La carrera de los robots
En la Darpa Challenge de EE UU compiten coches sin conductor que se gu¨ªan solos
LA BASE militar de Victorville (en California, EE UU) est¨¢ abandonada y recuerda a un pueblo fantasma, con calles vac¨ªas y un silencio absoluto que s¨®lo rompen los p¨¢jaros y el viento. Pero el pasado d¨ªa 3 de noviembre mostr¨® una actividad inusual, porque acogi¨® la Darpa Challenge, una carrera para veh¨ªculos aut¨®nomos (sin conductor) que organiza el Departamento de Defensa de EE UU. El evento tiene una finalidad militar y busca incentivar -el ganador se lleva dos millones de d¨®lares- el desarrollo de tecnolog¨ªas que permitan enviar veh¨ªculos no tripulados a zonas b¨¦licas conflictivas. Pero los avances mostrados acaban teniendo tambi¨¦n aplicaciones civiles, en autom¨®viles de calle, por ejemplo. Dos muestras: la visi¨®n nocturna y los radares antichoque, entre otros dispositivos, nacieron en el ¨¢mbito de la industria militar y terminaron llegando a los coches.
Once salieron, seis llegaron
La Darpa Challenge 2007 es la tercera edici¨®n de esta competici¨®n y la primera que se lleva a cabo en una zona urbana: las anteriores (2004 y 2005) se realizaron en el desierto de Mojave, entre California y Nevada, y reun¨ªan un fuerte componente de orientaci¨®n y movilidad todoterreno. Este a?o, en cambio, la Darpa pon¨ªa el ¨¦nfasis en la complejidad de la circulaci¨®n urbana, con cruces, se?ales, rotondas y hasta maniobras de aparcamiento.
Once veh¨ªculos sin conductor, los finalistas seleccionados, deb¨ªan completar tres recorridos diferentes por la base, cada uno de 20 millas, unos 32 kil¨®metros. No pod¨ªan tardar m¨¢s de seis horas y tampoco infringir las normas de tr¨¢fico. Para evitar ensayos previos, la ruta de las tres misiones se entreg¨® a los participantes minutos antes de la salida. Despu¨¦s, cada equipo deb¨ªa introducir la informaci¨®n en el GPS de su coche y llegar por s¨ª solo a la meta.
En estos prototipos, el conductor se sustituye por equipos de visi¨®n y detecci¨®n (c¨¢maras, l¨¢seres, sensores, radares) que reconocen el entorno, y por un cerebro electr¨®nico que recoge e interpreta la informaci¨®n y env¨ªa las ¨®rdenes a la direcci¨®n, cambio y pedales para dirigir el veh¨ªculo.
De los 11 que salieron, seis completaron los tres recorridos, a una media de unos 25 km/h. La mayor¨ªa fueron capaces de reconocer las se?ales y actuar en consecuencia, ceder el paso, aparcar sin problemas, entrar y salir de las rotondas e incluso reaccionar ante los imprevistos: un veh¨ªculo de la organizaci¨®n se saltaba adrede un sem¨¢foro en rojo, pero los autom¨®viles participantes respond¨ªan bien y frenaban o lo esquivaban para evitar el accidente. Y es que entre otras cosas, sus softwares pueden analizar hasta 1.000 trayectorias diferentes por segundo.
El ganador fue el Chevrolet Tahoe del equipo Tartar y la Universidad Carnegie Mellon, de Pensilvania. El segundo puesto, dotado con un mill¨®n de d¨®lares, fue para el VW Passat de la Facultad de Stanford (California), y el tercero, con medio mill¨®n, para el Ford Explorer de Blacksburg (Virginia).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.