T¨² en Hamburgo, yo en Vitoria

Mientras Hans K. se toma un caf¨¦ en su despacho en la sede de EADS, en Hamburgo, una bomba electromec¨¢nica de combustible del nuevo gigante Airbus 380 est¨¢ siendo sistem¨¢ticamente calentada y enfriada para comprobar sus l¨ªmites en el laboratorio del Centro de Tecnolog¨ªas Aeron¨¢uticas (CTA) de Vitoria. En otra dependencia del laboratorio, un total de 23 actuadores martirizan el borde de ataque del flap (ala m¨®vil) central de ese modelo de avi¨®n. Le someten a golpes, cambios de presi¨®n, y lo deforman. Hans analiza los resultados al momento, puede observar el ensayo, y por lo tanto tomar decisiones en funci¨®n de las conclusiones. Est¨¢ encantado.

Sin embargo, su satisfacci¨®n no es s¨®lo por eso. Si hasta ahora las autoridades de aviaci¨®n civil europeas y americanas exig¨ªan someter a las piezas de avi¨®n a ese tipo de pruebas de fatiga y resistencia durante dos o tres a?os, el laboratorio vasco ha reducido los tiempos en algunos casos a semanas.

El laboratorio ofrece tecnolog¨ªa HALT, con seguimiento al instante, que permite reducir en meses la entrada de piezas en el mercado y los costes

El CTA, impulsado por las tres empresas tractoras del sector aeron¨¢utico vasco, Aernnova, ITP y Sener, ya oferta al cliente la tecnolog¨ªa HALT (Highly Accelerated Life Test), con seguimiento al instante, que permite reducir en meses la entrada de las piezas en el mercado y los costes. Es el primer laboratorio de este tipo en Europa. Las citadas empresas han invertido ocho millones, la misma cantidad que esperan facturar en 2009. Boeing y Airbus, sobre todo, pero tambi¨¦n Embrear, Rolls Royce o Bombardier, ya est¨¢n contratando ensayos de piezas para sus nuevos modelos. CESA, empresa integrada en EADS, ha contratado por tres millones de euros con CTA los ensayos durante tres a?os de componentes mec¨¢nicos y estructurales del A400M, el nuevo avi¨®n militar del consorcio europeo. Adem¨¢s, CTA ya trabaja en ensayos fluidodin¨¢micos del motor Trent 1000 de ITP que empujar¨¢ al nuevo Boeing 787 Dreamliner.

El director general de la Industria de Turbo Propulsores (ITP) y presidente de la fundaci¨®n CTA, Ignacio Mataix, sostiene que "este laboratorio sit¨²a a la industria aeron¨¢utica vasca en la vanguardia europea" y adem¨¢s estrecha los lazos con los clientes ya que la nueva tecnolog¨ªa les est¨¢ permitiendo recibir proyectos de I+D tanto de Europa como de Espa?a que desarrollan junto a ellos.

CTA tiene previsto participar en cuatro proyectos europeos del S¨¦ptimo Programa Marco, que cuentan con un presupuesto global de seis millones de euros. Adem¨¢s ha apoyado a las empresas vascas que han presentado propuestas a los proyectos Cenit, orientados a la investigaci¨®n t¨¦cnica. Dos de ellos han tenido retornos presupuestarios, a gastar en investigaciones en Euskadi: el programa Atl¨¢ntida, destinado a mejoras en aeronaves no tripuladas, ha contado con un presupuesto de 500.000 euros; y el proyecto Openaer, que apoya la b¨²squeda de desarrollos en aviones y motores, ha tenido un retorno de 2,2 millones.

El laboratorio HALT, inaugurado el pasado d¨ªa 7, tiene 2.000 metros cuadrados de superficie construida y en apenas seis semanas contar¨¢ con tres bancos de ensayos espec¨ªficos que incluir¨¢n equipos de vibraci¨®n e instalaciones de aplicaciones de cargas y descargas clim¨¢ticas. En esas zonas se podr¨¢n variar las condiciones de temperatura, humedad y presi¨®n para simular situaciones de vuelo en circunstancias extremas (lluvias torrenciales, fuertes vientos, descargas el¨¦ctricas, etc¨¦tera).

Cien grados en 90 segundos

Los equipos de ensayo pueden alterar la temperatura 100 grados en 90 segundos (de -50 a +50), reproduciendo de forma acelerada el paso de un avi¨®n que vuela a nivel 330 (33.000 pies, 11 kil¨®metros de altitud) al aeropuerto de Sevilla en pleno verano, donde puede soportar una temperatura de exposici¨®n al sol de 45 grados. Disponen adem¨¢s de un laboratorio de fuego y de avi¨®nica, en colaboraci¨®n con la Universidad del Pa¨ªs Vasco, que permite desarrollar estudios vibroambientales, estructurales y de din¨¢mica de impactos.

"El laboratorio acorta sustancialmente el tiempo necesario para poner una pieza en el mercado, y eso siempre es favorable para las empresas", y m¨¢s con la revalorizaci¨®n actual del euro frente al d¨®lar, asegura el directivo de CTA.