Dos autocares con muchos humos

Si los pasajeros echan chispas, los autocares echan humo. Y mucho. Ayer, un grupo de 55 viajeros del tren que hab¨ªa salido de Madrid a las 11.45 (o de Zaragoza a las 13.40) con llegada prevista a las 16.13 horas a Barcelona, pero con autocar en medio desde Camp de Tarragona, decidi¨® amotinarse en la barrera del peaje de Sitges de la C-32, antes que arriesgarse a morir en la carretera. El coche, explica T. B., pasajera del mismo, llevaba una hora oliendo a chamusquina y empezaba a echar humo. El conductor (que se perdi¨® y, seg¨²n la usuaria, super¨® reiteradamente la velocidad permitida) intent¨® forzar la continuaci¨®n del recorrido, pero no hubo caso. Los pasajeros llamaron a los Mossos d'Esquadra y hubo cambio de autocar. El parte dado por la empresa (Autocares Molist) a Renfe no recoge estos puntos, seg¨²n la compa?¨ªa ferroviaria. S¨®lo habla del cambio de veh¨ªculo y de los horarios en cuesti¨®n.

Parecida peripecia vivi¨® el pasado 23 de octubre Joan G¨®mez Pallar¨¦s, en un intento de viajar a Valencia. As¨ª lo cuenta: "El conductor es gallego pero vive en Avil¨¦s. No conoce nada de la ruta y utiliza, ya antes de salir de Barcelona, tres veces el tel¨¦fono m¨®vil con el autob¨²s en marcha. A lo largo del trayecto acabar¨¢n siendo ocho las veces y en dos de ellas pierde por completo el contacto de las manos con el volante. Justo antes del peaje de Martorell el conductor atiende una llamada: del autocar sale humo, se quema por detr¨¢s". El conductor quer¨ªa seguir, pero el pasaje exigi¨® la custodia de los Mossos: hubo cambio de autocar, pero complicado porque el primero que lleg¨® ten¨ªa menos plazas que pasajeros hab¨ªa y el segundo no dispon¨ªa de horario para cubrir el trayecto. ?l lleg¨®, al fin, a Valencia. No quiere ni imaginar lo que pudo ocurrir a cuatro pasajeros que pretend¨ªan ir hasta Albacete".

Renfe dice que con esos retrasos tienen derecho a que les devuelvan el importe del billete.