Permisos tard¨ªos, talento que se pierde

El peruano Kaisin Canaval, tras diez a?os de estancia en Jap¨®n, decidi¨® trasladarse a vivir a Espa?a con el objetivo de graduarse en Administraci¨®n de Empresas (MBA) y, con el t¨ªtulo en el bolsillo, quedarse a trabajar. En 2005 se matricul¨® en el m¨¢ster del Instituto de Empresa y un a?o despu¨¦s obtuvo el t¨ªtulo. Canaval fue de los pocos no europeos que tuvo suerte. Trabaja en Accenture, en Madrid, como consultor inform¨¢tico. Sin embargo, recuerda como un calvario los meses que tuvo que pasar esperando que le dieran permiso de trabajo.

Al contrario que ¨¦l, la mayor¨ªa de los extranjeros no comunitarios que vienen a Espa?a atra¨ªdos por el prestigio de nuestras escuelas de negocio no puede desarrollar una carrera profesional aqu¨ª por las dificultades que acarrea lograr el permiso de trabajo. "La reglamentaci¨®n es muy tediosa", se lamenta Canaval. "Para empezar", relata, "tienes que disponer de la carta de la empresa que expresa su intenci¨®n de contratarte, algo que ya es dif¨ªcil de lograr, dado que las compa?¨ªas, a las que les urge cubrir puestos, saben que el proceso se va a retrasar mucho si no eres de la UE".

Trabajo ha aprobado un procedimiento r¨¢pido para que extranjeros muy cualificados tengan el permiso laboral, pero s¨®lo para grandes empresas

"Si queremos competir con el resto del mundo en atracci¨®n del talento, es crucial solventar el problema de los permisos", dice Mireya Recarte

"Pasados dos o tres meses", prosigue, "cuando las autoridades al fin te han dicho que s¨ª a la concesi¨®n del permiso, tienes que volver a tu pa¨ªs a por la visa de trabajo y de residencia. Yo logr¨¦ una cita por internet para tres meses m¨¢s tarde, de modo que he tenido que pasarme el verano en Per¨² esperando. Por ¨²ltimo, otro mes m¨¢s para que procesen las visas. Total, ocho meses, un tiempo que la mayor¨ªa de firmas no puede esperar".

Todo ello disponiendo de al menos dos ventajas sobre el resto de inmigrantes ajenos a la UE. La primera, que al ser peruano se beneficia de un convenio bilateral entre Espa?a y Per¨² que facilita los flujos migratorios hacia nuestro pa¨ªs, como tambi¨¦n ocurre con los chilenos y los uruguayos. La segunda, que su empresa se comprometi¨® a tramitarle la obtenci¨®n del permiso. Kaisin Canaval tiene, en cambio, ex compa?eros de estudios latinoamericanos que desistieron y, ante las ofertas de otros pa¨ªses, se marcharon. Hoy trabajan como gerentes de producto, responsables de marketing y otros cargos de responsabilidad.

"Echamos a perder el talento", dice Mireya Recarte, abogada de la Oficina de Atenci¨®n al Alumno del Instituto de Empresa, escuela de negocios que cuenta con m¨¢s de 70 nacionalidades en sus aulas.

"Como pa¨ªs es una pena, han venido aqu¨ª por su inter¨¦s por la cultura espa?ola y luego tienen que irse", corrobora Alejandro Herrera, director de Salidas Profesionales del MBA del IESE, quien expresa otra queja importante, "el desperdicio que supone que las escuelas de negocios logren atraer a sus aulas el mejor talento del mundo y luego ¨¦ste no puede quedarse a trabajar por tener que someterse a un proceso que genera tantas incertidumbres".

Para revertir esta situaci¨®n -y a la espera de ver qu¨¦ aplicaci¨®n tiene en Espa?a la propuesta de directiva europea, aprobada esta semana, que crear¨¢ una tarjeta azul para agilizar la incorporaci¨®n al mercado laboral de extranjeros no comunitarios altamente cualificados-, Recarte considera que hay pasos que la Administraci¨®n ya podr¨ªa dar. Cita el caso del Reino Unido, que aprob¨® hace dos a?os una norma por la que los graduados en MBA en las 50 mejores escuelas del mundo obtienen autom¨¢ticamente un permiso de trabajo de un a?o y se benefician de mejor puntuaci¨®n en los baremos para atraer cuadros directivos. En la clasificaci¨®n de esas 50 escuelas, elaborada por el Gobierno del Reino Unido, figuran dos espa?olas, el Instituto de Empresa y el IESE.

Para Herrera, una soluci¨®n ser¨ªa que se arbitrara una ventanilla aparte para los titulados en MBA en Espa?a que sean de fuera de la UE, de manera que se agilizara la entrevista personal, un tr¨¢mite que, dice, "tarda mucho en producirse y tiene el sistema colapsado".

En abril, el Ministerio de Trabajo aprob¨® un procedimiento r¨¢pido para que extranjeros muy cualificados obtuvieran un permiso laboral. "El problema", advierte Recarte, "es que s¨®lo se benefician las 500 mayores empresas de Espa?a, porque los requisitos, muy exigentes, incluyen que el contrato sea con una firma de m¨¢s de 1.000 trabajadores o que tenga un volumen de inversi¨®n en Espa?a superior a 200 millones de euros. Otra opci¨®n es que acredite una inversi¨®n, s¨®lo con fondos extranjeros, de m¨¢s de 20 millones".

A todos estos obst¨¢culos a?ade uno m¨¢s: la dificultad para obtener visados de estudios para venir a Espa?a. "Muchos consulados espa?oles est¨¢n colapsados, sobre todo los de Nueva Delhi y Ecuador, por lo que perdemos alumnos brillantes que quieren venir pero no logran a tiempo sus visados". En su opini¨®n, "los consulados est¨¢n poco dimensionados para la cantidad de solicitudes que reciben en los ¨²ltimos a?os".

Falta empleo cualificado

Todo ello en un contexto internacional que exige cada vez m¨¢s disponer de empleados cualificados y directivos de origen extranjero. Seg¨²n I?aki Saltor, director en Barcelona de C¨¢tenon, firma de b¨²squeda de profesionales, las multinacionales espa?olas necesitan contratar a extranjeros por dos motivos principales: "Por un lado, algunas est¨¢n conformando en Espa?a centros de decisi¨®n y atenci¨®n a sus filiales, y buscan profesionales de todos los pa¨ªses en que operan. Por otro, la mayor¨ªa de esas multinacionales busca desde Espa?a ejecutivos que gestionen el negocio en las oficinas que abren en el resto del mundo, para lo que requieren profesionales de las zonas donde se expanden".

"Si queremos competir con el resto del mundo en atracci¨®n del talento, resulta crucial solventar el problema de los permisos de trabajo", sentencia Mireya Recarte.