ministerio del Interior, se se?ala que la Casa de Espa?a en Casablanca (Marruecos) es "un centro creado por el Estado espa?ol en el a?o 1954 como lugar de encuentro y comunicación de los residentes espa?oles en Marruecos que actualmente cumple estos mismos fines en un sistema de gestión privada".
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