Acoso a los occidentales en Darfur
Sud¨¢n usa el 'robo de ni?os' en Chad para tratar de expulsar a las ONG europeas
"?Es usted espa?ol?". Ahmed Ibn Omar es el jefe de un clan en Nyala (Darfur) y est¨¢ acostumbrado a que los dem¨¢s aguarden impacientes sus palabras. As¨ª que deja pasar un tiempo muerto y, de pronto, estalla: "?Es terrible lo que han hecho los espa?oles intentando secuestrar a nuestros ni?os! Dicen que vienen a ayudar y luego cometen estos cr¨ªmenes terribles". Hace s¨®lo una semana, los espa?oles ten¨ªan asegurada la simpat¨ªa inmediata de los sudaneses, atrapados por la Liga de f¨²tbol y la rivalidad entre el Bar?a y el Madrid. Pero ahora, de pronto, se les mira a veces con ira: todos son esclavistas en potencia.
"Hay demasiadas ONG occidentales en Darfur", afirma el gobernador
Poco importa que los espa?oles detenidos en Chad no tengan ninguna vinculaci¨®n con la ONG francesa Arca de Zo¨¦, acusada de querer sacar ilegalmente del pa¨ªs a 103 ni?os, supuestamente "hu¨¦rfanos de Darfur". El Gobierno de Jartum ha aprovechado el episodio -que coincide con la reconciliaci¨®n entre Chad y Sud¨¢n y el desembarco de ONG ¨¢rabes en Darfur- para hostigar a los occidentales en Darfur. Los pol¨ªticos se han expresado con contundencia y ayer hasta en el ¨²ltimo rinc¨®n de Nyala, abrasada por el sol y la miseria, resonaban las mismas palabras: "?Occidentales, criminales!".
"Estoy muy trastornada por lo sucedido", explica Ahlan Mahdi, una mujer de Nyala que trabaja con ni?os en los campos de refugiados que rodean la castigada capital de Darfur del Sur, de un mill¨®n de habitantes censados y muchos m¨¢s sin registrar. "Aqu¨ª cuidamos a los ni?os lo mejor que podemos. No est¨¢n bien, pero tampoco tan mal. Tenemos programas de educaci¨®n, de salud...", a?ade rodeada de chavales. Visten harapos, pero su aspecto es similar al de todos los refugiados de todos los conflictos en el mundo.
Kamal Ibais, portavoz del gubernamental Partido del Congreso Nacional, marc¨® el tono que luego se ir¨ªa extendiendo a trav¨¦s de funcionarios del Gobierno. Y lo hizo en t¨¦rminos muy duros para los occidentales: "Este acto criminal muestra c¨®mo se ha deteriorado la mentalidad de los occidentales en lo referente a Darfur. Es el precio que los rebeldes deben pagar a los franceses. Es el precio por buscar protecci¨®n extranjera". Y, sembrando a¨²n m¨¢s ciza?a, a?adi¨®: "Me temo que no es la primera vez que sucede; lo que pasa es que ahora se ha descubierto".
La pol¨¦mica ha coincidido con la clausura de una cumbre de donantes ¨¢rabes para Darfur, a los que se espolea para incrementar su papel en detrimento de las ONG occidentales, sospechosas siempre de confraternizar con los enemigos de Jartum. Los delegados ¨¢rabes viajaron ayer a distintos puntos de Darfur, donde fueron recibidos en actos organizados por el Gobierno casi como libertadores, con danzas tradicionales y comida op¨ªpara. Y tocando su coraz¨®n con el "robo de ni?os" perpetrado por los occidentales.
El gobernador de Darfur del Sur, Ali Mahmud Mohred, les recibi¨® con un mensaje tan simple como imposible de verificar: en Darfur ya no hay guerra, s¨®lo miseria, dijo, y por eso se necesita a las ONG. Eso s¨ª, las ¨¢rabes, porque las occidentales no son de fiar. "Hay 54 ONG trabajando en Darfur del Sur, 28 de las cuales son occidentales", subray¨® preocupado Mohred, quien a?adi¨®: "Y ya sab¨¦is que las ONG occidentales tienen un impacto negativo en la cultura isl¨¢mica". Uno de sus principales colaboradores, Mohamed M. Salih, contest¨® con sequedad al plante¨¢rsele que aclarara las palabras de su jefe: "Que hay demasiadas ONG occidentales aqu¨ª no es una opini¨®n. Es un hecho".
El Gobierno de Jartum, asediado por la comunidad internacional por su pol¨ªtica de tierra quemada frente a los rebeldes de Darfur, se ha envalentonado en los ¨²ltimos d¨ªas. Ha solemnizado la nueva amistad con el Chad, su ac¨¦rrimo enemigo vecino hasta ahora protegido por Francia, donde los rebeldes de Darfur encontraban protecci¨®n y armas. Adem¨¢s, los grupos rebeldes est¨¢n m¨¢s divididos que nunca y los m¨¢s importantes est¨¢n boicoteando la conferencia de paz impulsada por Naciones Unidas en Libia, a la que s¨ª ha acudido raudo Jartum para dejar clara su buena voluntad y la intolerancia de los rebeldes.
Incluso EE UU, que mantiene las sanciones econ¨®micas contra Jartum, opta por formas cada vez m¨¢s conciliadoras. El coqueteo es tal que Sudan Vision, el peri¨®dico en ingl¨¦s m¨¢s pr¨®ximo al Gobierno, lleva d¨ªas publicando grandes fotos y elogios a un programa caritativo impulsado por la Embajada de EE UU. Fuentes diplom¨¢ticas occidentales confirman el viraje diplom¨¢tico de Washington en Jartum emprendido en los ¨²ltimos meses tras constatar el nulo impacto de su presi¨®n sobre el r¨¦gimen islamista.
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