En la intimidad del calendario
El a?o pasado fue especial para la historia de este artefacto glamouroso. La inclusi¨®n de los 71 a?os de Sophia Loren y el rumor de que, por primera vez en su carrera, la napolitana aparecer¨ªa desnuda ayud¨® sobremanera a la promoci¨®n de una retrospectiva sobre la historia del calendario que se inaugur¨® en Berl¨ªn. Este a?o ha marcado el retorno a la normalidad. Modelos en vez de celebridades y, por segunda vez en tres a?os, fotograf¨ªas de Patrick Demarchelier. Un franc¨¦s que se ha ganado la fama por su trabajo con las formas del cuerpo humano y animal y, en un plano m¨¢s popular, por ser el fot¨®grafo oficial de Diana de Gales. En esta ocasi¨®n, Demarchelier sublima el exotismo globalizador de Shanghai y la compa?¨ªa satisface el ego de uno de los mercados con m¨¢s potencial. Pirelli escoge la localizaci¨®n, y el fot¨®grafo, el casting. Entre la alineaci¨®n de bellezas, la actriz china Maggie Cheung (que aparec¨ªa, entre otras, en Deseando amar). Adem¨¢s, dos top models asi¨¢ticas, Mo WanDan y Du Juan, y un nutrido grupo de las m¨¢s cotizadas del mundo: la brasile?a Carolina Trentini, las australianas Gemma Ward y Catherine McNeil, las brit¨¢nicas Agyness Deyn y Lily Donaldson, la holandesa Doutzen Kroes, la canadiense Coco Rocha y la rusa Sasha Pivarova.
El calendario se presentar¨¢ el 29 de noviembre, dos d¨ªas despu¨¦s de la inauguraci¨®n de la planta que la compa?¨ªa ha construido en Yanzhou. "China es la nueva frontera de Pirelli. Es un mercado muy importante, y el calendario, por ser una forma de comunicaci¨®n y un lenguaje art¨ªstico universal, es nuestro embajador", comentan desde la marca, empecinada en dotar cada vez de m¨¢s exclusividad a su producto estrella. La muerte por glamour debe saber a champ¨¢n. Este a?o se imprimir¨¢n "s¨®lo 20.000 copias, por las 30.000 el a?o pasado y las 40.000 el a?o anterior", recuerdan. La lista de afortunados a quienes se regala el almanaque (no se vende) sigue siendo secreta, aunque se sabe que personalidades como Bono o el pr¨ªncipe Carlos de Inglaterra reciben uno cada a?o a primeros de diciembre. Y esta apuesta por la exclusividad es, seg¨²n la marca, una de las claves para lograr que esta colecci¨®n de fotograf¨ªas de mujeres que jam¨¢s tendr¨¢s, en parajes a los que jam¨¢s podr¨¢s ir, y que jam¨¢s te van a mandar, siga siendo culturalmente relevante. Bailando con incre¨ªble ¨¦xito sobre el alambre de la moda, la tendencia, el sexo y el poder. "Es un producto que no se puede comprar, que pocos han tenido la oportunidad de ver y que a todos les gustar¨ªa tener. Adem¨¢s, desde siempre, el calendario ha sido una interpretaci¨®n de los cambios de la sociedad, muchas veces anticip¨¢ndose a tendencias y costumbres de los ¨²ltimos 40 a?os", concluyen ufanos los creadores de algo que se sustenta en unos valores tan dudosos como universales.
Aspiracional hasta decir basta, de acuerdo, pero tambi¨¦n un reflejo bastante acertado de qu¨¦ pasa en el mundo. Un almanaque que recoge en poco m¨¢s de doce im¨¢genes (cada edici¨®n incluye m¨¢s fotograf¨ªas que meses) un resumen de las tendencias en moda, belleza, turismo, macroeconom¨ªa... "El calendario se ve afectado por las tendencias globales. Con la llegada del nuevo milenio, aquel calendario trat¨® de representar mes a mes a la mujer de cada d¨¦cada del siglo XX". En Pirelli saben mucho de eventos definitorios. El ¨²ltimo, en 1974, cuando el almanaque sufri¨® un par¨®n de casi una d¨¦cada debido a la crisis del petr¨®leo. Ya lo dicen en las comedias de instituto americanas: no hay coche, no hay chica.
De cualquier modo, los integrantes del equipo que se dedica exclusivamente a este proyecto no temen por sus puestos de trabajo, aunque Dick Cheney parezca empe?ado en dejarles en el paro. Ni siquiera la molesta democratizaci¨®n de Internet parece poner en peligro la exclusividad del artefacto. "Es verdad que se pueden ver las im¨¢genes en Internet, pero nunca es comparable con el impacto visual de ver un ejemplar f¨ªsico: los colores, la textura... realmente no es comparable", nos advierten al resto de los mortales. A quienes, por una raz¨®n u otra, jam¨¢s nos ponen en ninguna lista.
Cinco grandes momentos de la historia de los neum¨¢ticos
En 1964, la subsidiaria brit¨¢nica de la compa?¨ªa propuso la confecci¨®n de un almanaque que le diera una vuelta a las casposas colecciones de mujeres que colgaban de los talleres. Coches y chicas, al final, Springsteen va a resultar un visionario del glamour. Las ediciones antiguas alcanzan los 1.000 euros en eBay. En casas de subastas como Christie's se han colocado algunos ejemplares por hasta 84.000 euros. En 1974, Hans Feuer se olvidaba de la crisis del petr¨®leo y se llevaba a sus chicas a las Seychelles. Meses despu¨¦s, la compa?¨ªa decid¨ªa suspender el calendario. El lapso se alarg¨® hasta 1984. Antes del par¨®n, Francis Giacobetti se hab¨ªa convertido en el fot¨®grafo de referencia de la firma, y la imagen de Paula Martine flotando en el agua de las Bahamas (arriba) es un hito de la historia del almanaque. En su reencarnaci¨®n ochentera dej¨® de concentrar sus producciones en playas tropicales o desiertos africanos. El glamour m¨¢s refinado y la cultura preley antitabaco se subliman con una instant¨¢nea de Iman (arriba, a la derecha) en 1985, obra de Norman Parkinson. Otro mes m¨ªtico es junio de 1994. En el apogeo de la cultura top model, Cindy Crawford le gana la partida (porque por entonces lo val¨ªa m¨¢s que nada o nadie) a la localizaci¨®n (Sevilla) en una memorable instant¨¢nea de Herb Ritts. Tres a?os m¨¢s tarde, grandes noticias para el patriotismo est¨¦tico con la aparici¨®n de una lozana In¨¦s Sastre, feliz de ser fotografiada por Richard Avedon en un estudio. Con el nuevo siglo se recupera el valor de la localizaci¨®n, aunque se sigue apostando por los mismos rostros que decoraron los noventa. Aqu¨ª tenemos a la incombustible Naomi Campbell, en una playa de R¨ªo, fotografiada por Patrick Demarchelier. Una imagen que recoge de una tacada casi todas las fases por las que ha pasado un calendario en el que seguro que nadie jam¨¢s marca en rojo ning¨²n d¨ªa.
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