Carrera de obst¨¢culos en 4.000 kil¨®metros
El 40% de las v¨ªas pecuarias est¨¢ bajo el asfalto o el ladrillo y son "irrecuperables"
Restaurantes mastod¨®nticos, residencias para el recogimiento espiritual, pol¨ªgonos industriales, centros comerciales, campos de golf, chabolas, mansiones, vertederos, autopistas y campos de f¨²tbol. Todo eso cabe dentro de los 4.225 kil¨®metros de v¨ªas pecuarias de Madrid. Una red, seg¨²n denuncian dos organizaciones ecologistas, supervisada s¨®lo por dos personas y protegida por una ley que vela porque estas sendas sean "imprescriptibles, inembargables e inalienables" que debe aplicar la Comunidad. En el ¨¢rea de v¨ªas pecuarias trabajan 18 personas, pero "ninguna vigila, porque no es su competencia". El Patronato de V¨ªas Pecuarias, organismo p¨²blico, lleva sin reunirse desde febrero de 2005. Seg¨²n recuerdan desde Ecologistas en Acci¨®n, este organismo debe convocarse cada seis meses. Desde Agricultura objetan: "Nadie ha pedido que se convoque".
"?Tiramos la A-6 por estar en una ca?ada?", dice el Gobierno regional
El Ejecutivo regional concede que m¨¢s del 40% de los caminos son "irrecuperables". Yacen sepultados bajo el asfalto y el entramado urban¨ªstico. A veces, s¨®lo sobrevive un cartel que avisa de que en ese galimat¨ªas de alquitr¨¢n sigue reinando el derecho de las ovejas a pasearse.
"?Qu¨¦ hacemos? ?Tiramos la carretera de A Coru?a porque est¨¢ en una ca?ada?", se preguntan ret¨®ricamente en la Consejer¨ªa de Econom¨ªa, responsable de esta madeja de veredas. "?Evidentemente, no!", se responden. "Muchos casos son anteriores al estatuto de autonom¨ªa y en otros, simplemente, hay que desviar el camino unos metros para un lado o para el otro". El problema es que, como en la Ca?ada Real Galiana, a veces no hay espacio para hacer ese requiebro a un trazado del siglo XIII.
Hilario Villalvilla, escritor en senda, ha ido documentando cada obst¨¢culo que encuentra en las ca?adas. Ha perdido la cuenta. Suma m¨¢s de 150 agresiones. "Ni siquiera se mantiene la se?alizaci¨®n", denuncia Villalvilla, que, sin embargo, recuerda que est¨¢n llenas de "carteles de publicidad gigantes".
Lo que no se conserva es la anchura. Ni la libertad de paso. "En muchas queda un hilillo y casi todas tienen unas vallas met¨¢licas", notifica Villalvilla. Las ca?adas deben tener un ancho de 75,2 metros, al parecer, la amplitud que dan, una tras otra, 90 varas castellanas. Los cordeles, 37,6 metros; las veredas, 20,9; y las coladas, depende.
En Boadilla del Monte, por ejemplo, hay cuatro veredas. O sea, de las de 20 metros. Seg¨²n la documentaci¨®n que se acumula en el asiento del coche de Pablo Nieto, del PSOE en este municipio, ninguna est¨¢ bien. "Precisemos. ?Est¨¢n destrozadas!", clama Nieto que dice que en la Vereda de San Ant¨®n hay dos urbanizaciones, Bonanza y Las Lomas, que invaden el caminito pecuario. Tambi¨¦n, ya en Majadahonda, un campo de golf. Peor suerte a¨²n ha corrido la Vereda de los Barros. Ha dejado de existir por el nuevo Plan de Ordenaci¨®n Urbana. "Sirve para que los camiones trabajen en las obras". Lo que recuerda un punto esencial de la ley: "Queda expresamente prohibido el uso de cualquier veh¨ªculo motorizado".
Aunque no siempre el desastre es total. Los caminos del norte de la Comunidad, menos urbanizados, se conservan mejor. De hecho, el Gobierno regional los usa para iniciativas "socio-culturales". Entre ellas, un proyecto para personas con discapacidad. La primera salida de este plan "sin barreras" fue por las sendas de Manzanares el Real.
En 2004 el alcalde de Quijorna fue condenado a un a?o de c¨¢rcel por construir 20 viviendas en la Ca?ada Real Segoviana. Lo mejor fue el argumentario del juez: "Una vez declarada la existencia de la ca?ada como v¨ªa pecuaria, toda construcci¨®n es ilegal". O sea, igual que en otros 2.000 kil¨®metros.
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