Una visita al convento rescatado

Iba a construirse un aparcamiento en el barrio de San Francisco de Bilbao y salieron a la luz los restos de un convento cuya construcci¨®n comenz¨® a finales del siglo XV y lleg¨® a contar con un centenar de frailes.Fue la iglesia m¨¢s grande del Pa¨ªs Vasco, coronada por una torre, y con el primer cementerio al aire libre que existi¨® en Bilbao. El convento se derrib¨® 350 a?os m¨¢s tarde para levantar un cuartel, convertido en escombros en 1930 para edificar la actual plaza del Coraz¨®n de Mar¨ªa.

Ahora, dos veces por semana, los arque¨®logos que investigan el yacimiento ofrecen visitas guiadas para difundir la azarosa historia que se escond¨ªa bajo unas pistas de baloncesto en dicha plaza. "Tan importante es estudiarlo como transmitirlo", repite antes de comenzar la visita Leandro S¨¢nchez Zufiaurre, uno de los arque¨®logos de la empresa Qark, responsable de la investigaci¨®n. "Debemos registrar lo que encontramos para no olvidarlo".

La construcci¨®n fue derribada en el siglo XIX para levantar un cuartel

S¨¢nchez Zufiaurre no atosiga con fechas y datos t¨¦cnicos a los visitantes, a los que recibe a las cuatro de la tarde en una sala del centro c¨ªvico de San Francisco. Para empezar, proyecta un audiovisual que cuenta c¨®mo el proyecto de reordenaci¨®n de este ¨¢rea por Bilbao R¨ªa 2000 tuvo que ser precedido por una investigaci¨®n del terreno. Era una "zona de presunci¨®n arqueol¨®gica" porque exist¨ªa abundante documentaci¨®n sobre el convento franciscano. Se empez¨® a excavar en un ¨¢rea de 300 metros cuadrados y los hallazgos de restos de la iglesia hizo que se extendiera la zona de trabajo hasta los 2.000 metros cuadrados.

La proyecci¨®n y las explicaciones del arque¨®logo descubren que cuando se construy¨® el convento lo que ahora es el abigarrado barrio de San Francisco se limitaba a una zona de huertas y descampados, separada por la r¨ªa del n¨²cleo urbano de Bilbao. Los planos muestran que contaba con una gran iglesia, rodeada por capillas de las familias adineradas de la villa, un claustro y un recinto con columnas, que se desconoce si se usaba como sala capitular o como espacio para formar a los novicios.

Cien frailes

Al salir al aire libre la imaginaci¨®n de los visitantes debe activarse para reconocer en las ruinas puestas al descubierto a seis metros de profundidad una suntuosa iglesia y el claustro adyacente. M¨¢s f¨¢cil resulta reconocer los pasillos, perfectamente pavimentados, que comunicaban todo el complejo y el sistema de drenaje de aguas, que sigue cumpliendo su misi¨®n.

El convento ten¨ªa tres alturas. En sus etapas de mayor actividad lleg¨® a contar con un centenar de frailes. Con el siglo XIX comenz¨® el declive. Los frailes fueron desalojados para reconvertir el edificio en cuartel. As¨ª sobrevivi¨® hasta que en 1856 la vieja construcci¨®n g¨®tica fue derribada para edificar un cuartel de nueva planta, el del Pr¨ªncipe Alfonso. Los escombros del convento se usaron como relleno y han servido para conservar parte de los restos ahora descubiertos. Las excavaciones han permitido recuperar escudos tallados en piedra, relieves decorativos y parte de un arco, as¨ª como restos humanos procedentes de los enterramientos realizados en la nave central de la iglesia y en las capillas, y objetos como monedas, medallas y crucifijos. La vida del cuartel acab¨® en 1930 y sus escombros volvieron a usarse para elevar la cota de la plaza.

Una decena de personas escucharon las explicaciones de S¨¢nchez Zufiaurre en la visita del pasado martes. Antes de empezar, a buena parte de los asistentes les preocupaba el destino de las ruinas si prospera el proyecto de construir el aparcamiento. La visita les proporcion¨® informaci¨®n sobre el pasado del convento, pero no disip¨® las dudas sobre el futuro de la zona. Los t¨¦cnicos facilitar¨¢n su informe definitivo a Bilbao R¨ªa 2000 cuando a finales de a?o acabe la excavanci¨®n. Sobre ¨¦l se tomar¨¢ la decisi¨®n de tapar el yacimiento para construir el aparcamiento, como estaba previsto, o cambiar el plan de reordenaci¨®n de la plaza para respetar las ruinas.

Las visitas guiadas pueden reservarse en el 94 4 16 17 81.