200 kil¨®metros de muralla de cemento

Los 208 kil¨®metros del litoral malague?o, especialmente los situados entre la capital y Manilva, en el l¨ªmite con C¨¢diz, son una muralla continua de cemento y cristal apenas interrumpida por la desembocadura de algunos r¨ªos. En el conjunto de la provincia, el primer kil¨®metro desde el mar hacia el interior est¨¢ urbanizado en un 50,8% y en multitud de puntos las edificaciones se sit¨²an casi encima del Mediterr¨¢neo.

El Ministerio de Medio Ambiente ha identificado numerosas invasiones, tanto de edificios, como de otro tipo de instalaciones, del dominio p¨²blico mar¨ªtimo terrestre, es decir, de la primera l¨ªnea de litoral calificada de uso p¨²blico por la Ley de Costas de 1988. Sin embargo, al contrario de provincias como Murcia, C¨¢diz y Almer¨ªa, donde el Gobierno se ha centrado en proteger zonas todav¨ªa v¨ªrgenes, en M¨¢laga las actuaciones de la Estrategia para la sostenibilidad de la costa buscan sobre todo paliar el da?o que el desarrollo urban¨ªstico -en un 80% anterior a la Ley de Costas- ha causado en las playas.

Costas pretende derribar los 238 apartamentos de Banana Beach

La casa de Antonio Banderas invade la zona de paso en la playa del Alicate

La urbanizaci¨®n Bah¨ªa Dorada de Estepona ocupa terrenos de la playa

Medio Ambiente insiste en derribar las casas de El Palo y Pedregalejo

Las actuaciones que prev¨¦ para M¨¢laga la Direcci¨®n General de Costas abarcan desde la demolici¨®n de desastres urban¨ªsticos que han adquirido la categor¨ªa de s¨ªmbolos, como el bloque de apartamentos Banana Beach en Marbella o el esqueleto del nonato hotel La Rada, en Estepona, hasta la reubicaci¨®n de 600 chiringuitos levantados pr¨¢cticamente sobre la arena. Tambi¨¦n se contempla la adquisici¨®n de las pocas grandes fincas cercanas al mar que quedan libres de ocupaci¨®n, como el Playazo, en Nerja, o Arraijanal, en M¨¢laga, y la "recuperaci¨®n" del dominio p¨²blico en zonas ocupadas por casas, campings, talleres y otras instalaciones como paso previo a su derribo y restauraci¨®n. Uno de los elementos principales del plan de Costas para M¨¢laga consiste en la aportaci¨®n de arena para regenerar playas cuya recuperaci¨®n natural se ha visto entorpecida por la presencia de espigones, puertos deportivos y otros obst¨¢culos.

El ministerio sit¨²a el cambio clim¨¢tico como principal amenaza para el litoral malague?o, al que ha dividido en seis "¨¢reas de gesti¨®n". Seg¨²n la consultora que ha redactado la Estrategia, entre Nerja y Rinc¨®n de la Victoria, en la Costa del Sol oriental, es "probable" un aumento del nivel medio del mar de m¨¢s de medio metro en 100 a?os, con el consiguiente riesgo de inundaci¨®n. Las previsiones de Medio Ambiente dan un severo toque de atenci¨®n a los planes urban¨ªsticos y territoriales de la Junta de Andaluc¨ªa en la Costa del Sol occidental que estiman que en la franja entre Fuengirola y Manilva la poblaci¨®n se triplicar¨¢ hasta los 1,7 millones de habitantes en una d¨¦cada. Una de las amenazas detectadas es "el crecimiento por encima de las necesidades reales" y el "entender la franja costera no como un enclave tur¨ªstico sino como una conurbaci¨®n".

En la actualidad s¨®lo se ha terminado el 62% del deslinde del dominio p¨²blico mar¨ªtimo terrestre en el litoral malague?o. Sin embargo, el ingeniero jefe de la Demarcaci¨®n de Costas de M¨¢laga, Juan Carlos Fern¨¢ndez-Ra?ada, indica que "el resto del litoral ya tiene abiertos los expedientes en distintas fases de tramitaci¨®n y en dos a?os estar¨¢ completado". Adem¨¢s, muchas de las iniciativas contempladas en la Estrategia, como la adquisici¨®n de grandes fincas para evitar su urbanizaci¨®n, forman parte de actuaciones anteriores del ministerio, y ya est¨¢n avanzadas. Costas est¨¢ elaborando tambi¨¦n un "inventario de ocupaciones" del dominio p¨²blico con el que se podr¨¢n "iniciar las recuperaciones posesorias", asegura Fern¨¢ndez-Ra?ada.

Las tropel¨ªas urban¨ªsticas en la costa malague?a comienzan ya en la misma frontera con C¨¢diz. En el municipio de Manilva (11.181 habitantes), Costas ha terminado el desmantelamiento del camping Chullera I y est¨¢ negociando la salida del camping Chullera II para situarlo detr¨¢s de la llamada zona de servidumbre de protecci¨®n, es decir la zona de 100 metros medida tierra adentro desde el l¨ªmite interior de la ribera del mar. "El criterio es realojar las instalaciones en los suelos m¨¢s pr¨®ximos posibles a la antigua ubicaci¨®n", afirma Fern¨¢ndez-Ra?ada.

En el mismo Manilva, municipio que ha duplicado su poblaci¨®n en cinco a?os, Costas propone demoler las viviendas situadas en dominio p¨²blico. "Es una operaci¨®n combinada con el Ayuntamiento. Ya hemos acordado el desalojo de 7 u 8 viviendas", asevera el jefe de Costas. Otra estrategia consiste en incorporar, por compra o por expropiaci¨®n, 25.000 metros cuadrados de terreno en la playa del Negro, todav¨ªa poco explotada.

En la vecina Estepona, los gobiernos del Grupo Independiente Liberal (GIL) y sus continuadores dejaron un edificio -el hotel La Rada- que se ha convertido en s¨ªmbolo de los atropellos urban¨ªsticos. El inmueble, que no lleg¨® a terminarse, est¨¢ ubicado entre el puerto de la localidad y la playa de La Rada, y Costas ya cuenta con una partida presupuestaria para demolerlo "de aqu¨ª a final de a?o". El principal problema que ha tenido este expediente, que "ocupa una habitaci¨®n entera", afirma Ra?ada, es que el promotor del edificio se lo vendi¨® a un "comprador de buena fe", que ignoraba que estuviera situado en una zona prohibida.

En ministerio se plantea recuperar el suelo costero ocupado por la urbanizaci¨®n Bah¨ªa Dorada, en la que algunos jardines e incluso las esquinas de varios chal¨¦s entra directamente en la playa. Poco m¨¢s hacia el este, en el puerto de Estepona, se pretende adquirir una explanada anexa a las instalaciones portuarias para incorporarla al dominio p¨²blico y evitar que sea pasto de la voracidad urban¨ªstica.

Al igual que ha sucedido con los planes urban¨ªsticos tierra adentro, Marbella recoge algunas de las actuaciones m¨¢s significativas de la estrategia de Costas. Sus 26 kil¨®metros de litoral son algunos de los m¨¢s maltratados de la provincia y el desarrollo inmobiliario de las ¨²ltimas d¨¦cadas ha castigado sobremanera a sus playas, verdadero motor del turismo malague?o.

La actuaci¨®n m¨¢s emblem¨¢tica en Marbella tiene nombre propio: Banana Beach. Medio Ambiente se suma a las voces que reclaman la demolici¨®n de este bloque de 238 apartamentos, calificado por el juez como "crimen urban¨ªstico" y que supuso la primera condena de prisi¨®n al ex alcalde gilista Juli¨¢n Mu?oz. Adem¨¢s del derribo del inmueble, que sigue a la venta en Internet, Costas quiere incorporar al dominio p¨²blico 120.000 metros cuadrados de suelo litoral entre Banana Beach y la urbanizaci¨®n R¨ªo Real, cuatro de cuyos nueve bloques est¨¢n sujetos a una orden de derribo.

Medio Ambiente est¨¢ dispuesto a recuperar las "servidumbres de tr¨¢nsito" en las playas del Alicate, Costa Bella y Pinomar, en las que algunas viviendas de lujo han hecho de la playa pr¨¢cticamente un coto privado. Entre las viviendas afectadas por esta medida se encuentra la pol¨¦mica residencia del actor Antonio Banderas, y que anteriormente perteneci¨® a la periodista Encarna S¨¢nchez. Los jardines y la piscina de la casa se internan notablemente en la arena de la playa del Alicate.

En el casco urbano de Marbella, las actuaciones previstas buscan restaurar la continuidad de la playa y favorecer su regeneraci¨®n natural. Para ello Costas desmantelar¨¢ el puerto deportivo y lo realojar¨¢ en el actual puerto pesquero. Esto permitir¨¢ rehabilitar y estabilizar los arenales, que pr¨¢cticamente desaparecen cada vez que hay un temporal. "Con la presencia de edificios y paseos mar¨ªtimos es casi imposible corregir la inestabilidad de los arenales. Al interrumpir las playas altera toda la din¨¢mica litoral", asegura Fern¨¢ndez-Ra?ada. Adem¨¢s, el enladrillamiento costero ha enterrado las arenas con las que se podr¨ªan rehabilitar m¨¢s f¨¢cilmente las playas, con lo que Costas debe recurrir al caro m¨¦todo de buscar material de relleno en obras p¨²blicas que precisan extracciones masivas de tierra, como aparcamientos o t¨²neles de metro y AVE.

Siguiendo hacia el este, la principal preocupaci¨®n de Costas en Mijas y Fuengirola consiste en la reubicaci¨®n de los chiringuitos. La inmensa mayor¨ªa de los cerca de 600 establecimientos de este tipo se encuentran ubicados directamente sobre la arena. En Benalm¨¢dena, localidad gran explosi¨®n urban¨ªstica. Costas derribar¨¢ la residencia de ancianos de Unicaja en cuyos bajos se sit¨²a el Aula del Mar.

En la capital malague?a se concentran algunas de las actuaciones m¨¢s espectaculares y que afectan a barrios enteros. Costas insiste en su vieja idea de "esponjar" -l¨¦ase derribar algunas partes- las casas que impiden el acceso a las playas de Pedregalejo y El Palo, as¨ª como las situadas pr¨¢cticamente sobre la arena en La Ara?a.

En la Costa del Sol oriental, donde todav¨ªa quedan zonas libres de origen agr¨ªcola, los derribos se concentran en las casas situadas junto al puerto de Caleta de V¨¦lez, adem¨¢s de las viviendas situadas bajo la l¨ªnea de la N-340 en las playas de Lagos y Mezquitilla, que deber¨¢n ser realojadas en urbanizaciones cercanas. Una de las principales actuaciones consiste en comprar los terrenos detr¨¢s de la playa del Playazo en Nerja.