Corporaci¨®n Mafiosa, SA
Italia debate c¨®mo acabar con las asociaciones delictivas, cuyo negocio equivale al 7% de la econom¨ªa del pa¨ªs
Como un c¨¢ncer en un cuerpo ya d¨¦bil, en los ¨²ltimos a?os las mafias italianas han evolucionado hasta afectar la ra¨ªz del sistema econ¨®mico del pa¨ªs. Las familias han afinado sus t¨¦cnicas y se han dedicado a los negocios. Ahora facturan cerca de 90.000 millones de euros al a?o -el equivalente al 7% del producto interior bruto- y son la industria m¨¢s rentable de Italia.
La usura y la edificaci¨®n ilegal son las actividades m¨¢s rentables
Muchos 'negocios' tienen su domicilio en el norte del pa¨ªs, Alemania y Espa?a
Un amplio debate se abri¨® esta semana, tras la publicaci¨®n de un informe de la Confesercenti (la principal asociaci¨®n de minoristas italianos), que muestra c¨®mo la influencia del crimen organizado se est¨¢ extendiendo de la peque?a empresa a los grandes negocios. Seg¨²n los datos recopilados, la mafia es la mayor empresa italiana. Sus actividades principales son la extorsi¨®n (10.000 millones de euros), la usura (30.000 millones), el contrabando (4.600 millones), los hurtos y robos (7.000 millones) y la edificaci¨®n ilegal (13.000 millones).
"El problema est¨¢ en la capacidad de estas organizaciones de reinvertir su enorme patrimonio e insertarlo en la econom¨ªa normal", explica Francesco Forgione, presidente de la Comisi¨®n Parlamentaria Antimafia, quien a?ade: "Sucede lo que ya avanz¨® Bernardo Provenzano cuando invitaba a Cosa Nostra a convertirse en empresa".
Existen tres formas de penetrar en la econom¨ªa sana. "Por un lado, est¨¢n los empresarios que quieren abrir su actividad y son acorralados por los clanes, que le impondr¨¢n sus reglas", se?ala la Confesercenti en el informe. Luego, "un mundo aparte est¨¢ representado por todas las actividades comerciales y las empresas de los jefes mafiosos". Finalmente, el fen¨®meno nuevo y m¨¢s preocupante es el de "las grandes empresas que pactan con la mafia para vivir tranquilas", casi como si se tratara de un "seguro preventivo".
"La mayor¨ªa de los arrestos de mafiosos se producen en el sur de Italia", explica Forgione, "pero cuando se descubren sus negocios a menudo resulta que est¨¢n situados en el norte del pa¨ªs o en el exterior, sobre todo en Alemania y Espa?a (en particular, en las Islas Canarias)", seg¨²n Forgione. A su juicio, la expansi¨®n de la mafia es un fen¨®meno europeo: "Es necesario que la UE reconozca la mafia como un problema com¨²n y dise?e una estrategia defensiva comunitaria", concluye.
La situaci¨®n se complica cuando al pagar el impuesto de mafia son las grandes empresas las que pactan con las familias para garantizarse tranquilidad en la construcci¨®n de obras p¨²blicas en una determinada zona. Los clanes les exigen del 3% al 7% de sus ingresos a cambio de protecci¨®n. Adem¨¢s, reclaman subcontrataciones para sus empresas. Y es as¨ª c¨®mo la mafia penetra en las obras publicas.
El informe cita el ejemplo de Italcementi, el quinto productor de cemento en el mundo, con 22.850 empleados y un facturado anual de unos 6.000 millones de euros. "Frente a la 'Ndrangheta [la mafia calabresa], Italcementi ha dejado de lado todas las reglas, aguantando costes mayores y favoreciendo al clan de los Mazzagatti, en la comercializaci¨®n del cemento", reza un informe policial de julio pasado, tras secuestrar bienes por valor de 120 millones de euros a los Mazzagatti. Un portavoz de Italcementi subraya que "los hechos no han sido probados jur¨ªdicamente". En estos d¨ªas, el Gobierno italiano estudia aprobar medidas de seguridad para apoyar a los ciudadanos y empresarios que deciden denunciar los delitos de la Mafia.
"Es necesario un Estado m¨¢s presente", anunci¨® el presidente de Confindustria, Luca Cordero di Montezemolo, quien indic¨® como causa de la connivencia entre Mafia y empresa "la lentitud de la Administraci¨®n, los tiempos dilatados de la justicia y las carencias en las infraestructuras" respecto a otros pa¨ªses.
1.300 'pizzos' al d¨ªa
Uno de los elementos tradicionales de toda la maquinaria mafiosa es el tradicional impuesto de mafia, tambi¨¦n llamado pizzo. En las ¨¢reas de control de los clanes, las nuevas actividades econ¨®micas est¨¢n obligadas -primero con propuestas amables, luego con amenazas- a pagar una cuota a las familias mafiosas para ser protegidas. Se calcula que en Italia unas 160.000 empresas est¨¢n sometidas a esta violencia: 1.300 delitos al d¨ªa, 50 cada hora.
Los mafiosos suelen tapar la extorsi¨®n del pizzo con otras actividades. En el pasado, los negocios de los capos se limitaban al sur de Italia, pero ahora han llegado hasta el centro y el norte del pa¨ªs. En 2006 la Guardia di Finanza intervino siete millones de euros a un reconocido due?o de restaurantes en Roma, Gianni Micalusi, conocido como Johnny, quien tambi¨¦n pose¨ªa un hotel de lujo en Campo de Fiori.
"Macalusi gestionaba su ingente patrimonio a trav¨¦s de una red de pantallas", se lee en el informe policial. "En total, le fueron secuestrados cinco inmuebles, once veh¨ªculos, seis sociedades, nueve seguros, quince cuentas corrientes y once de ahorro". El imperio funcionaba a toda m¨¢quina en pleno centro de la capital italiana.
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