La ¨²ltima ofensiva de Sacyr
La constructora espa?ola descarga una nueva bater¨ªa de acusaciones en su pelea para controlar la francesa Eiffage
Luis del Rivero ha vuelto a coger el fusil. Dispuesto a resolver los problemas como sea. O se queda con Eiffage o le saca las m¨¢ximas plusval¨ªas a su inversi¨®n. En 2006, el presidente de Sacyr Vallehermoso intent¨® controlar el grupo franc¨¦s y, a pesar de llegar al 33% del capital, se encontr¨® con la oposici¨®n frontal de la empresa en pleno (su presidente, los ejecutivos, los empleados), algunos aliados y el mismo Gobierno franc¨¦s.
El conflicto alcanz¨® dimensiones de Estado que obligaron a intervenir al Ejecutivo espa?ol que, en una carta enviada a la Embajada francesa, se quejaba del trato a la empresa espa?ola. "La primera irregularidad es retirar el voto al 18% del capital; la segunda, cerrar los ojos ante la concertaci¨®n del bando franc¨¦s, y, como eso no bastaba, la tercera es que el sector p¨²blico franc¨¦s vote de manera patri¨®tica negando representaci¨®n al accionista mayoritario, de un pa¨ªs amigo y socio en la UE", dec¨ªa. El propio presidente, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, intervino ante Jacques Chirac en una cumbre de jefes de Gobierno celebrada en Alemania.
Sacyr est¨¢ decidida a acudir a los tribunales europeos si no consigue que la justicia francesa le d¨¦ la raz¨®n para quedarse con Eiffage
As¨ª se hab¨ªa puesto el asunto despu¨¦s de que Sacyr intentase sentar a varios representantes en el consejo de la constructora francesa en la que hab¨ªa entrado tras perder la privatizaci¨®n de las autopistas francesas, donde Eiffage est¨¢ presente. Entonces se encontr¨® con que el presidente de Eiffage, Jean-Fran?ois Roverato, retir¨® el voto a 89 accionistas espa?oles, que representaban el 17,5% del capital (entre ellos, la empresa Reyat y el empresario Luis Portillo), con el pretexto de que estaban concertados. Roverato logr¨® el apoyo de los accionistas franceses, entre los que figuran la sociedad p¨²blica Caisse de D¨ºpots (CDC), con el 8%; Groupama (3,2%); AXA (1,5%); los empleados (22%), y los directivos (5%).
Morder el polvo
La respuesta de Sacyr, tras morder el polvo, fue lanzar una oferta p¨²blica de adquisici¨®n (OPA) sobre el 100% de Eiffage a raz¨®n de cinco acciones propias por cada 12 del grupo franc¨¦s, condicionada al 60% del capital. Sacyr y Eiffage formar¨ªan el cuarto grupo constructor de Europa.
Roverato logr¨® incluso que el presidente de la Comisi¨®n de Finanzas del Senado franc¨¦s, Philippe Marini, recomendara en una carta dirigida a la Autoridad de Mercados Financieros (AMF), la CNMV francesa, el veto a la OPA pues, seg¨²n ¨¦l, "supondr¨ªa un precedente dudoso, que incitar¨ªa a otros oferentes a tratar de obtener el control econ¨®mico de otras empresas afectadas sin pagar el precio justo".
Sacyr contrat¨® a uno de los despachos de abogados m¨¢s prestigiosos de Par¨ªs (Darrois-Villey-Maillot-Brochier) y llev¨® el caso a los tribunales. Ahora es la Corte de Apelaci¨®n francesa la que debe decidir sobre el asunto. El plazo acaba el 8 de febrero, fecha en que cada parte debe presentar sus conclusiones, salvo que antes alcancen un acuerdo.
Ahora, Sacyr ha presentado ante el tribunal parisiense un escrito en el que acusa a la AMF de haber ocultado datos a su consejo, el ¨®rgano supremo de la instituci¨®n. En un segundo escrito de observaciones completaba la serie de duras acusaciones en las que calificaba de "incorrecta, parcial y desleal" la actuaci¨®n de la AMF. En este nuevo escrito, la empresa espa?ola denuncia que la AMF no entreg¨® a su consejo la carta de los consejeros de la empresa en la que ¨¦stos aseguran que no hubo concertaci¨®n con otros accionistas espa?oles y que tampoco comunic¨® las actas de las entrevistas realizadas a seis de esos accionistas.
Al ocultamiento de pruebas, Sacyr a?ade que la autoridad burs¨¢til tom¨® sus decisiones sin haber tenido pruebas de la concertaci¨®n, y que as¨ª lo reconoci¨® en una nota de la direcci¨®n de asuntos jur¨ªdicos del organismo enviada al consejo de la AMF: "La incapacidad de la AMF, en el estado actual del expediente, para probar directamente que haya habido un acuerdo entre Sacyr y otros accionistas".
Ante estas circunstancias, Sacyr espera que el caso se resuelva a su favor. Incluso, algunas fuentes consultadas sostienen que podr¨ªa llegarse a un acuerdo antes de cumplir el plazo, sobre todo teniendo en cuenta que el caso ha llegado a los Gobiernos de los pa¨ªses para que intermedien en el asunto. Desde luego, la actitud de Roverato no va por ese camino ni mucho menos, pero en este mundo de los negocios nunca se sabe.
En cualquier caso, ¨¦sta es una de las soluciones posibles. Y si Eiffage cede ante la evidencia de que la justicia no le va a dar la raz¨®n, Sacyr retirar¨ªa el recurso, y evidentemente retomar¨ªa el camino de la oferta que fue rechazada en su d¨ªa. Cabe la posibilidad de que el orgulloso Roverato busque un comprador para las acciones de Sacyr antes de permitir que esta empresa entre en el capital de Eiffage. Est¨¢ claro que el grupo espa?ol no vender¨ªa por menos de 85 euros por acci¨®n, lo que le dar¨ªa unas plusval¨ªas de 800 millones de euros. Otra salida es que Sacyr reciba activos de Eiffage por el valor de su participaci¨®n, pero esos activos ser¨ªan escogidos por Sacyr, no admitir¨ªa cualquiera. Es decir, Sacyr est¨¢ decidida a quedarse, pero si tiene que abandonar el proyecto Eiffage lo quiere hacer con la cabeza alta y sustanciosas plusval¨ªas.
Queda la soluci¨®n judicial. Si ninguna de las tres opciones anteriores sale adelante, deber¨¢n resolver los tribunales. Y si los tribunales dan la raz¨®n a la firma espa?ola, volver¨ªa a sustanciarse la OPA. En el caso de que pierda, algo que los abogados de Sacyr consideran poco probable, entonces acudir¨ªan a instancias m¨¢s altas de la UE. Es m¨¢s, las fuentes consultadas consideran que el caso ten¨ªa que haber llegado a Bruselas desde el principio ya que las dos empresas tienen dimensi¨®n comunitaria.
En todo el proceso, Sacyr ha tratado de desarmar las teor¨ªas de Roverato acusando a ¨¦ste de haber orquestado una concertaci¨®n a la francesa, ya que el presidente de la compa?¨ªa reuni¨® el voto de los asalariados y cuadros, la CDC y varias entidades. Tambi¨¦n sostienen que Roverato dise?¨® la compra del 6% del capital que ten¨ªa el financiero belga Albert Fr¨¨re (CNP). Seg¨²n sus argumentos, los votos de la CDC y los empleados resultaron fundamentales para frenar sus intereses.
Sacyr destacaba, adem¨¢s, el hecho de que la CDC es una entidad p¨²blica y que el Gobierno franc¨¦s se prestara a que se utilizase dicha entidad para oponerse a una empresa comunitaria.
Paralelamente a este proceso, se ha desarrollado el que debe resolver el Tribunal de Nanterre sobre la validez de la junta de accionistas en la que Eiffage vet¨® el voto de los accionistas espa?oles, a los que acusaba de estar concertados con Sacyr. El plazo terminaba la pr¨®xima semana, pero el juez decidi¨® aplazarlo hasta el 20 de diciembre a petici¨®n de Roverato y sin tener en cuenta los argumentos de Reyat, que solicit¨® lo contrario.
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