El agua 'milagrosa' de Codesido est¨¢ contaminada

Da igual que nieve o que haya que avanzar a tientas por culpa de la niebla. La charca y la fuente del Alligal de Codesido, en Vilalba, reciben visitantes todos los d¨ªas del a?o. Personas llegadas muchas veces desde muy lejos, que en ba?ador o completamente vestidas (en ocasiones sin desprenderse del bast¨®n, que les vale para abrirse paso en el agua), beben del ca?o, llenan botellas y se sumergen en la piscina que burbujea en medio de la nada.

Una nada aparente que, en realidad, no lo es, porque, tras los juncos y los abedules enmara?ados, a pocos metros, se levanta desde julio de 2006 un hotel con tratamientos acu¨¢ticos de la cadena Husa. La ubicaci¨®n fue elegida, tal y como reconoce la directora del spa, M¨®nica Fern¨¢ndez, por "el tir¨®n de la charca", cuyas aguas, seg¨²n la "tradici¨®n oral", curan "sobre todo, enfermedades de la piel". El balneario del pueblo, gratuito y gestionado por la comunidad vecinal de Codesido, atrae clientes de pago para el hotel de cuatro estrellas que aspira a convertirse en el centro termal de referencia de Galicia mientras pelea por la categor¨ªa de balneario que, de momento, se le niega.

La clientela del hotel, al llegar, pregunta por la charca que, seg¨²n el ayuntamiento, es el ¨¢rea "mineromedicinal sin balneario m¨¢s concurrida de Galicia". Claro que, por los resultados del an¨¢lisis encargado por EL PA?S al laboratorio farmac¨¦utico Pulido Torres de Compostela, la de Codesido no se distingue en nada de cualquier otra agua com¨²n salvo en que est¨¢ contaminada por vertidos fecales. El test revel¨® una alta presencia de colonias de bacterias coliformes, Escherichia coli y Clostridium perfringens, habituales causantes de diarreas y m¨¢s trastornos intestinales, que proceden del tracto y las heces de humanos y animales. El agua de Codesido es termal porque brota a 23 grados cent¨ªgrados, pero no es mineromedicinal ni potable, aunque todo el mundo la beba por litros. S¨®lo la costumbre explica que los usuarios no se resientan por consumirla.

Los peces de colores que soltaron los vecinos dentro de la piscina de hormig¨®n con suelo de tierra tampoco sufren. Del fondo emergen discretas las burbujas que extendieron la leyenda de un agua carbonatada que el an¨¢lisis desmiente, y los que se ba?an no saben si agradecerle a estas lentejas de aire que salen del suelo o a las algas que crecen por doquier el milagro de la salud recobrada.

Cualquier visita r¨¢pida al Alligal vale para comprobar la fascinaci¨®n del p¨²blico por aquellas aguas. Siempre surgen, entre los ba?istas a remojo, historias de sanaciones inexplicables, casi instant¨¢neas, incluso de enfermos desahuciados que llevaban a?os deambulando por las consultas. Muchas de estas an¨¦cdotas populares las protagonizan m¨¦dicos de Ferrol o A Coru?a que acuden a la charca con asiduidad, nadan en la piscina redonda de 30 metros de di¨¢metro, se toman algo en el bar vecinal si est¨¢ abierto y cargan el maletero con garrafas que llevan a la ciudad.

Algunos de estos m¨¦dicos, seg¨²n el boca a oreja, han llevado el agua a analizar y han regresado al lugar asegurando que "algo, tiene". Pero, con nombre y apellidos, el Ayuntamiento de Vilalba, que jam¨¢s ha testado el agua, s¨®lo puede citar a un doctor que s¨ª lo hizo. Hace tres d¨¦cadas, el vilalb¨¦s Jos¨¦ Ramil comprob¨® que "el agua no tiene nada salvo, si cabe, un poquito de radiactividad debido a que sube de capas inferiores de la tierra a trav¨¦s de una falla de rozamiento". As¨ª lo recuerda su hijo, Eduardo Ramil, al que remite el consistorio cuando se pregunta por el agua. "Mi padre, de todas formas, mandaba a sus pacientes a la charca. Aunque esto no siente bien en el pueblo, no cre¨ªa en el agua, pero s¨ª en la higiene, el cambio de h¨¢bitos y la sugesti¨®n: a la gente le da la vida la charca. Aqu¨ª se curan".