Un d¨ªa en la vida del director general
Los verdaderos l¨ªderes saben hacia d¨®nde van y creen en lo que hacen, interes¨¢ndose por el bienestar de sus colaboradores
Llegar a ser director general o consejero delegado de una empresa es una haza?a al alcance de muy pocos. "Asumir dicha responsabilidad implica ciertos derechos y privilegios, pero tambi¨¦n numerosas obligaciones, que tan s¨®lo son capaces de gestionar adecuadamente personas con una determinada visi¨®n y una trabajada inteligencia emocional", seg¨²n los expertos en management.
As¨ª, "los verdaderos l¨ªderes son aquellos que saben hacia d¨®nde van y creen en lo que hacen", a?aden estos especialistas. Y no s¨®lo eso: "Para influir positivamente y garantizar la sostenibilidad de la compa?¨ªa, dedican un tercio de su d¨ªa a d¨ªa a pasearse por los diferentes departamentos, interes¨¢ndose por el bienestar de sus colaboradores".
"Lo importante es disfrutar con tu profesi¨®n y para ello es imprescindible creer en lo que haces", afirma Enric Casi, director de Mango
El director general es responsable de encarnar los valores de la empresa, contagi¨¢ndolos al resto de colaboradores a trav¨¦s del ejemplo
"No me gusta estar sentado delante de un ordenador; mi secretaria se encarga de leer y de ordenar mis 'e-mails", reconoce Casi
Por muy parecida que haya sido su formaci¨®n acad¨¦mica, es imposible encontrar a dos profesionales que gestionen una compa?¨ªa de la misma manera. "El estilo de liderazgo es inherente a la forma de ser de cada persona, que a su vez deber¨¢ adaptarse a la realidad particular en la que se desenvuelva la organizaci¨®n para la que trabaja", afirma Jaume Llopis, profesor de direcci¨®n general del IESE.
Por ello, "no existen normas estrictas que garanticen el ¨¦xito en la direcci¨®n de empresas, pero s¨ª principios flexibles que han demostrado su eficacia a lo largo de las ¨²ltimas d¨¦cadas", apunta Llopis, coautor de Yo dirijo. La direcci¨®n del siglo XXI seg¨²n sus protagonistas (Deusto), en el que analiza las reflexiones de grandes pensadores del management, como Peter Drucker, John Kotter o Henry Mintzberg, al tiempo que incorpora las experiencias personales de numerosos directivos espa?oles.
Llopis define al "buen l¨ªder" como una persona con "una inteligencia emocional muy desarrollada", capaz de estar en contacto con la realidad interna de su empresa (colaboradores), as¨ª como con la realidad externa (clientes y proveedores), de manera que pueda "trasladar la misi¨®n y la visi¨®n que persigue la compa?¨ªa a todos los actores implicados".
Dado que la realidad macroecon¨®mica es cada vez m¨¢s "cambiante y din¨¢mica", este gestor tambi¨¦n debe "investigar y conocer hacia d¨®nde va a ir el mercado, para que pueda adaptar su estrategia, adelant¨¢ndose a las necesidades futuras de sus clientes", apunta Llopis. Y no s¨®lo eso: "El director general tambi¨¦n es responsable de encarnar los valores que definen a la compa?¨ªa, contagi¨¢ndolos al resto de colaboradores a trav¨¦s del ejemplo". Por ¨²ltimo, "suele invertir tiempo y esfuerzos en detectar y desarrollar a sus profesionales con m¨¢s talento, para poder garantizarse la sostenibilidad del proyecto".
Trabajar el positivismo
En esta l¨ªnea se desenvuelve Enric Casi, director general desde 1996 de la multinacional espa?ola Mango, que cuenta ya con 6.500 empleados en todo el mundo y cuya facturaci¨®n super¨® en 2006 los 1.250 millones de euros. Este directivo goza de un horario flexible y dedica 10 horas al d¨ªa a su profesi¨®n. "Lo que m¨¢s me gusta de mi trabajo es la oportunidad de crear y de influir en mi entorno positivamente".
"Con los a?os he aprendido a no estar pendiente de los resultados, para poder as¨ª centrarme en los problemas y asuntos del d¨ªa a d¨ªa, que no son pocos", explica Casi. "Y siempre intento ver las cosas que suceden desde el punto de vista positivo; de hecho, a pesar de las dificultades y adversidades que me acompa?an, me esfuerzo para irradiar energ¨ªa positiva entre las personas que me rodean", a?ade.
"No tengo mucha rutina", reconoce. "La verdad es que no me gusta estar sentado delante de un ordenador; mi secretaria se encarga de leer y de ordenar mis e-mails", confiesa. "Mi trabajo consiste en pasearme por la empresa, reconfirmando una y otra vez cu¨¢les son los objetivos del grupo y resolviendo todo tipo de dudas que van surgiendo entre los responsables de los diferentes departamentos".
En cuanto a la conciliaci¨®n entre vida personal y profesional, Casi asegura que "va a ¨¦pocas", pero siempre reservando los fines de semana para su familia. "Lo importante es disfrutar con tu profesi¨®n y para ello es imprescindible creer en lo que haces". Y concluye: "Por suerte, no tardo en desconectar ni cinco minutos".
Humildad
Cuanto m¨¢s poder asume una persona en una organizaci¨®n empresarial, mayor es su responsabilidad para ejercerlo con humanidad. Sin embargo, "existen ciertas amenazas intr¨ªnsecas a la condici¨®n humana que suelen desbaratar este prop¨®sito", afirma el psic¨®logo laboral I?aki Pi?uel, profesor de la Universidad de Alcal¨¢ de Henares.
As¨ª, "la ignorancia y la inconsciencia son los mayores enemigos de muchos jefes espa?oles, pues les impiden estar a la altura de las circunstancias, volvi¨¦ndose d¨¦spotas, autoritarios y muy alejados emocionalmente de las personas a las que dirigen", subraya Pi?uel, autor de Neomanagement. Jefes t¨®xicos y sus v¨ªctimas (Aguilar).
Lo cierto es que "a medida que las personas van ascendiendo en el escalaf¨®n profesional, su car¨¢cter suele ir incorporando defectos como la arrogancia, el orgullo, la vanidad o la prepotencia, que tienen consecuencias muy venenosas para las empresas", concluye este especialista.
Para no caer en este liderazgo t¨®xico, "es importante trabajar en equipo desde la humildad", se?ala Enric Casi, director general de Mango. En su opini¨®n, "liderar con humildad quiere decir ser consciente de que todos vemos la realidad desde un punto de vista subjetivo, por lo que es necesario cultivar una mente flexible y abierta, que te permita empatizar con las posturas de los dem¨¢s". Y es algo que "uno debe recordarse cada d¨ªa para no olvidarse y ser v¨ªctima de ello".
"Liderar es servir a los dem¨¢s"
Aunque todav¨ªa son una minor¨ªa, cada vez m¨¢s empresarios espa?oles est¨¢n tomando conciencia de la importancia de generar las mejores condiciones laborales para atraer y fidelizar a los profesionales con m¨¢s talento. Y no s¨®lo eso: ya nadie pone en duda que la gesti¨®n de la confianza, basada en la direcci¨®n por objetivos y la flexibilidad de horarios, incide notablemente en la satisfacci¨®n de los trabajadores, lo que a su vez tiene un impacto muy positivo en la cuenta final de resultados.
Entre otros impulsores del llamado "humanismo empresarial", que pretende alinear el bienestar de los seres humanos con el af¨¢n de lucro de las empresas, destaca el experto en liderazgo Kenneth Blanchard, presidente y director espiritual de The Ken Blanchard Companies, que cuenta con clientes de la talla de Nissan, Nokia y Pfizer. En su opini¨®n, "para liderar a un grupo de personas, los directivos primero tienen que aprender a liderarse a s¨ª mismos".
As¨ª, antes de asumir dicha responsabilidad, "el buen l¨ªder es el que se interesa por conocer y comprender con detenimiento su realidad interior. De ah¨ª la importancia del autoconocimiento y el desarrollo personal", sostiene Blanchard. "El objetivo de esta introspecci¨®n", a?ade, "consiste en desprenderse de su percepci¨®n egoc¨¦ntrica de la realidad". En este sentido, las llamadas "crisis existenciales", que tanto sufrimiento generan en las personas, "pueden convertirse en excelentes oportunidades para llevar a cabo este crecimiento".
"Al conocerse a s¨ª mismos y saber de qu¨¦ manera est¨¢n relacionados con el resto de seres humanos, estos empresarios empiezan a interactuar desde la empat¨ªa y no desde la soberbia", afirma. "S¨®lo sobre la base de esta comprensi¨®n se puede llegar a liderar eficientemente, es decir, sirviendo a las personas que trabajan para ti". Y concluye: "Los aut¨¦nticos l¨ªderes son los que comprenden que todos estamos en el mismo bando, pues lo que le hacemos a los dem¨¢s nos lo hacemos a nosotros mismos".
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