"La Xunta anterior hizo una compra masiva de destructoras de papel"
El 'n¨²mero dos' de Cultura afirma que cancelar la Cidade da Cultura y devolver el monte Gai¨¢s a su estado original costaba m¨¢s de 200 millones
El secretario general de la Conseller¨ªa de Cultura, Carlos Amoedo, acus¨® ayer al Gobierno de Manuel Fraga de haber destruido de forma masiva documentos de la Xunta antes de ceder los despachos al Gobierno formado por PSdeG y BNG. Amoedo explic¨® a los miembros de la comisi¨®n de investigaci¨®n de la Cidade da Cultura que "el electrodom¨¦stico m¨¢s reciente" que los nuevos responsables pol¨ªticos encontraron a su llegada a San Caetano fueron "destructoras de papel" adquiridas de forma "masiva" que dejaron los cajones vac¨ªos de cualquier clase de documentaci¨®n. Incluso los discos duros de los ordenadores, explic¨®, fueron cuidadosamente borrados.
El n¨²mero dos de Cultura revel¨® estos hechos para tratar de desenmascarar las acusaciones del PP de "falta de transparencia". Nunca como ahora un grupo de oposici¨®n, subray¨® enf¨¢ticamente, tuvo acceso a tanta documentaci¨®n, lo que ha obligado a la Conseller¨ªa a llevar a cabo "un trabajo tit¨¢nico" para atender las "pr¨¢cticas filibusteras" del Partido Popular.
Amoedo acus¨® tambi¨¦n al ex conselleiro Jes¨²s P¨¦rez Varela de haber querido dejarlo todo "atado y bien atado" antes de abandonar el cargo, de manera que los nuevos responsables de Cultura se encontraron, en agosto de 2005, con "compromisos adquiridos muy importantes". En el caso de la Cidade de Cultura, ya se hab¨ªa comprometido 357,61 millones de euros, de los que 92,75 ya era obra certificado, de manera que el proyecto resultaba "irreversible".
El nuevo Gobierno, explic¨® Amoedo, descart¨® la cancelaci¨®n del proyecto porque el derribo de los edificios y la devoluci¨®n del monte Gai¨¢s a su estado original hubiese supuesto un "coste desmedido" de m¨¢s de 200 millones de euros. Un "gasto improductivo" que supondr¨ªa "tirar el dinero por el retrete".
En vez de eso, se?al¨®, la Xunta decidi¨® que era m¨¢s racional y prudente reconducir el proyecto y continuar con las obras. Para poder hacerlo, negoci¨® con los contratistas afectados un acuerdo de paralizaci¨®n temporal de las obras "en condiciones muy ventajosas" que s¨®lo ha supuesto un coste para la administraci¨®n de 220.000 euros.
El portavoz del Partido Popular, Ignacio L¨®pez-Chaves, admiti¨® que, de ser ciertas las acusaciones de Amoedo de destrucci¨®n de documentos, se tratar¨ªa de un delito. Por esa raz¨®n reproch¨® al representante de la Conseller¨ªa de Cultura no s¨®lo no haberlo llevado a los tribunales, sino haber demorado dos a?os y medio su denuncia p¨²blica. Si no acude a la justicia, asegur¨®, "es usted c¨®mplice" de lo ocurrido.
L¨®pez-Chaves no consigui¨® que el n¨²mero dos de Cultura atendiera su petici¨®n de explicar si el coste final del complejo del Gai¨¢s va a costar m¨¢s de la suma de las obras adjudicadas y cu¨¢nto va a suponer esa desviaci¨®n. Y acus¨® a los actuales gestores de nepotismo, a lo que Amoedo replic¨® record¨¢ndole que el actual director financiero de la fundaci¨®n no es pariente de ning¨²n alto cargo de un partido, a diferencia de su antecesor, cu?ado de Mariano Rajoy.
En la misma sesi¨®n de trabajo de la comisi¨®n de investigaci¨®n tambi¨¦n compareci¨® Juan Hern¨¢ndez L¨®pez, secretario general de la Conseller¨ªa de Econom¨ªa desde agosto de 2005 a septiembre de 2006. Desde su experiencia, Hern¨¢ndez asegur¨® que "no es normal" afrontar una obra de las dimensiones de la Cidade da Cultura sin contar con un proyecto definido, porque esta circunstancia afecta a los costes.
El hasta hace un a?o n¨²mero dos de la Conseller¨ªa de Econom¨ªa calific¨® de "incomprensible" el c¨¢lculo de 108 millones con el que la Xunta anterior cifr¨® inicialmente el coste de un proyecto que, por sus dimensiones, cualquier persona con conocimiento en la materia hubiese adivinado que iba a suponer un gasto mucho mayor. Hern¨¢ndez cree que tal vez el Gobierno de Manuel Fraga quiso ocultar deliberadamente el coste real de la Cidade da Cultura para que no generase alarma social.
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