"Se canta y escribe mejor despu¨¦s de una herida"
Luz se ha sentado en la penumbra, vestida de negro, sonriente, con el pelo cort¨ªsimo. Est¨¢ en M¨¢laga, mirando al mar, con su compa?ero de hace treinta a?os, Paco P¨¦rez Bryan, que la cuida tambi¨¦n con los ojos. Cuando planteamos esta conversaci¨®n, unos d¨ªas antes de este encuentro, Paco vino a vernos; en sus ojos estaban juntos la ilusi¨®n y el susto. Luz volv¨ªa a cantar, estaba a punto de salir su disco nuevo, Vida t¨®xica, pero esa ma?ana estaba mareada, algo debi¨® sentarle mal, ten¨ªa dolor de cabeza, no estaba tan bien como tendr¨ªa que estar. Esa cara. Y ese susto en el rostro, era ahora por un dolor de cabeza, pero hace nueve meses, cuando Luz se sinti¨® mal, fue al m¨¦dico, recibi¨® la noticia de que ten¨ªa c¨¢ncer y decidi¨® afrontar la aventura de curarse, ese susto cubri¨® toda la cara, el pasado y el futuro, y por un rato ensombreci¨® la alegr¨ªa que siempre hay en torno a Luz Casal, la alegr¨ªa de Paco, la alegr¨ªa de Luz. Ahora Luz es Luz despu¨¦s de la herida. Ahora ella est¨¢ aqu¨ª, muy bien, toma caf¨¦ con leche y agua, ojea el peri¨®dico, se r¨ªe con esa boca grande y enrojecida y feliz (o casi feliz, ya lo dir¨¢ ella) que ha sido como un emblema en la comunicaci¨®n de esa alegr¨ªa. Paco, que siempre ha hecho radio y televisi¨®n, y siempre ha hecho m¨²sica, nos deja con ella, y se va a hacer cosas en la ciudad donde naci¨®; nosotros nos sentamos muy cerca de Luz, para grabarle mejor, en la biblioteca ruidosa del hotel. Ella se acaricia el pelo constantemente, como si lo hubiera redescubierto, y es que lo ha redescubierto. Le dijeron que iba a quedarse calva tal d¨ªa, y se imagin¨® c¨®mo iba a ser calva; luego, cuando ya era calva, se sinti¨® feliz calva, y Paco dice que estaba guap¨ªsima tambi¨¦n calva, como ¨¦l. "En el pasado hab¨ªa tenido el pelo rapado, de colores, qu¨¦ m¨¢s me daba tenerlo calvo. Ha habido gente que me ha dicho: ?qu¨¦ cabeza tan bien hecha tienes`". Ahora le ha crecido un pelo algo crespo, con canas, que ella se quiere dejar chiquito. La sobrina de Paco, de dos a?os y medio, le acaricia el pelo, la acaricia: los ni?os son muy sensibles, dicen ellos, y la ni?a debe saber que por esta mujer ha transitado un calvario, por eso cuando la acaricia le dice "Ay, ay", como si le estuviera acariciando tambi¨¦n donde le duele el pasado. A veces sali¨® en esta conversaci¨®n la palabra herida, que adquiere, dicha por una persona que ha padecido c¨¢ncer o cualquier otra enfermedad tan grave, no s¨®lo como una incisi¨®n sino como algo m¨¢s metaf¨®rico, m¨¢s grande y simb¨®lico. Una herida. Luz despu¨¦s de la herida. Jam¨¢s par¨®, mientras tanto. El productor del disco, Paco Trinidad, que ya trabaj¨® con ella en varios discos (Piensa en mi, Loca, Un a?o de amor) supo, como much¨ªsima gente, de la enfermedad cuando Luz anunci¨® en su p¨¢gina web que ten¨ªa c¨¢ncer, y se plant¨® en su casa. Luz estuvo de acuerdo en que trabajar era mejor que olvidarse de la voz, y empez¨® a hacer el disco, "entre quimioterapia y radioterapia". El resultado es "el disco m¨¢s r¨¢pido que he hecho en mi vida", en los descansos del dolor t¨®xico (Vida t¨®xica es una alusi¨®n a los medicamentos que ha debido tomar, y tambi¨¦n a la vida que nos rodea, "una vida t¨®xica"), entre Londres, Nueva York y Madrid, con unos m¨²sicos (algunos de The Who, otros de los que acompa?an a Paul McCartney, adem¨¢s de Tino di Geraldo y Paco Salazar y el citado Trinidad); un disco en el que mezcla la rabia de vivir con la ansiedad de ser feliz, y que es preludio de otro que empieza ya mismo, en el que va a introducir una selecci¨®n de versiones de grandes creaciones cl¨¢sicas de otros autores. ?Cu¨¢les? Las est¨¢ buscando. Y en enero vuelve Luz a los escenarios; iba a cantar en Elda (Alicante) cuando se le declar¨® la enfermedad, y por Elda va a empezar otra vez. Luego ir¨¢ tambi¨¦n a Francia, donde la quieren tanto (?y por qu¨¦? "Porque yo los quiero a ellos"), y despu¨¦s? "Pues a seguir siendo Luz, la chica de Casal". ?Y qu¨¦ dir¨¢ en Elda? Piensa un rato, alza las manos, r¨ªe a carcajadas y dice: "Elda, ?ya estoy aqu¨ª! ?Ja ja ja!" Ah, y en el verano que viene har¨¢ dos conciertos, para ayudar a que se investigue m¨¢s en la lucha contra el c¨¢ncer. "A eso dedicaremos todo el dinero de esos conciertos".
Cuando terminamos nuestra conversaci¨®n caminamos por M¨¢laga y fuimos a un restaurante junto al mar. Al sentarnos le pregunt¨¦ por la m¨²sica que le hab¨ªa acompa?ado en este tiempo, y anot¨® en mi cuaderno estos nombres, en letras may¨²sculas: "Arcade Fire, Paolo Nutini, Faist, Benjamin Biolay, Rufus Wainright, Ami Winehouse". Cuando acab¨® la comida y tambi¨¦n el albari?o de su tierra (es de Asturias y de Galicia a partes iguales, y ahora acaba de comprar la casa de su familia, en una aldea gallega), le pregunt¨¦ por su canci¨®n favorita entre las que ella ha hecho: Entre recuerdos, "sin contar este disco, este disco es otra cosa; Entre recuerdos la escrib¨ª cuando muri¨® mi padre, Jos¨¦ Casal Tojo, en 1995". Dec¨ªa Entre recuerdos, y canta Paco, al volante del coche: "Cuando cae la pena sobre mi/ el mundo deja ya de existir./ Miro hacia atr¨¢s y busco entre mis recuerdos".
Eso es lo que hab¨ªamos hecho unas horas antes, sentados en la biblioteca de un hotel de M¨¢laga. Buscar entre los recuerdos de nueve meses que Luz acaba de afrontar.
Pregunta. Estaba hablando ahora con el fil¨®sofo Emilio Lled¨® y le dije que le iba a entrevistar. "Qu¨¦ mujer maravillosa", me dijo. Le quiere mucho la gente.
Respuesta. En estos nueve meses me ha pasado: ha habido casos emocionantes de gente que me lo ha querido demostrar. Todos los d¨ªas, mediante mensajes, muchos me han dicho que me quieren. Y tambi¨¦n ha habido los que han dicho: "Yo no soy admiradora de tu m¨²sica, pero me gusta mucho tu manera de enfocar la vida"? Ah¨ª percibes muchas cosas de las que no eras consciente hasta esos d¨ªas. La gente percibe que yo les doy lo mejor que tengo y luego desaparezco, y eso se agradece, que enfoque mi vida en la m¨²sica como algo muy natural. Y es la naturalidad la que me ha hecho plantearme esto como una profesi¨®n. Es una profesi¨®n muy vocacional que descubr¨ª muy temprano. Eso es lo que hace que no pierda el trasero por conseguir una foto, que no haga cosas que no me interesan. Y la gente ve todo eso y la gente no es tonta.
P. Usted es la gente.
R. Ya, claro, yo formo parte de la gente, pero a veces soy la que est¨¢ encima del escenario, hay una distancia. Nosotros subimos muchas veces al escenario, y hay la evidencia f¨ªsica de un distanciamiento. T¨² est¨¢s aqu¨ª, ellos est¨¢n ah¨ª. Bien sabe Dios que me esfuerzo porque esa distancia no exista una vez que me bajo del escenario; tengo af¨¢n por saber qu¨¦ pasa en la calle, lo que la gente ve, incluso para que luego revierta en las canciones que hago o en mi forma de expresarme. Pero esa distancia se da cuando est¨¢s en el escenario; el p¨²blico entonces es masa, y se comporta de una manera determinada. Pero ah¨ª dentro est¨¢ el individuo. A veces canto una canci¨®n y viene alguien a decirme: "Parec¨ªa que me la cantabas a mi". Pues, puede ser.
P. ?Y se canta a s¨ª misma?
R. No. Yo hago melod¨ªas todo el rato, espont¨¢neamente, en los sitios m¨¢s inesperados, si tengo una alegr¨ªa, o una tristeza. Es una manifestaci¨®n natural, pero no me lo canto para mi. El cantar es para mi como ayudarte a quitarte cosas, y una vez que las grabas y dices "bien" ya es como si no fueran tuyas, ya no son tampoco para ti. Yo no tengo mucha necesidad de o¨ªrme, canto para que ya sea de otros.
P. Nueve meses. ?C¨®mo ser¨ªa un diario de Luz Casal en este tiempo? ?C¨®mo vino la noticia de su enfermedad?
R. Acab¨¢bamos de hacer una gira por Francia. Antes de esa gira me hab¨ªa hecho todas las pruebas, que les enviaron a los m¨¦dicos que me trataban. Me dijeron: "Todo bien, no te preocupes". El doctor con el que tengo m¨¢s confianza me dijo. "T¨² sigue, canta estupendamente, que no digan los gabachos que bla bla bla". Un d¨ªa, tomando una sauna, me toco y aprecio algo que antes no estaba, "uy, este bulto no estaba conmigo antes". Entonces llam¨¦ al ginec¨®logo, que me dijo que fuera inmediatamente a la consulta? Total, que quince d¨ªas despu¨¦s de iniciar esa gira me veo ah¨ª con una cosa que no ten¨ªa antes y, bueno, a recoger los resultados. Tengo buen olfato, as¨ª que desde que llegu¨¦ a la consulta me di cuenta de que pasaba algo que no pod¨ªa ser bueno.
P. ?Y qu¨¦ pasa cuando uno tiene ese presentimiento?
R. Yo creo que solt¨¦ en dos momentos tres o cuatro l¨¢grimas cada vez, y la verdad es que no fue por la enfermedad sino por sentirme d¨¦bil. Me parece que lo escrib¨ª pasados unos meses, para darle respuesta a todos los mensajes que me enviaban? Les dije eso, llor¨¦ por sentirme d¨¦bil. Y le escrib¨ª a la gente porque me parec¨ªa feo recibir tantos mensajes y que no tuvieran una respuesta? Mi mayor tristeza, si se puede decir as¨ª, era sentirme d¨¦bil.
P. ?Y c¨®mo lo super¨®?
R. Con el disco, con la m¨²sica. Desde que me dieron la noticia. Me la dieron tal d¨ªa como hoy y ya ma?ana estaba preparando el disco. En vez de dejarme abatir, decid¨ª que ten¨ªa que seguir haciendo cosas? Porque te avisan, te dicen c¨®mo va a ser la quimio, pero hasta que no lo experimentas no sabes lo duro que es, y te dicen que te vas a quedar calva, pero hasta que eso no sucede tampoco sabes de qu¨¦ se trata esa sensaci¨®n? Pero decid¨ª hacer m¨²sica, y eso hace que hoy pueda decir algo que puede ser parad¨®jico, que esos meses se pasaron de manera relativamente agradable. Yo s¨¦ que eso suena raro, pero es que la m¨²sica me ayud¨®, y me ayud¨® haberme puesto el objetivo de hacer un disco, de acabarlo, de ponerle fecha, que era, por otro lado, la fecha de la terminaci¨®n del tratamiento. ?Me ayud¨® tanto!
P. ?Esa reacci¨®n suya est¨¢ en la naturaleza o la enfermedad es la que le da al ser humano esa voluntad de rebelarse?
R. La enfermedad. Los grandes palos suelen dar una fortaleza que uno no sabe que ten¨ªa. Tambi¨¦n es verdad, y yo lo he visto en los mensajes que he recibido, que hay gente que se queda absolutamente abatida, derrotada, que saben que no van a poder tener hijos, que a lo mejor los ha dejado su pareja? Sientes que est¨¢n en el nivel m¨¢s bajo que se puede estar, pero yo creo que en general lo que te provoca la enfermedad es af¨¢n de superarte, y te agarras a lo que sea, a tu familia, a tu trabajo, y a la vida.
P. Ahora sabe que su gesto animoso habr¨¢ ayudado a mucha gente.
R. Yo creo que lo que m¨¢s les puede ayudar es saber que en vez de preocuparme e ir llorando por las esquinas he hecho un disco. Y eso a cualquiera que est¨¦ desanimado le puede servir de ejemplo. Y no es mi prop¨®sito ser el ejemplo de nadie porque creo que uno debe encontrar su fortaleza o su camino en s¨ª mismo o por s¨ª mismo, es algo individual, le compete al individuo, y yo creo m¨¢s en el individuo que en la masa. Pero en estos casos en que te sientes parte de un grupo, est¨¢ claro que yo formo parte ya de un grupo de gente que ha pasado por esta enfermedad, y eso te hace sentir todav¨ªa m¨¢s solidaria. Por suerte, siempre he estado dispuesta a darle la mano al d¨¦bil, en todos los casos, y eso me hace tratar de ayudar a que la gente se levante, se haga m¨¢s fuerte? Cuando entr¨¦ en el quir¨®fano no sab¨ªa si me iban a quitar la teta, ?no?, y me daba igual. Hombre, prefer¨ªa que no me la quitaran, pero si me la hubieran quitado no creo que ese no habr¨ªa sido un drama. Yo pienso que mientras haya vida tienes posibilidades de crecer. Yo siempre pienso en crecer, no creo que por cumplir a?os vaya a perder cosas. Lo que se pierde siempre se compensa con otra cosa.
P: Usted vive en un mundo, el del showbusiness, en el que muchas cosas parecen depender de la imagen, de la vanidad, de ciertas solemnidades que luego son humo. ?Qu¨¦ se desdibuja cuando uno sabe que le pasa algo incontrovertible y rotundo?
R. Pues algo que dicen todos los que pasan por este tipo eexperiencias: que lo relativizas todo. Siempre he tenido mucha ansia de crecer musicalmente, de llegar al coraz¨®n de much¨ªsima gente, y esta no es una cuesti¨®n de?
P?. de vanidad?
R. De vanidad. Lo que quiero es mejorar todo lo que escribo, ser capaz de comunicarme con el pr¨®jimo de manera m¨¢s fluida? Pues cuando te ocurre algo como lo que me ha pasado, todas esas cosas pasan a segundo plano, y entonces tu salud, tu cuerpo, se convierte en lo fundamental de la vida, como la relaci¨®n con la gente m¨¢s inmediata. Empiezas a cuestionarte si tratas bien a los familiares m¨¢s pr¨®ximos, si eres lo suficientemente cari?osa con ellos para demostrarles que realmente los quieres? Entonces todo cambia un poco. Claro, no he dejado de pensar nunca en la m¨²sica. En este caso, en el disco, c¨®mo va a ser la portada, a qu¨¦ gente llegar¨¢n esas canciones, c¨®mo me voy a presentar en un escenario una vez que me recupere un poco f¨ªsicamente?
P. ?Pensaba en todo eso?
R. En todo? Y despu¨¦s de cada sesi¨®n de quimio o de radio trabajaba, como estuviera. Piensa que yo me oper¨¦, me quitaron los ganglios, porque hab¨ªa uno infectado, y me quitaron los puntos, y al d¨ªa siguiente fui a cumplir un compromiso en Lisboa. Todo el mundo me miraba, "pobrecita", y yo dec¨ªa. "No se¨¢is tontos, que todav¨ªa tengo muchas m¨¢s fuerzas"? Y todas las semanas, desde primeros de febrero, quedaba con Paco Trinidad; a veces yo estaba tumbada en el sof¨¢, hablando de c¨®mo se ten¨ªa que hacer el disco; su paciencia y mi ¨¢nimo hicieron que incluso esas sesiones fueran buenas para el resultado final. El disco.
P. ?Era parte de la terapia que usted se hab¨ªa asignado?
R. Pues s¨ª, y segu¨ªa tomando clases de franc¨¦s? Uno de los momentos impactantes de todo este proceso fue cuando me di cuenta de que no pod¨ªa leer el peri¨®dico; no era capz, no ten¨ªa la concentraci¨®n necesaria para leer los titulares, y eso me descompon¨ªa? Pero, bueno, sab¨ªa que eso se me iba a pasar.
P. Ten¨ªa como la certeza de la curaci¨®n.
R. Bueno, la certeza de la curaci¨®n no se puede tener, porque esta era una enfermedad cr¨®nica. No se puede decir que porque haya acabado mi quimioterapia y mi radioterapia est¨¦ curada al cien por cien. Hay siempre una peque?a amenaza, pero no mayor que la del que se toma veinte pastillas porque tiene el colesterol alto? Aparentemente estoy hecha una jabata, pero hay que pasar las ITV; en diciembre pasar¨¦ una, luego no s¨¦ si es cada medio a?o?, hasta que me licencie.
P. Ahora tendr¨¢ un mont¨®n de conocimientos sobre c¨®mo se trata la enfermedad y c¨®mo se trata a los enfermos.
R. Yo creo que lo que necesita el enfermo es sobre todo cari?o. El enfermo, si es miedoso, debe sentir terror. Yo creo que el cari?o es tan importante como el f¨¢rmaco. Y luego est¨¢ la actitud, como todo en la vida. En muchos mensajes percib¨ª que yo no era una enferma tan grave. Al lado de muchos dramas, lo m¨ªo era una broma. Y ve¨ªas la fortaleza y la ilusi¨®n en mucha gente que estaba peor que t¨².
P. ?Y usted tuvo miedo?
R. Yo no le tengo miedo ni a la muerte.
P. ?De d¨®nde le viene esa fuerza?
R. Pues no tengo ni idea, pero no le tengo miedo a la muerte, te lo digo sinceramente. Desde que era bastante joven no le tengo miedo a la muerte. No me gustar¨ªa, por ejemplo, morirme antes que mi madre, no quisiera provocar dolor en los m¨¢s pr¨®ximos, pero no le tengo miedo a la muerte. Tengo much¨ªsimas cosas por hacer, infinidad, como por ejemplo hacer un disco y veinte discos que fueran imprescindibles para alguna gente, que les sirviera de compa?¨ªa, que les sirviera de alivio.
P. ?Sinti¨® en alg¨²n momento que las palabras no serv¨ªan para tanto?
R. No, las palabras sirven para mucho. Cuando te dicen "te queremos", por la calle. Oh, eso es muy grande. C¨®mo no van a servir las palabras, las palabras s¨ª sirven.
P. En el Evangelio se dec¨ªa eso, "una palabra tuya bastar¨¢ para sanarme".
R. Todo esto que estoy contando de mi carencia de miedo, de mi actitud y tal y cual, viene de los mensajes que recib¨ªa. ?C¨®mo me iba a venir abajo?
P. Hab¨ªa alguien que le mandaba naranjeas cada veinti¨²n d¨ªas? ?Por qu¨¦?
R. Porque cada veinti¨²n d¨ªas era la quimio? Las naranjas y las flores eran de admiradoras, grupos de mujeres que se gastan el sueldo o mucho perraje yendo a mis conciertos por todo el mundo? ?Y me siguen enviando las naranjas! Ahora fueron mandarinas. Tengo suerte. El cari?o es una cosa buen¨ªsima.
P. ?Ha habido alg¨²n momento de rabia? ?Alg¨²n momento en que dijo: por qu¨¦ a mi?
R. No. No he sentido rabia. Es m¨¢s, siempre pens¨¦ que hab¨ªa tenido mucha suerte, porque siempre tuve mucha salud. Todos los a?os de mi vida he padecido poqu¨ªsimo. Y no es justo, cuando hay ni?os que nada m¨¢s nacer ya est¨¢n siendo operados, quita, quita. As¨ª que no me quej¨¦ ni sent¨ª rabia.
P. Muchos recordamos, cuando usted revel¨® su enfermedad, aquella canci¨®n que usted hizo a partir de los versos de Rosal¨ªa, Negra sombra,?
R. Bueno, a lo mejor de tanto cantarla? Esa presencia de la muerte es diaria, est¨¢ cercana. Me llama la atenci¨®n la poca inteligencia que tiene la gente al pensar que somos eternos. Al menos debemos ser conscientes de que alguna vez te va a pasar algo, y no estar ya. A mi no me gusta hablar de ma?ana.
P. Eso ayuda a dar valor a las cosas?
R. Yo creo que s¨ª.
P: ?A cu¨¢les le ha dado valor usted?
R. Les doy valor a los gestos peque?os. Soy una persona de origen sencillo y que ve al pr¨®jimo, como alguien verdaderamente esencial y cercano.
P. Se aprecian m¨¢s las cosas, ?no?
R. S¨ª, es que llega un momento en que tu cabeza empieza a hacer balance. Y entonces la esencia de las cosas ocupa mucho m¨¢s tiempo que las tonter¨ªas? Y es cuando aprecias la poes¨ªa. Un verso te puede acompa?ar durante d¨ªas.
P. Herida. Cuando no se sufre parece una met¨¢fora, pero cuando se ha sufrido tiene un significado tremendo.
R. Yo creo en la felicidad, pero s¨¦ que es de una brevedad impresionante. Un porcentaje alt¨ªsimo de lo que canto tiene m¨¢s que ver con las frustraciones, con la tristeza, con la ansiedad, con todas esas cosas que te hacen estar vivo pero sin vivir en ti? Porque el estado de la felicidad te da para una canci¨®n. Uno escribe siempre despu¨¦s de una herida.
P. En su disco se da esa dualidad, hay una canci¨®n que se titula Sue?os raros, y otra que se titula S¨¦ feliz.
R. Sue?os raros es una canci¨®n rara, pero es la que m¨¢s tiene que ver con lo me ha pasado estos nueve meses. Yo no suelo tomar f¨¢rmacos, pero ahora los he tenido que tomar, y de vez en cuando se me produc¨ªan unas enso?aciones y unos sue?os verdaderamente extra?os. As¨ª que decid¨ª poner fin a todos esos sue?os raros cantando sobre ellos, como si al acabar de contarlos ya estuviera bien del todo.
P. A lo mejor me paso en esta apreciaci¨®n, pero la veo a usted con m¨¢s sentido del humor ahora.
R. Yo siempre me he re¨ªdo de mi y de mis circunstancias. Paso de los dramas? Una de las ¨²ltimas cosas que me hicieron durante el tratamiento fue una radioterapia muy local. Si no te gusta lo que te voy a explicar me lo dices. Te met¨ªan unas agujas as¨ª de grandes y era como si te cosieran. Y yo le dec¨ªa al t¨ªo: "Bueno, despu¨¦s de esto a lo mejor me decido a hacerme un tatuaje".
P. Vida t¨®xica. Qu¨¦ titulo, ?no?
R. S¨ª, porque convivimos con la vida t¨®xica. De ah¨ª viene el t¨ªtulo, y lo compenso porque en la portada del disco me estoy descojonando de la risa, y el disco est¨¢ lleno de unos dibujitos muy primarios que he hecho.
P. Estas pinturas parecen un regreso a la infancia. ?Vuelve uno a la ni?ez en un proceso como este que ha padecido?
R. Mi infancia fue muy breve, como mi adolescencia, porque yo empec¨¦ a cantar siendo muy chica? Pero no vivo ese periodo de mi vida con tristeza; lo veo como el origen de mi manera de ser, de mi personalidad, de mi fortaleza. He sido hija ¨²nica, y eso te proporciona otra forma de relacionarte y de ver las cosas. En realidad, en este periodo m¨¢s que mi infancia he tenido presente a mi familia en su conjunto, con mis primos segundos, a toda esa gente en Galicia, en Asturias?
P. Aqu¨ª hay otra canci¨®n, imperativa en este caso, S¨¦ feliz. Y en el estribillo se dice cinco veces: "S¨¦ feliz, s¨¦ feliz, s¨¦ feliz, s¨¦ feliz, s¨¦ feliz".
P. De repente alguien me mand¨® una canci¨®n. S¨¦ feliz. Y me dije: "Bueno, es una canci¨®n obligada para este momento". Y fue la primera canci¨®n que decid¨ª meter en el disco.
P. ?Y es usted feliz ahora?
R. Una persona que est¨¢ buscando una especie de perfecci¨®n no puede ser feliz. Cuando aprendes a ver todo lo que te rodea tratas de sacarle partido y vives como si fueras feliz. Pero la felicidad son fragmentos.
P. Ley¨® poco la prensa, pero est¨¢ informada. ?Qu¨¦ le ha preocupado de lo que sucede?
R. Me produce un poquillo de pena que se abran heridas con respecto a la memoria hist¨®rica. Yo no quiero volver al tiempo en que mi vida era m¨¢s gris; hay que cerrar puertas del pasado, cerradas, ya est¨¢. Tambi¨¦n me parece peligroso eso que dice la gente: qu¨¦ bien vivimos. Pues faltan m¨¢s bi¨®logos, m¨¢s m¨¦dicos, m¨¢s cultura, y m¨¢s solidaridad.
P. Luz, ya que hace tanto balance, ?qu¨¦ balance hace de usted misma?
R. Tengo un buen concepto de mi; soy bastante pura, la verdad. No me enga?o, no digo lo contrario de lo que pienso. No trabajo con gente con la que no me gusta estar.
P. El disco termina con la palabra siempre. Repetida tres veces.
R. Me gustar¨ªa ser imprescindible para alguien. Ser eterna. No estar, pero permanecer. Hacer canciones ahora que pudieran perdurar. Este ser¨ªa el mejor de los premios.
P. Luz, ?cu¨¢l es su estado de ¨¢nimo ahora?
R. Estupendo. Yo creo que estoy mejor que nunca. Siento que estoy mejor que antes de la enfermedad, m¨¢s l¨²cida, con los objetivos m¨¢s claros, m¨¢s concreta, con menos lastre, y entonces voy m¨¢s ligera, como si hubiera perdido kilos. ?Feliz? Casi, casi. Hombre, cuando superas, entre comillas, una enfermedad te viene una sensaci¨®n muy agradable. Pero tampoco es que tenga claro que est¨¦ del todo sana. Lo que estoy es bien y no me preocupo de qu¨¦ va a pasar.
P. Vida t¨®xica. ?Otro adjetivo para vida?
R. Vida s¨®lo, sin toxicidad. Se puede vivir con toxicidad. Mira a tu alrededor, el d¨ªa a d¨ªa. Pero para qu¨¦ ponerle otro adjetivo. Digamos vida, ?no? Vida, ?vale?
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