La globalizaci¨®n de la informaci¨®n

Ese hacerse global dedicando las primeras p¨¢ginas del peri¨®dico a la informaci¨®n internacional no me acaba de convencer. Yo soy m¨¢s partidario de globalizarme de dentro hacia fuera que de lo contrario. Claro que bien es sabido que leemos el peri¨®dico de atr¨¢s para delante, as¨ª que al final va a resultar lo que yo digo.

Me preocupa ahora m¨¢s que nunca d¨®nde se coloca el foco. Antes, por aquello de la falta de inmediatez, las cosas se iban focalizando de manera natural, tal como iban ocurriendo en nuestro derredor m¨¢s pr¨®ximo, hasta que llegaban noticias de ultramar y m¨¢s all¨¢ que nos resultaban de un ex¨®tico estupendo; nos fascinaban y ve¨ªamos a los otros como en una novela de Jonathan Swift. Pero resulta que hoy d¨ªa Al Gore se nos presenta m¨¢s pr¨®ximo que la vecina del quinto y nuestro m¨¢s mundial presidente ha llegado a compartir mesa para los pies con el presidente de los mism¨ªsimos Estados Unidos, en un rancho tejano que hasta le cambi¨® el acento. Me da miedo pensar que de tanto llevar el foco a m¨¢s all¨¢ de dos mil kil¨®metros acabemos por olvidarnos de lo que pasa en casa y bajar a la compra se convierta en un viaje de Gulliver -cosa que, por otra parte, tampoco estar¨ªa nada mal-. Llegar¨¢n tiempos en los que ocurrir¨¢n cosas nunca vistas.