Otra herencia del franquismo

?Hab¨ªa notado usted hasta estos d¨ªas que cuando sale de su casa por la ma?ana para ir al trabajo o llevar a los ni?os al cole todav¨ªa era noche cerrada? Pues s¨ª, se trata de una m¨¢s de las peculiaridades hisp¨¢nicas, y se debe a que durante los oscuros tiempos de nuestra primera posguerra, y m¨¢s exactamente el 7 de marzo de 1940, el general¨ªsimo aprob¨® una orden [para los curiosos, v¨¦ase BOE del d¨ªa 8 siguiente] por la que, sin encomendarse ni a Dios ni al diablo, resolv¨ªa adelantar el pa¨ªs en una hora en el caminar del sol por el azul del mar. O sea, que aquel gran estadista, a pesar de la autarqu¨ªa imperante, nos apart¨® del horario solar que hab¨ªamos tenido hasta entonces (meridiano de referencia 00W00) para adoptar la llamada Hora Central Europea (meridiano 15E00), que, casualmente, era la hora de Berl¨ªn, y por desgracia a nadie se le ha ocurrido devolvernos aquella hora robada.

Efectivamente, los espa?oles tenemos siempre una hora legal, excepto en verano, que tenemos dos tazas. Por culpa de este invento, hoy d¨ªa los ni?os de Vigo, aunque se levantan por el reloj a la misma hora que los de Roma o Budapest, deben esperar a que amanezca, en esos d¨ªas del a?o, hasta las ?nueve de la ma?ana! (?qu¨¦ fuerte!), cuando en Roma lo ha hecho ya a las ocho, y en Budapest, a las siete.

Evidentemente, ya puesto el general a elegir, prefiri¨® la hora de Berl¨ªn a la hora de la p¨¦rfida Albi¨®n [nota para j¨®venes: as¨ª llamaba el r¨¦gimen franquista al Reino Unido], que es la hora que en realidad nos correspond¨ªa por estar nuestro pa¨ªs en el mismo meridiano que ellos, el de Greenwich (00W00), que pasa por encima de esa bonita ciudad inglesa y atraviesa nuestro Castell¨®n de toda la vida.

Y ahora, mi propuesta, que no es m¨¢s que recuperemos de una vez la hora que tuvimos hasta 1940 y superemos as¨ª esa en¨¦sima herencia dejada por el franquismo. Renunciando a la Hora Central Europea, seremos m¨¢s europeos; ya s¨¦ que suena parad¨®jico, pero no lo es, porque nuestros horarios, ajustados a la luz solar, permitir¨¢n finalmente acomodar nuestras actividades a ¨¦sta, como se hace en cualquier pa¨ªs de nuestro entorno. Se aceptan iniciativas parlamentarias, o incluso del mismo Gobierno. Por cierto, con el cambio a la hora de invierno, ?sab¨ªa usted que el "importante ahorro" que suponen los cambios anuales equivale a 1,4 euros por persona y a?o.