Portugal estrena la energ¨ªa del mar
La electricidad generada por las olas del Atl¨¢ntico llegar¨¢ a 1.500 hogares al norte del pa¨ªs - Los expertos desconocen el efecto sobre flora y fauna
Las c¨¦lebres olas portuguesas, un sue?o para los surfistas de media Europa, est¨¢n a punto de ponerse a trabajar. Enersis, un grupo portugu¨¦s de capital australiano, inaugurar¨¢ en unas semanas el primer parque de olas del mundo en Agu?adoura, al norte de Oporto. La central convierte la energ¨ªa de las olas en electricidad, est¨¢ formada por tres tubos rojos de 142 metros de largo y 3,5 de di¨¢metro, y flotar¨¢ cinco kil¨®metros mar adentro. La tecnolog¨ªa ha sido ideada por la firma escocesa Ocean Power Delivery (OPD), se llama Pelamis (cobra marina, en griego) y permitir¨¢ iluminar 1.500 casas.
Tras varios meses de construcci¨®n en Escocia y dos a?os de montaje a cargo de 30 personas en Peniche, la empresa de energ¨ªa renovable ib¨¦rica Enersis ha retrasado la apertura del parque por problemas... con las olas. "El estado del mar no nos ha permitido remolcar las m¨¢quinas con los barcos", explica un portavoz de la empresa, "y ahora la idea es abrirlo cuando los tubos est¨¦n ya enchufados y funcionando".
La meta es que el mar cubra en 15 a?os el 20% del consumo energ¨¦tico
A nivel global, el mercado de las olas valdr¨¢ 325.000 millones de euros
Las olas ahorrar¨¢n, seg¨²n Enersis, 60.000 toneladas de emisiones
Pelamis se parece a una gran cobra roja articulada, y se mueve al ritmo de las olas. Aunque cada m¨¢quina pesa 700 toneladas, los tubos est¨¢n semisumergidos (se se?alan con boyas y en las cartas mar¨ªtimas) con flotadores y pesos. Cada tubo tiene tres secciones cil¨ªndricas, unidas por juntas articuladas donde est¨¢n los m¨®dulos de conversi¨®n de energ¨ªa. Cuando las olas pasan, los tubos se mueven, se activan unos generadores y la energ¨ªa cin¨¦tica se convierte en el¨¦ctrica. Un cable submarino la encamina hasta una subestaci¨®n de la red general, y ah¨ª es cuando el cliente puede darle al interruptor.
La tecnolog¨ªa escocesa ha levantado tantas expectativas que ha acabado por dar nombre a OPD, la el¨¦ctrica con sede en Edimburgo. Muchos otros pa¨ªses prueban hace a?os sistemas parecidos.
El proyecto de Iberdrola
Las primeras centrales se instalaron en el a?o 2000, en Escocia y Azores. Desde entonces ha habido al menos 20 proyectos y prototipos. Otra firma escocesa, Scottish Power, ahora propiedad de Iberdrola, tiene ya licencia para instalar el primer parque de olas del Reino Unido, tambi¨¦n con Pelamis. Y en Australia hay una versi¨®n llamada El lince de las olas, pero a¨²n no ha arrancado.
Portugal, siempre escrutando el Atl¨¢ntico, echar¨¢ a andar antes que nadie. Antonio Sarmento, el director del Centro de Energ¨ªa de las Olas, fundado en 2003, comenz¨® a investigar la energ¨ªa del mar en 1977, a ra¨ªz de la crisis del petr¨®leo. Treinta a?os despu¨¦s, est¨¢ a punto de ver nacer un sue?o: "El pa¨ªs apost¨® por las energ¨ªas end¨®genas, viento, sol y mar, porque importar la energ¨ªa resulta muy caro. El potencial de nuestras olas es evidente, y tenemos dos ventajas: mucha costa y mucha poblaci¨®n concentrada cerca, lo que hace m¨¢s f¨¢cil transportar la luz".
La instalaci¨®n inicial de Agu?adoura tendr¨¢ una potencia de 2,25 megavatios (750 kilovatios cada tubo) y dar¨¢ luz a 6.000 personas. Pero el objetivo es mucho m¨¢s ambicioso. En una segunda fase, se instalar¨¢ un parque de 25 m¨¢quinas, para 20 megavatios y 15.000 viviendas. Y despu¨¦s, un conjunto de parques hasta alcanzar los 500 megavatios. La meta, dice Sarmento, es que el mar ofrezca en 15 a?os entre el 20% y el 30% del total de la energ¨ªa nacional. Seg¨²n Enersis, las olas ahorrar¨¢n 60.000 toneladas de emisiones de di¨®xido de carbono al a?o. Pero el sistema tiene limitaciones. "Hace falta una red fuerte y adaptada a las nuevas conexiones", dice Sarmento. Otro problema es el coste, 3 o 4 veces m¨¢s caro que el de los ventiladores e¨®licos, aunque Pelamis "cuesta la mitad al salir al mercado de lo que costaban los generadores de aire en esa misma etapa".
Enlazados por cables y separados por 225 metros, los cilindros rojos ocupar¨¢n casi un kil¨®metro cuadrado de mar frente a la playa, donde la fuerza de las olas "es t¨¦cnicamente m¨¢s estable" que junto a la orilla, ha dicho el inventor de la tecnolog¨ªa, Richard Yemm. Reino Unido, Irlanda, Francia, Espa?a y Noruega son los pa¨ªses que mejor pueden aprovechar la nueva energ¨ªa, sostiene Pelamis.
El futuro parece tan prometedor como disputado. En el mundo, el mercado de las olas valdr¨¢ 325.000 millones de euros. La carrera por convertirse en fabricante y exportador ser¨¢ feroz. Enersis parece haber tomado una buena ventaja, porque Portugal ve la energ¨ªa limpia como un "asunto estrat¨¦gico".
La fuente m¨¢s utilizada hasta ahora es la e¨®lica: con una potencia instalada de 2.054 megavatios (dato de septiembre de 2007), Portugal ocupa el cuarto lugar de Europa. La el¨¦ctrica EDP es tambi¨¦n la cuarta operadora del mundo en esa energ¨ªa, y el pa¨ªs ha sido el cuarto de Europa que m¨¢s potencia instal¨® en 2006, tras Alemania, Espa?a y Francia.
Aunque la energ¨ªa limpia, pero limpia-limpia, no existe. El profesor Sarmento explica que Pelamis no es una serpiente silenciosa: "Hace ruido, pero de momento no lo hemos identificado como un elemento cr¨ªtico de impacto ambiental". ?Y qu¨¦ opinan los peces? "Eso no lo sabemos todav¨ªa".
Inconvenientes
- Coste. El sistema tiene el problema de ser tres o cuatro veces m¨¢s caro que la energ¨ªa e¨®lica, la m¨¢s utilizada de las energ¨ªas limpias con una potencia instalada de 2.054 megavatios.
- Ruido. Pelamis no es una serpiente silenciosa aunque, hasta el momento, el ruido no ha llegado a ser un elemento cr¨ªtico de impacto ambiental, seg¨²n sus creadores.
- Limitaciones. El sistema exige una red fuerte y adaptada a las nuevas conexiones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.