Reto doble en Par¨ªs

Despu¨¦s del d¨ªa de gloria, jornada de penitencia y futuro de martirio. Rafael Nadal, imparable el viernes en su victoria sobre el ruso Mikhail Youzhny, arranc¨® lanzado su semifinal contra Marcos Baghdatis. Fue un tenista transmutado en cicl¨®n, guante de seda en mano de hierro, hasta que desaprovech¨® la oportunidad de adelantarse por 4-1. En el vicio estuvo la penitencia: perdi¨® cinco juegos seguidos, el primer set y el servicio nada m¨¢s empezar la segunda manga. Su baj¨®n encendi¨® a Baghdatis, desatado sobre la pista. El chipriota tuvo tiros se?oriales. Efectos inalcanzables. Y golpes tribales. Agarrado a sus emociones, Baghdatis se golpeaba el pecho. Loco de pasi¨®n, Baghdatis se?alaba su coraz¨®n llameante, se daba pu?etazos en la cara y le chillaba a la grada. Baghdatis retaba al mundo. Nadal, a un tenista. El espa?ol aguant¨® el chaparr¨®n y sus errores con aire moh¨ªno. Pareci¨® perderle la cara al partido. Y venci¨® entre sus arranques de clase y los sudorosos agobios de un rival con m¨²sculos banvoleantes (4-6, 6-4 y 6-3).

El n¨²mero dos mundial pone hoy una teor¨ªa a prueba. Dicen los gur¨²s del tenis que el sufrimiento, las victorias a trompicones, liberan el talento enmohecido de los jugadores que vuelven de una lesi¨®n. Nadal, en su segundo torneo tras mes y medio de par¨®n, revisa hoy el argumento. La final mide sus posibilidades en la Copa de Maestros, que desde la semana que viene re¨²ne a los ocho mejores del mundo en Shanghai. A Nadal le espera un martirio (La 2 y Teledeporte, 16.30): David Nalbandi¨¢n, el jugador m¨¢s en forma del momento, que necesita la victoria para acudir como reserva al torneo final, tras vapulear ayer al franc¨¦s Richard Gasquet (6-2 y 6-4), ya clasificado.

"Va a ser distinto", dijo el argentino al acabar su partido. Esas cuatro palabras recuerdan un castigo. Hace dos semanas, en el masters de Madrid, Nalbandian desarbol¨® a Nadal, sacudido por la mezcla de aguja y arp¨®n del argentino. El n¨²mero dos del mundo acab¨® el partido recluido en la sala de masajes, donde Toni Nadal, su t¨ªo y entrenador, no quiso recriminarle nada. La derrota hab¨ªa sido tan clara que hablaba por s¨ª sola. Hoy, en Par¨ªs, una ciudad en la que el triple campe¨®n de Roland Garros nunca ha sido derrotado, Nadal tiene una oportunidad para la revancha.

"Hice un gran partido", resumi¨® Nalbandi¨¢n sobre su encuentro con Gasquet. "S¨¦ que estoy jugando un buen tenis. Tuve un buen feeling desde la primera bola. Tir¨¦ winners [golpes ganadores], desde todos los lados. Estoy jugando un gran tenis, al nivel de cuando gan¨¦ en Shanghai [en 2005]", a?adi¨® el argentino, que ha ganado a Roger Federer dos veces en 11 d¨ªas. A favor de Nadal, sincero tras su partido de picos y valles ante Baghdatis - "se me ha complicado much¨ªsimo. He estado muy cerca de la derrota. Ced¨ª la iniciativa hasta que fui m¨¢s agresivo"-, est¨¢ la geograf¨ªa. Par¨ªs no tiene la altura de Madrid, donde la bola vuela. Par¨ªs no tiene una pista tan r¨¢pida como la de Madrid, donde los servicios corren. Y Par¨ªs, claro, no tiene p¨²blico espa?ol. Eso, piensa Nalbandi¨¢n, enfrentado ayer con la grada, favorece a su rival: "?l estaba presionado por jugar en Madrid. Aqu¨ª la bola se abre un poco m¨¢s y eso le ayuda m¨¢s a ¨¦l".

Final Nadal-Nalbandian en Par¨ªs