Cobardes

Magdalena ?lvarez no puede disimular la satisfacci¨®n que le produce estar en Andaluc¨ªa mientras en Catalu?a arrecian las cr¨ªticas reclamando su dimisi¨®n, tal y como insistir¨¢n, de nuevo, a lo largo de esta semana. Pero no tira la toalla. Ser¨ªa de cobardes, dice en un mensaje que tiene varios destinatarios y, principalmente, los del PSC, de Jos¨¦ Montilla.

Desvela la ministra que en los momentos m¨¢s duros no hace m¨¢s que recibir mensajes de aliento y apoyo por parte de sus compa?eros andaluces. La conocen bien. Vivi¨® episodios dif¨ªciles y complicados aunque, a diferencia de ahora, siempre estuvo respaldada y abrigada por su gobierno y su partido. No son, desde luego, escenarios comparables, pero lo cierto es que ante los serios obst¨¢culos que tuvo que sortear como consejera no hubo dudas a pesar de la dureza que alcanz¨® la batalla contra los "cajeros" d¨ªscolos, ya refugiados en sus modestos negocios.

Sin embargo, en Catalu?a, a las primeras de cambio, se han puesto de perfil cuando no al frente de la manifestaci¨®n pidiendo su cabeza. Para nada importa que el trazado del AVE que se cuestiona fuera el acordado en su d¨ªa por PP y CiU y apoyado por los socialistas del Ayuntamiento de Barcelona. Ante una crisis propia como el hundimiento del t¨²nel del Carmel, no hubo ceses ni dimisiones. De lo que se trata es de salir indemne de este proceso aunque el gesto de deslealtad sea total. Celosos de su autonom¨ªa, no se corresponsabilizan de nada. La culpa la tiene Madrid. De cobardes, vamos. Se olvidan, adem¨¢s, de que nuestro personaje todav¨ªa nos puede sorprender con un as en la manga. Tiempo al tiempo. En fin, que no hay razones para la alarma. Cuando Zapatero la llam¨® para anunciarle su nombramiento, ya le advirti¨® de que era una mujer dif¨ªcil.