Una habitaci¨®n propia
"Una habitaci¨®n propia". Eso era todo o lo m¨¢s importante que pod¨ªa necesitar un escritor para trabajar, para existir. La MEET, la Maison des ?crivains ?trangers et Traducteurs, ofrece esa "habitaci¨®n propia" cada a?o, por periodos de uno o dos meses, a siete escritores extranjeros o traductores, que se van sucediendo en sus estancias. ?D¨®nde? En Saint-Nazaire, en lo alto del edificio m¨¢s alto de esa ciudad sorprendente -situada al oeste de Francia, sobre la costa-, un apartamento con dos dormitorios, un despacho, un sal¨®n y los servicios habituales, todo rodeado de grandes ventanales sobre el Atl¨¢ntico, la desembocadura del Loira y el puerto de Saint-Nazaire. Una suerte de infinito de paisajes de agua y llanura.
Ninguna obligaci¨®n a cambio de esos metros cuadrados y de una beca de 950 euros al mes. La Maison des ?crivains ?trangers et Traducteurs (la casa de los escritores extranjeros y traductores) no pide ni conferencias, ni textos, ni tan s¨®lo una rueda de prensa con las publicaciones locales, aunque muchos de los inquilinos que se han sucedido a lo largo de los veinte a?os de existencia de la MEET han dado conferencias, entregado relatos para la revista de la maison y asumido la necesidad de presentarse ante los saint-nazariens con la ayuda de los periodistas de la ciudad.
Pero todo queda en manos de la buena disposici¨®n del escritor: algunos viajan siempre con sus fantasmas, otros los olvidan al llegar a un sitio tan ins¨®lito, y la mayor¨ªa los cambia, los sustituye por unos nuevos.
Para tener derecho a ocupar ese cub¨ªculo en el cielo de Saint-Nazaire no hay que ser franc¨¦s -o hay que ser traductor al franc¨¦s- e, idealmente, es mejor no ser un autor muy conocido. Basta con enviar una carta al consejo literario de la MEET y pedirlo. "El consejo", explica Elisabeth Biscay, secretaria y redactora de la instituci¨®n, "est¨¢ integrado por siete personas que se re¨²nen tres veces al a?o para estudiar las solicitudes. El criterio determinante de su decisi¨®n es literario". Es decir, que todo se determina a partir de lo que antes haya hecho el solicitante y, m¨¢s a¨²n, en funci¨®n de lo que dice querer hacer.
Durante m¨¢s de 100 a?os, Saint-Nazaire fue el puerto de Francia de donde sal¨ªan los barcos hacia Latinoam¨¦rica. Durante los primeros a?os de existencia de la MEET, los escritores latinoamericanos fueron los preferidos, luego se consider¨® l¨ªcito viajar hacia otros oc¨¦anos.
De 141 escritores y traductores que han pasado por la maison de Saint-Nazaire, 45 son latinoamericanos. Los otros son austriacos, argelinos, albaneses, alemanes o azerbaiyanos, si la relaci¨®n se ci?e s¨®lo a las nacionalidades que empiezan por "a" y que no son ni lusos ni hispanohablantes.
La Maison des ?crivains ?trangers et Traducteurs ayuda a que la obra de los residentes sea traducida al franc¨¦s. Para ello, publica una colecci¨®n biling¨¹e -en franc¨¦s y en el idioma original-, una revista -tambi¨¦n biling¨¹e- y pone en relaci¨®n los textos de escritores de otras ciudades. El invento comenz¨® con Trieste-Buenos Aires y ahora hermana o confronta M¨¦xico-Sarajevo tras haber propiciado otros encuentros improbables como Berl¨ªn-Caracas u otros m¨¢s evidentes como Nueva York-N¨¢poles, ciudades que, como m¨ªnimo, han compartido apellidos de algunos mafiosos. En el encuentro entre escritores y entre ¨¦stos y sus lectores que cada a?o, desde hace cinco, organiza la MEET, entre los pr¨®ximos d¨ªas 15 y 18, celebrar¨¢ sus veinte a?os con una reuni¨®n de escritores de Tokio y Luanda, a los que se unir¨¢n autores de Francia y otros pa¨ªses, y el n¨²mero 11 de la revista incluir¨¢ textos de ambas literaturas, japonesa y angole?a.
La lista de breves inquilinos incluye una serie importante de nombres que hoy son bien conocidos del p¨²blico lector hispano. Entre ellos, encontramos a C¨¦sar Aira, Reinaldo Arenas, Marcelo Cohen, Edgardo Dobry, Gabriella Adamesteanu, Luisa Futoransky, Luis Goytisolo, Ricardo Piglia e incluso a un premio Nobel, como el chino Gao Xingjian.
La MEET concede premios literarios: el Laure Bataillon recompensa la mejor obra traducida al franc¨¦s durante el a?o en curso y reparte 15.000 euros entre el autor y su traductor. El destinado a la joven literatura latinoamericana -autores de menos de 35 a?os- es bianual y consiste en editar el libro en el pa¨ªs de origen del autor as¨ª como su traducci¨®n francesa. Tambi¨¦n organiza coloquios tem¨¢ticos o geogr¨¢ficos y favorece intercambios entre autores alrededor de temas como El lector ideal, Los placeres de Babel, Las lecturas lejanas o La invenci¨®n del libro, en buena parte hijos de la inventiva y empuje del director literario Patrick Deville.
Saint-Nazaire es una ciudad de menos de 100.000 habitantes, en su pr¨¢ctica totalidad reconstruida tras la II Guerra Mundial en un estilo racionalista y moderno, de edificios bajos y grandes avenidas. Es una poblaci¨®n tranquila, con un gran pasado industrial y comercial que su alcald¨ªa socialista trata de modernizar con una serie de equipamientos e iniciativas culturales. Es una ciudad joven, con estudiantes, m¨¢s fr¨¢gil en apariencia que Le Havre, ciudad portuaria con la que comparte destino pues las dos han renacido de los bombardeos y las dos han apostando por una arquitectura moderna. Pero si en Le Havre manda Auguste Perret y su voluntad de aplicar al hormig¨®n los criterios de un cierto clasicismo, en Saint-Nazaire la ¨²nica pretensi¨®n era la de dar entrada a la luz, al aire y a los progresos del confort moderno. El resultado es de una muy agradable modestia.
Para algunos de los escritores en residencia, Saint-Nazaire ha resultado un para¨ªso; para otros, una estricta inversi¨®n profesional; para unos pocos, un lugar incomprensible. "Tuvimos una escritora iran¨ª que quer¨ªa hacer algo cada d¨ªa, que no comprend¨ªa no estar obligada a dar conferencias, cursos de lengua o de escritura. Que todo fuese voluntario y optativo la desorientaba", recuerda Elisabet Biscay. "Y tambi¨¦n pienso en ese autor argelino que no comprend¨ªa que hubiese tan poco ruido, no o¨ªr bocinazos todo el rato, que las calles no estuviesen llenas de gente a las diez de la noche. Nosotros proponemos un lugar y un tiempo para la lectura y la escritura pero dejamos a cada cual la libertad de utilizarlo como le convenga. La inspiraci¨®n ni se decreta ni se materializa de inmediato". -
Maison des ?crivains ?trangers et Traducteurs. 1, boulevard Ren¨¦ Coty. 44600 Saint-Nazaire. Francia. www.meet.asso.fr/
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