Confabulaci¨®n para la toma del poder en el Constitucional

La recusaci¨®n del PP contra tres magistrados progresistas del Constitucional, basada en una informaci¨®n de El Mundo, no ha resistido la prueba de la verdad. Los magistrados conservadores, que ocupan sus puestos gracias al PP, han sido esta vez los encargados de dar la puntilla a la falsedad. El ejercicio de la pol¨ªtica basado en los bulos se ha vuelto a topar con la Justicia.

La batalla por el control del Constitucional empez¨® hace m¨¢s de un a?o, cuando el PP se embarc¨® en la operaci¨®n derribo de la mayor¨ªa progresista del alto tribunal al recusar a uno de sus miembros para la deliberaci¨®n del Estatuto de Catalu?a. Es s¨®lo uno de los puntos de fricci¨®n que el PP mantiene en el Constitucional, organismo en el que ha presentado, a trav¨¦s de media docena de recursos, una moci¨®n de censura a toda la legislatura de Zapatero.

La divisi¨®n de magistrados conservadores hizo dudar al PP La recusaci¨®n se present¨® 24 horas despu¨¦s de la falsa informaci¨®n

El magistrado progresista Pablo P¨¦rez Tremps fue apartado del recurso sobre el Estatuto porque cobr¨® de la Generalitat de Catalu?a por un estudio que le encargaron mucho antes de que se decidiera redactar un nuevo texto estatutario. Con P¨¦rez Tremps expulsado, el pleno que decidir¨ªa el futuro de Catalu?a quedaba con mayor¨ªa conservadora (seis frente a cinco).

Aquella maniobra sobresalt¨® al Gobierno socialista, que forz¨® una reforma legal de urgencia aprobada gracias a una enmienda urgente de IU a la ley.

La reforma prorrogaba autom¨¢ticamente el mandato de Maria Emilia Casas, la presidenta, progresista, del Constitucional. El Gobierno se garantizaba as¨ª que, aunque los conservadores hubieran tomado el control mediante la recusaci¨®n de P¨¦rez Tremps en el recurso del PP contra el Estatuto de Catalu?a, en el resto de asuntos (Ley del matrimonio de homosexuales, Ley de Igualdad, Ley de Reforma del Constitucional...) los magistrados progresistas seguir¨ªan teniendo ventaja pues en caso de empate decidir¨ªa el voto de calidad de la presidenta Casas.

La nueva ley entr¨® en vigor a finales de mayo y el PP, que vot¨® en contra, esper¨®.

Algunos magistrados, nombrados en su d¨ªa a propuesta del PP, no aceptaron las nuevas reglas de juego. Los conservadores Jorge Rodr¨ªguez-Zapata y Roberto Garc¨ªa-Calvo se reunieron con Casas el 12 de junio, la exigieron que dimitiera y se manifestaron en contra de la Ley del Gobierno. Lo hicieron, adem¨¢s, redactando una nota por escrito que entregaron a la presidenta.

Un mes y medio despu¨¦s, 62 diputados del PP, entre los que no se encontraba Mariano Rajoy, presentaron el recurso contra la reforma que prorrogaba el mandato de Casas. El Gobierno pas¨® a la acci¨®n para neutralizar el ataque del PP y recus¨® a los magistrados Garc¨ªa-Calvo y Rodr¨ªguez-Zapata en octubre pasado. El argumento jur¨ªdico del abogado del Estado fue el escrito firmado por los dos magistrados conservadores oponi¨¦ndose a la Ley del Gobierno y exigiendo la dimisi¨®n de Casas.

Esta recusaci¨®n dejaba fuera de juego a dos de los magistrados conservadores con lo que el sector progresista volv¨ªa a ser mayor¨ªa.

El PP esper¨® a la publicaci¨®n de una informaci¨®n que se ha demostrado falsa para responder. Apareci¨® el 25 de octubre de 2007 en el peri¨®dico que ha servido a los populares para hacer oposici¨®n al Gobierno tomando como base noticias sin base real.

El Mundo public¨® el 25 de octubre de 2007 un art¨ªculo titulado Tres jueces del Tribunal Constitucional anticiparon su acuerdo con la enmienda Casas. La informaci¨®n, sin firma y basada en fuentes, daba cuenta de una reuni¨®n del 12 de junio en la que los magistrados progresistas Pablo P¨¦rez Tremps, Manuel Arag¨®n y Pascual Sala "se mostraron partidarios de la reforma de la Ley Org¨¢nica del Tribunal Constitucional". La noticia aseguraba que en la reuni¨®n tambi¨¦n estaban los conservadores Guillermo Jim¨¦nez y Ram¨®n Rodr¨ªguez Arribas, junto a la presidenta, Mar¨ªa Emilia Casas. "En el transcurso de la conversaci¨®n, Arag¨®n lleg¨® a proponer incluso que se difundiera una nota de prensa para dar a conocer el parecer favorable de lo que entend¨ªa era la mayor¨ªa del Tribunal (...) Rodr¨ªguez Arribas, sin embargo, no quiso manifestar su opini¨®n, remiti¨¦ndose al pleno del Tribunal".

El PP fotocopi¨® el recorte de prensa y, s¨®lo un d¨ªa despu¨¦s de publicada la informaci¨®n, la endos¨® en el escrito de recusaci¨®n contra los tres magistrados progresistas. La ma?ana de la publicaci¨®n, el portavoz parlamentario, Eduardo Zaplana, dio por hecho que se llevar¨ªa a cabo la recusaci¨®n. Sin embargo, por la tarde, nadie quer¨ªa confirmarlo en el PP. A la formaci¨®n de Mariano Rajoy le entraron muchas dudas, seg¨²n varios dirigentes de este partido, sobre todo porque algunos magistrados conservadores se pusieron en contacto con ellos para destacar que con una prueba tan endeble -una versi¨®n de una reuni¨®n que ellos mismos no avalaban- no se pod¨ªa intentar una recusaci¨®n. La divisi¨®n entre los propios magistrados conservadores hizo dudar al PP, pero al final se opt¨® por seguir adelante, como estaba previsto. De hecho, el d¨ªa anterior ya hab¨ªan desfilado 50 diputados del PP por el despacho de Mariano Rajoy en el Congreso para firmar el recurso.

La Justicia hizo su trabajo y todos los magistrados presentes en la reuni¨®n de la que daba cuenta El Mundo desmintieron en un escrito los hechos en los que el PP basaba la recusaci¨®n. Uno de ellos, entreg¨® su propia versi¨®n firmada el pasado jueves durante la celebraci¨®n del pleno que deliberaba sobre la cuesti¨®n: "Contra lo expuesto en la noticia del peri¨®dico [El Mundo], en aquella reuni¨®n no se habl¨® de la constitucionalidad de la ley reformadora del Tribunal Constitucional, que nadie propuso la celebraci¨®n de una conferencia de prensa y que tampoco yo dije que me reservaba las opiniones para el pleno".

El tribunal decidi¨® remitir este escrito y el documento firmado por los seis magistrados a las partes. El PP puede comprobar as¨ª que la base de su recusaci¨®n carece de fundamento. Los dirigentes populares rechazan, de momento, retirar la recusaci¨®n pese a que ya conocen que est¨¢ basada en un bulo.