Indomable Ferrer

El aviso no sirvi¨® de nada. David Ferrer gan¨® (4-6, 6-4 y 6-3) a Rafael Nadal y su victoria, combinada con la del franc¨¦s Richard Gasquet sobre el serbio Novak Djokovic (6-4 y 6-2), dej¨® el Grupo Dorado convertido en un manicomio: la ¨²ltima jornada puede clasificar para las semifinales a cualquiera menos al serbio. Los espa?oles lograr¨¢n el pase si los dos ganan sus partidos. Ferrer, si juega como ayer. Y Nadal, si supera el cansancio y se reencuentra con su mejor versi¨®n, la que puso en la pista durante el primer set.

El mallorqu¨ªn arranc¨® como un caballo desbocado. Indomable, fuerte y ciego a cualquier cosa que no fuera ir hacia adelante. Gan¨® la primera manga imponiendo su t¨¢ctica de desconexi¨®n y corte, jirones de golpes distintos cosidos por su raqueta. Perdi¨® la segunda porque Ferrer tuvo coraz¨®n de piedra, tiros de acero y alma de encantador de serpientes. Y no se llev¨® el partido porque no escuch¨® el rumor del peligro. Toni, su t¨ªo y entrenador, le hab¨ªa avisado. "Hay que ir con cuidado, intentar no ir a ritmo, porque en eso Ferrer es inmejorable", analiz¨®; "hay que buscar un juego un poco m¨¢s t¨¢ctico, pero sin salir de nuestro esquema".

Ferrer explor¨® todas las dudas de Nadal. El alicantino ha ganado en tres d¨ªas al n¨²mero dos y al tres del mundo. Juega con convicci¨®n, pegada y piernas de dibujos animados, vuela que vuela, correcaminos. Es un tenista que vive su gran momento. Un hombre, dijo Nadal, "en estado de gracia". S¨®lo una mala carambola -que el mallorqu¨ªn gane a Djokovic en dos sets y ¨¦l pierda en otros tantos ante Gasquet- puede separarle de las semifinales. Si ese momento llega, lo aceptar¨¢ con la amargura de quien se siente hermano pobre en fiesta de ricos. Ferrer es el juez m¨¢s duro de Ferrer.

"Rafa es mucho mejor que yo", dijo el vencedor tras abandonar la cancha. "Es el n¨²mero dos, el mejor espa?ol de la historia. S¨®lo le he ganado un partido. Es una tonter¨ªa compararme con ¨¦l. Es mejor que yo en todo", a?adi¨®; "es incre¨ªble, un luchador. Tuve que jugar el tercer set perfecto. Si no, no le habr¨ªa ganado".

Ferrer no ha nacido para florituras. Pega duro, fuerte y a la l¨ªnea. Desconoce lo que es una pausa. Y por eso juega como quien lucha en una guerra: sin concesiones, respiros, ni nada que permita descanso, parada en el frenes¨ª, y reposo en su mezcla de golpeo y golpeo. Lo suyo es martillo contra yunque. Golpe plano y malhablado.

"Le felicito", dijo Nadal; "se est¨¢ moviendo como un loco, jugando con mucha confianza. Ha venido aqu¨ª sin presi¨®n". "Yo compet¨ª bien. Siempre busqu¨¦ soluciones y jugu¨¦ a un muy buen nivel. David se lo merece. Tiene m¨¦rito. Yo jugu¨¦ bien y ¨¦l mejor", concluy¨®.