Apaleamientos racistas (II)
La pasada semana, con motivo de la moci¨®n que hab¨ªa presentado el PP en el Ayuntamiento de Almer¨ªa para que el pleno municipal cursara una petici¨®n de indulto respecto de dos vecinos de El Ejido que hab¨ªan sido condenados por el Tribunal Supremo por actos racistas, manifestaba mi opini¨®n contraria a esta petici¨®n. Entend¨ªa que los indultos deben concederse por razones de justicia, equidad o utilidad p¨²blica. Consideraba que respecto de algunos tipos delictivos, como son la violencia de g¨¦nero y la xenofobia, dada la multitud de casos que conocemos en el d¨ªa a d¨ªa, no eran de justicia, equidad ni de utilidad p¨²blica estas peticiones. Es m¨¢s, el mejor servicio a la sociedad, es oponerse a ellos. Y como la realidad es tenaz, y nos muestra cada d¨ªa que aquellos hechos -los que han sido objeto de condena- se repiten, hay que valorarlos en su gravedad individual y proyecci¨®n sobre la sociedad.
Eran comentarios opuestos a este indulto, que se reforzaban por la existencia de otros actos de an¨¢loga calificaci¨®n y que hab¨ªan tenido lugar en un tren Catalu?a, consistentes en otra agresi¨®n por parte de un energ¨²meno a una joven ecuatoriana por su condici¨®n de inmigrante. Entonces fueron aquellos actos, y esta semana parece ser que los de un polic¨ªa que en Madrid ha golpeado a un peruano menor de edad, tambi¨¦n por la misma raz¨®n. Realmente, pues, los hechos racistas persisten y se mantienen en toda su extensi¨®n y gravedad y no deber¨ªan existir conductas, por parte de los representantes de grupos pol¨ªticos que representan los valores democr¨¢ticos, que pudieran dar lugar a pensar que se es tolerante con estos comportamientos. Esta imagen, de darse -y una petici¨®n de indulto para delincuentes de esta naturaleza tiene toda la pinta de condescendencia- no ayuda a la soluci¨®n de estos problemas.
La moci¨®n, pues, carece de justificaci¨®n; y no s¨®lo vista desde fuera del grupo pol¨ªtico, sino vista por el mismo grupo. Y realiz¨® esta afirmaci¨®n porque coincidiendo con la publicaci¨®n de mi opini¨®n, tuve la oportunidad de escuchar a Esperanza Aguirre en el programa Hoy por Hoy de la SER. Dec¨ªa -se refer¨ªa a los actos racistas que hab¨ªan tenido lugar en un tren de Catalu?a- que como era posible que el autor de estos hechos pudiera estar en libertad, como tambi¨¦n reprochaba que el fiscal no hubiera estado presente en las declaraciones. No quiero pensar que el racismo le fuera indiferente y que su ¨²nica intenci¨®n fuera la de poner en evidencia al fiscal.
Quiero pensar que era y es consciente del problema de racismo que sufrimos con demasiada frecuencia, y de ah¨ª su intolerancia para evitar que esta sociedad, a diferencia de la alemana, no mire para otro lado. Es la raz¨®n por la que no entiendo que el mismo grupo promueva indultos a favor de personas que han sido condenadas por actos racistas al tiempo que los condena.
Es por ello que el PP en Andaluc¨ªa, si de verdad quiere resolver y ayudar a resolver este problema, deber¨ªa empezar por verlo. Y no se ve, ni se quiere ver, si en lugar de intentar que las sentencias sean eficaces y cumplan con la ejemplaridad que se les atribuye, anda para estos actos con aquello de pelillos a la mar. Mejor har¨ªa Javier Arenas, en su condici¨®n de m¨¢ximo responsable del grupo popular en Andaluc¨ªa, en cortar de ra¨ªz cualquier comportamiento condescendiente con actos xen¨®fobos y racistas. El racismo y todo lo que representa, como es la creencia de la superioridad absoluta de una raza sobre otras y realizar sobre ella todo tipo de actos con total impunidad, no se pueden favorecer ni siquiera indirectamente. Y mejor har¨ªa en empezar a madurar pol¨ªticamente y encontrar una coherencia necesaria para la democracia, de suerte que se tenga un discurso de coherencia y conciencia sin que, una y otra en democracia, puedan ser distintas en funci¨®n de que se est¨¦ gobernando o en la oposici¨®n.
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