Ir¨¢n en vi?etas
Acudir a un cine y disfrutar con un producto que no se parece a nada visto anteriormente supone un triunfo en s¨ª mismo. Si adem¨¢s esa pel¨ªcula es did¨¢ctica y tierna, tr¨¢gica y emocionante, realista y m¨¢gica, c¨®mica y atroz, todo a un tiempo, el acto se convierte en un acontecimiento. Y Pers¨¦polis lo es.
Basada en cuatro novelas gr¨¢ficas de corte autobiogr¨¢fico, la pel¨ªcula, de animaci¨®n tradicional con dibujos en blanco y negro realizados a mano, cuenta el paso de ni?a a mujer de Marjane (la propia directora), nacida en Ir¨¢n durante los ¨²ltimos a?os de dictadura del sah Reza Palhevi. La posterior rebeli¨®n que desemboc¨® en la rep¨²blica isl¨¢mica al mando del ayatol¨¢ Jomeini, la persecuci¨®n por motivos ideol¨®gicos, la guerra entre su pa¨ªs e Irak, y su posterior traslado a Austria y Francia, hasta su regreso a Ir¨¢n, ya adulta, completan el devenir de la protagonista, de modo que Pers¨¦polis, premio del Jurado en Cannes, se convierte en un melodrama familiar de trasfondo no s¨®lo pol¨ªtico, sino tambi¨¦n social.
PERS?POLIS
Direcci¨®n: Marjane Satrapi, Vincent Paronnaud.
Int¨¦rpretes: Chiara Mastroianni, Catherine Deneuve, Danielle Darrieux (voces).
G¨¦nero: animaci¨®n. Francia, 2007.
Duraci¨®n: 95 minutos.
As¨ª, el papel de la mujer en una sociedad como la iran¨ª es analizado por Satrapi desde dentro. La obligaci¨®n del velo isl¨¢mico, las injerencias del poder p¨²blico en la vida privada, los recortes de libertades y la anulaci¨®n intelectual recorren la trama sin que en ning¨²n momento se caiga en la sensaci¨®n de estar soportando un panfleto pol¨ªtico. Cada idea, cada cr¨ªtica, cada reflexi¨®n, expuesta incluso con un gratificante sentido del humor, siempre est¨¢ enmarcada en la historia central de la familia Satrapi, conform¨¢ndose la pel¨ªcula en una especie de novel¨®n a lo Thomas Mann, o de pel¨ªcula en la l¨ªnea de La mejor juventud (Marco Tullio Giordana, 2003), donde se repasa la civilizaci¨®n contempor¨¢nea del autor de la obra mientras los integrantes de la estirpe de ficci¨®n ocupan cada uno su lugar en la Historia (con may¨²scula).
A pesar del blanco y negro, diversos pasajes funcionan parad¨®jicamente como un estallido de color, y el trazo, en general, simple y sobrio de las vi?etas va acompa?ado de espor¨¢dicas aportaciones de abstracci¨®n, lo que conduce al producto hasta una inclasificable armon¨ªa de estilos basada en la heterogeneidad. Adem¨¢s, la m¨²sica adquiere un papel esencial: primero, como elemento formal que ayuda a la fluidez de la pel¨ªcula y a la transici¨®n entre secuencias; y segundo, como ingrediente testimonial de cada una de las etapas vitales de la joven Marjane, en las que Abba, Iron Maiden y hasta el Eye of the tiger del grupo Survivor se van sucediendo mientras se integran a la perfecci¨®n en el dibujo de la protagonista. Un retrato, por cierto, nada complaciente, esquivo en todo momento con la autoindulgencia y revelador de un car¨¢cter sumamente exigente, empezando por uno mismo.
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