La trama negaba licencias de reapertura a due?os de locales de ocio que no pagaban
Dos empresarios denunciaron los hechos y uno de ellos aport¨® grabaciones
Las investigaciones que han desbaratado la trama de funcionarios corruptos tienen su origen en la denuncia de dos empresarios de locales de ocio (especialmente discotecas, de ah¨ª el nombre de Operaci¨®n Guateque) que fueron sometidos a las presiones del grupo. La primera denuncia fue presentada en agosto de 2006 por un empresario que se neg¨® a pagar 3.000 euros a un miembro de la trama, que fue detenido. La segunda es la que ha dado origen a la operaci¨®n, al confirmarse la persistencia de la red. La Guardia Civil da por cerrada la operaci¨®n con los 16 detenidos, entre funcionarios y t¨¦cnicos, aunque no descarta que haya m¨¢s registros que los 10 ya ejecutados.
La Guardia Civil ha detectado que los detenidos supuestamente exig¨ªan entre 3.000 y 18.000 euros por agilizar las licencias de apertura de locales, y, sobre todo, las de reapertura que son preceptivas tras la realizaci¨®n de obras de reforma. El primer caso denunciado ya fue divulgado por EL PA?S en agosto de 2006, tras la denuncia del due?o de un pub, quien llev¨® a la Guardia Civil una grabaci¨®n con el contenido de una conversaci¨®n entre ¨¦l y el inspector del departamento municipal de Medio Ambiente identificado con las siglas A. S.
El propietario de un local de ocio (en este caso un disco-pub) acomet¨ªa unas obras de reforma interior. Una vez ejecutadas, el empresario ten¨ªa que recibir una inspecci¨®n municipal que deb¨ªa confirmar que las obras se ajustaban a la ley, a fin de obtener la licencia de reapertura. Lo primero que planteaban quienes ejecutaban las inspecciones es que la reapertura se podr¨ªa llevar a cabo de inmediato y sin pegas si el empresario pagaba.
Si se negaba, entonces empezaban las pegas. Se levantaban expedientes por no tener bien instalada la salida de humos o por mala insonorizaci¨®n. El expediente sobre el propietario de un establecimiento que no pagaba, adem¨¢s, dorm¨ªa el sue?o de los justos en los despachos, lo que hac¨ªa imposible la reapertura. En el caso de que la deficiencia fuera subsanada, tambi¨¦n se demoraba la nueva visita del inspector. Y cuando se produc¨ªa, se pon¨ªan nuevas objeciones a las obras acometidas. As¨ª, el empresario se sol¨ªa avenir a pagar la mordida a cambio de la concesi¨®n de la licencia de reapertura para no seguir perdiendo dinero por tener su negocio cerrado.
Los due?os de los locales, una vez que acced¨ªan a pagar, firmaban en ocasiones documentos con el membrete municipal en blanco, que servir¨ªan para regularizar posteriormente la situaci¨®n administrativa del local e incluso para certificar obras que no hab¨ªan sido realizadas o eran defectuosas.
Los investigadores han tenido pinchados una decena de tel¨¦fonos, con autorizaci¨®n del Juzgado n¨²mero 32 de Madrid.
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