Piel cultivada para grandes quemados
Con una peque?a muestra de piel sana se obtienen hasta dos metros de tejido cut¨¢neo
La piel no es s¨®lo la barrera que protege al organismo de los ataques del exterior. A medida que se va profundizando en su estudio se revela como un tejido implicado en m¨²ltiples funciones del organismo, algunas, todav¨ªa desconocidas. Por eso, perder una parte de la piel por quemadura representa en muchos casos perder la vida.
La piel obtenida de una muestra del propio paciente no genera rechazo
Se ha logrado cultivar dermis y epidermis, pero sin gl¨¢ndulas ni pelo
El pron¨®stico es grave a partir del 20% de la superficie del cuerpo quemada
El accidente m¨¢s frecuente es la quemadura: a partir del 20% de la superficie corporal quemada se considera una situaci¨®n grave que requiere hospitalizaci¨®n y en muchos casos est¨¢ comprometida la vida. Por eso, desde los a?os ochenta se viene investigando en el desarrollo de cultivos de piel para tratar a los grandes quemados. Se trata de conseguir piel humana mediante cultivos celulares e ingenier¨ªa tisular a partir de una peque?a porci¨®n de la piel no afectada del propio paciente.
El Centro de Investigaciones Energ¨¦ticas, Medioambientales y Tecnol¨®gicas (CIEMAT) de Madrid y el Centro Comunitario de Sangre y Tejidos de Asturias (CCSTA) han desarrollado una t¨¦cnica que ha alcanzado a perfeccionar en cierta medida un tejido cut¨¢neo m¨¢s complejo y similar al natural, con dos de sus capas: epidermis y dermis. Ambos centros llevan a?os en la b¨²squeda de una piel natural con la que tratar a los grandes quemados, cuyas tasas de mortalidad por infecci¨®n son muy elevadas.
Seg¨²n Jos¨¦ Luis Jorcano, que dirige este proyecto en el CIEMAT, la piel lograda por este procedimiento se ha trasplantado con ¨¦xito en varias decenas de pacientes con quemaduras muy graves. "Al ser piel cultivada a partir de una muestra de tejido sano", explica, "que se obtiene por biopsia del propio afectado, no existe el menor problema de rechazo. Pero a¨²n nos falta mucho por hacer en cuanto al aspecto est¨¦tico y en conseguir que esa piel tenga pelo y gl¨¢ndulas sudor¨ªparas".
El tama?o de la muestra cultivada var¨ªa seg¨²n la extensi¨®n que se desee obtener, pero se suele partir de unos dos cent¨ªmetros cuadrados y la piel cultivada puede alcanzar, en diferentes tiempos, hasta 20.000 (dos metros cuadrados), que ser¨ªa toda la superficie del organismo humano.
Seg¨²n explica el internista ?lvaro Meana, del CCSTA, se fragmenta la biopsia y se van liberando c¨¦lulas, queratinocitos de la epidermis y fibroblastos de la dermis: "Lo sometemos a un complejo proceso, que dura de 15 a 30 d¨ªas, seg¨²n la superficie que deseemos obtener, con el fin de generar un tejido lo m¨¢s parecido a la piel humana. El cultivo puede realizarse en varios tiempos y aplicarse, de acuerdo con las necesidades del paciente, en diferentes momentos quir¨²rgicos".
Hay que tener en cuenta, advierte Meana, que a veces el autoinjerto "no prende". "Son pacientes muy graves, que pueden pasar hasta 10 meses en el hospital, ya que al menos est¨¢n dos meses en la unidad de vigilancia intensiva, otros dos en planta y otros dos en rehabilitaci¨®n", a?ade. El CCSTA se encarga de realizar estos cultivos celulares de piel para las unidades de quemados de los nueve hospitales de referencia del Sistema Nacional de Salud: Getafe y La Paz, de Madrid; Vall d'Hebron, de Barcelona; Cruces, de Bilbao; La Fe, de Valencia; Virgen del Roc¨ªo, de Sevilla; Miguel Servet, de Zaragoza, Carlos Haya, de M¨¢laga, y Juan Canalejo, de A Coru?a.
"En nuestra unidad este procedimiento s¨®lo se aplica de momento en pacientes que tienen quemada m¨¢s del 50% de la superficie corporal", aclara Purificaci¨®n Holgu¨ªn, jefa del servicio de Cirug¨ªa Pl¨¢stica del hospital de Getafe, donde se realiz¨® por primera vez en Espa?a este tipo de intervenci¨®n en el a?o 2000.
"Por debajo del 50%", a?ade, "recurrimos a otras t¨¦cnicas m¨¢s r¨¢pidas, aunque los resultados est¨¦ticos son inferiores. Tambi¨¦n obtenemos piel sana del propio enfermo, que se expande mediante un sistema de mallas. Este procedimiento, aunque mucho m¨¢s r¨¢pido, suele dar lugar a una piel de aspecto enrejillado. Pero lo m¨¢s importante es luchar contra el tiempo para salvar la vida a estos pacientes y aproximarnos a que la cobertura cut¨¢nea conseguida posea funcionalidad".
Los grandes quemados, seg¨²n esta cirujana, especialmente los que han sufrido quemaduras muy extensas, necesitan en muchas ocasiones varias cirug¨ªas de cobertura cut¨¢nea, en las que se combinan los procedimientos de autoinjerto en malla, injerto de piel procedente de donante o piel propia cultivada. Estas t¨¦cnicas, junto con las actuales medidas de soporte de los intensivistas, est¨¢n contribuyendo poderosamente a mejorar su supervivencia.
Los protocolos m¨¦dicos consideran grandes quemados a los pacientes con un 10% de piel afectada por quemaduras profundas o un 20% de superficiales, y otros casos de quemaduras m¨¢s peque?as, pero en zonas muy comprometidas, como la cara. "En todos estos casos", aclara Holgu¨ªn, "se requiere siempre ingreso hospitalario en una unidad especial, puesto que son pacientes con pron¨®stico muy grave y en riesgo vital. Adem¨¢s, hay que considerar otros factores que suman o restan gravedad, como la edad, la causa de la quemadura o el estado de salud del paciente". Se estima que cada a?o ingresan en estas unidades entre 900 y 1.000 pacientes de estas caracter¨ªsticas.

La descontaminaci¨®n selectiva rebaja la mortalidad por infecci¨®n al 9%
El hospital Universitario de Getafe ha logrado reducir en un 60% la mortalidad de los pacientes ingresados en la unidad de grandes quemados. Ha pasado de una media del 27,8% en 1997 al 9,4% en 2000. Los primeros datos, publicados en Annals of Surgery en 2005, se han visto reforzados por otros m¨¢s recientes, aparecidos este a?o en la misma revista cient¨ªfica.
Esta unidad ha desarrollado durante nueve a?os la investigaci¨®n de un tratamiento antibi¨®tico t¨®pico de descontaminaci¨®n selectiva. Este tratamiento ha sido aplicado a 107 pacientes con m¨¢s del 20% de la superficie corporal quemada o que hubieran sufrido inhalaci¨®n grave de humos. El objetivo era controlar el grave riesgo de infecciones que corren los grandes quemados y que les puede llevar a la muerte.
Para el intensivista Enrique Cerd¨¢, coordinador del estudio, la descontaminaci¨®n selectiva consiste en una mezcla de varios antibi¨®ticos que prepara el servicio de farmacia del hospital y que se administra de dos modos: en forma de pasta dent¨ªfrica que se aplica de forma t¨®pica en la boca, o mediante una soluci¨®n l¨ªquida que se bebe o se introduce mediante una sonda.
"La segunda parte del estudio ha dado resultados excelentes que ya hemos incorporado a la pr¨¢ctica cl¨ªnica. La novedad fundamental es que durante cinco a?os incorporamos el antibi¨®tico vancomicina, que ha logrado disminuir significativamente la infecci¨®n por Staphylococcus aureus, muy resistente al antibi¨®tico meticilina. Adem¨¢s, ha demostrado que el uso continuado de vancomicina no se acompa?a de la aparici¨®n de bacterias resistentes a este antibi¨®tico, como el Enterococcus", explica Cerd¨¢.
La originalidad y el ¨¦xito de esta iniciativa estriban en gran medida, seg¨²n el especialista, en el uso t¨®pico de vancomicina, que impide el desarrollo de S. aureus resistente a meticilina en los reservorios intestinales por no pasar al tracto digestivo. "De esta forma", se?ala Cerd¨¢, "las bacterias se enfrentan a unas concentraciones muy elevadas del antibi¨®tico, que les impide sobrevivir y multiplicarse. A ello hay que a?adir que los pacientes no se exponen a la posible toxicidad del antibi¨®tico, al no ser absorbido por el intestino. La experiencia nos permite disminuir el temor de que el uso generalizado de este m¨¦todo en grandes quemados acabe causando resistencias bacterianas", concluye.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.