"Vamos hacia la dieta personalizada"
?Por qu¨¦ si dos personas comen lo mismo, una engorda y la otra no? ?Por qu¨¦ si hacen el mismo tipo de actividad f¨ªsica o toman el mismo medicamento, a una le resulta m¨¢s beneficioso que a la otra? Buena parte de las respuestas radican en las variaciones gen¨¦ticas de cada individuo y en c¨®mo interact¨²an con el ambiente. Esto es lo que sostiene Jos¨¦ Mar¨ªa Ordov¨¢s, director del Laboratorio de Nutrici¨®n y Gen¨®mica del Centro Jean Mayer de la Universidad de Tufts, en Boston (EE UU), creado por el Gobierno norteamericano en 2001 para investigar las posibilidades de una nutrici¨®n personalizada en funci¨®n de los genes.
Ordov¨¢s, que viaj¨® recientemente a Madrid para participar en un seminario celebrado en la Fundaci¨®n Ram¨®n Areces, explica que "los nutrientes tienen que absorberse para que vayan a la corriente sangu¨ªnea y en ese recorrido intervienen unos transportadores que pueden sufrir mutaciones diferentes seg¨²n la persona. Esas diferencias hacen que, por ejemplo, cuando una persona come huevos no absorba el colesterol, o que mientras una quema calor¨ªas con facilidad, otra sea tremendamente ahorradora. De tal manera que, lo que para el hombre era bueno hace miles de a?os, porque ten¨ªa que almacenar nutrientes para momentos de escasez, ahora se ha vuelto en contra".
"Lo mejor para los genes es que una poblaci¨®n siga su dieta ancestral"
"Los resultados de las intervenciones diet¨¦ticas dependen de los genes"
"Sabemos c¨®mo un cambio de dieta afecta a la poblaci¨®n, pero no al individuo"
Este especialista nacido en Zaragoza hace 53 a?os y residente en EE UU desde hace 25, fue en 1983 pionero de los estudios gen¨¦ticos del Estudio Framinghan, el que ha dado a conocer los factores de riesgo cardiovascular. Como experto en gen¨¦tica de l¨ªpidos, y despu¨¦s de m¨¢s de 20 a?os trabajando en esta l¨ªnea de investigaci¨®n, Ordov¨¢s es un cient¨ªfico clave en la iniciativa que acaba de arrancar de los institutos nacionales de la salud (NIH) de EE UU.
Los responsables de este proyecto han puesto a disposici¨®n de todos los investigadores del mundo los datos cl¨ªnicos y gen¨¦ticos de m¨¢s de 9.300 pacientes del Framinghan. "Esta experiencia s¨®lo es el primer paso. La idea es que se haga lo mismo con otros estudios y todos los datos se puedan analizar conjuntamente", apunta.
Las variaciones de los genes, o polimorfismos, son mutaciones de una de las cuatro bases o nucle¨®tidos (A, C, T, G) que componen una mol¨¦cula de ADN y que se traducen en prote¨ªnas de estructuras diferentes. "Es el mismo gen con distintos colores, y existen millones de ellas, en todas las combinaciones y ¨®rdenes. La mayor parte ocurren al azar y pueden significar que se tenga un color de pelo u otro, pero otras est¨¢n localizadas en zonas del genoma importantes y pueden significar, en casos extremos, la vida o la muerte, dar origen a una mayor predisposici¨®n o protecci¨®n para sufrir una enfermedad, y c¨®mo se va a reaccionar a las terapias, o a las recomendaciones nutricionales, bien sean de comportamiento o farmacol¨®gicas.
Ordov¨¢s ha publicado m¨¢s de 400 art¨ªculos cient¨ªficos en las revistas internacionales m¨¢s prestigiosas. Tambi¨¦n ha publicado cinco libros sobre nutrigen¨®mica, dieta y enfermedades cardiovasculares, y mantiene que la identificaci¨®n de las mutaciones gen¨¦ticas para conseguir una nutrici¨®n personalizada es muy esperanzadora, pero todav¨ªa muy compleja para los propios investigadores. "De momento, tenemos ecuaciones muy sencillas que pueden predecir c¨®mo responde la poblaci¨®n a un cambio de dieta, pero lo que no sabemos hoy es c¨®mo va a responder cada uno de los individuos".
"En el futuro, todas las decisiones de la nutrici¨®n personalizada se llevar¨¢n a cabo con la nutrigen¨®mica, que contar¨¢ adem¨¢s con la alianza de otras tecnolog¨ªas, sobre todo las nuevas ciencias conocidas como ¨®micas, la transcript¨®mica, que estudia el conjunto de los ARN, la prote¨®mica, la composici¨®n de prote¨ªnas, y la metabol¨®mica, los metabolitos", afirma. "Este proceso supondr¨¢ una alianza global entre cient¨ªficos".
Ordov¨¢s present¨® en la conferencia inaugural del seminario, organizado por el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas, la Comunidad de Madrid, la Universidad Complutense y el Instituto Tom¨¢s Pascual Sanz, algunos de los genes que ya han demostrado su valor como marcadores de enfermedad cardiovascular, de fenotipos (c¨®mo se expresa el gen) y tambi¨¦n de respuesta a la dieta, entre ellos el gen del APOE, que juega un papel determinante en los niveles del colesterol LDL (colesterol malo), y su relaci¨®n con el tabaco o el alcohol.
Este investigador explica que en un principio observaron que el APOE, que tiene tres isoformas -E2, E3 y E4- pod¨ªa estar implicado en las enfermedades cardiovasculares. Luego vieron que tambi¨¦n lo estaba en algunas enfermedades neurol¨®gicas, como el Alzheimer y otras demencias, despu¨¦s con la osteoporosis, y m¨¢s tarde comprobaron que la frecuencia e intensidad del gen depend¨ªa del pa¨ªs en que se analizara. Los portadores de la mutaci¨®n E4 son los que tienen mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y mientras que en EE UU la mayor¨ªa de las mutaciones son de la E3, en Nueva Guinea, la E4 afecta a entre el 25, 5% y el 40% de la poblaci¨®n y en Brasil a entre el 19% y el 25%.
"Desde el punto de vista de la salud p¨²blica es muy importante tener en cuenta la prevalencia, porque si estos pa¨ªses cambian sus h¨¢bitos de consumo tendr¨¢n un problema mayor del que ya existe en Europa o EE UU. Esto ya est¨¢ ocurriendo con la diabetes y la obesidad", apunta.
Ordov¨¢s insiste en que lo mejor para los genes en materia de nutrici¨®n es que las poblaciones mantengan sus h¨¢bitos ancestrales. "La tradici¨®n popular es muy sabia y ahora tenemos que llegar a t¨¦cnicas gen¨¦ticas sofisticadas para darnos cuenta de que lo que nuestros antepasados eran capaces de deducir, crear y transferir de generaci¨®n en generaci¨®n, es lo m¨¢s sano. Por ejemplo, estamos viendo por primera vez que la combinaci¨®n de especias no se hace por capricho, sino que en algunos alimentos provoca que se extraigan m¨¢s vitaminas de un producto. Igualmente, la cocina tradicional combina los alimentos ricos en unos nutrientes y m¨¢s deficientes en otros, de tal manera que se obtiene una alimentaci¨®n completa", dice.
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