Cad¨¢veres con origen misterioso

El precedente de Barcelona est¨¢ en Gunther von Hagens. ?ste sac¨® las exposiciones de cuerpos humanos del mundo universitario y cient¨ªfico. Desde que el m¨¦dico alem¨¢n realiz¨® la primera exhibici¨®n de cad¨¢veres plastificados en Jap¨®n, en 1995, el inter¨¦s p¨²blico y la controversia le han acompa?ado. Degradante, irrespetuoso o profanador han sido calificativos que han llovido a menudo sobre su labor. Igual que la muestra de Barcelona, Von Hagens busc¨® su materia prima en China.

En 2003, un comit¨¦ parlamentario de Kirguizist¨¢n investig¨® las acusaciones de que el alem¨¢n hab¨ªa recibido cientos de cuerpos procedentes de prisiones, instituciones psiqui¨¢tricas y hospitales sin el consentimiento de los familiares de los fallecidos. Von Hagens replic¨® que todos los cuerpos hab¨ªan llegado con papeles en regla.

Pero el caso m¨¢s sonado estall¨® en enero de 2004, cuando la revista alemana Der Spiegel public¨® que el anatomista hab¨ªa comprado cad¨¢veres de prisioneros ejecutados en China, donde tiene una f¨¢brica en la localidad costera de Dalian, dedicada a la disecci¨®n y plastificaci¨®n. La publicaci¨®n cit¨® el correo electr¨®nico de un empleado de la factor¨ªa, seg¨²n el cual hab¨ªan recibido cuerpos con agujeros en el cr¨¢neo, y suger¨ªa que correspond¨ªan a condenados a muerte. Von Hagens dijo que hab¨ªan sido obtenidos de universidades, y que las marcas no parec¨ªan debidas a disparos, pero que no pod¨ªa desmontar las acusaciones, por lo que procedi¨® a incinerarlos. Los tribunales alemanes investigaron las denuncias y dictaminaron que no hab¨ªa obtenido ning¨²n suministro de forma ilegal en Kirguizist¨¢n o en China. Algunos museos han creado paneles de ¨¦tica antes de aceptar sus exhibiciones para asegurarse de que los cad¨¢veres fueron cedidos voluntariamente. El exc¨¦ntrico divulgador dice que siempre ha utilizado restos que fueron donados, ya que lo contrario hubiera ido en contra de su objetivo de "democratizar la anatom¨ªa". Pero muchos cr¨ªticos de su trabajo se preguntan porqu¨¦ instal¨® una f¨¢brica en el pa¨ªs asi¨¢tico si no es por la facilidad de conseguir materia prima sin muchas preguntas. Hoy, la cantera parece asegurada. Alrededor de 8.000 personas -de las cuales han fallecido cerca de 500- de una veintena de pa¨ªses se han presentado voluntarias para ser plastificadas cuando mueran. El pasado 1 de mayo, entr¨® en vigor una ley en China destinada a poner orden en la industria de los transplantes, que proh¨ªbe todo tipo de comercio de ¨®rganos humanos.