"La concertaci¨®n ha logrado vencer al POTA"
El presidente de la Confederaci¨®n de Empresarios de Andaluc¨ªa (CEA), Santiago Herrero (Sevilla, 1947), se muestra satisfecho de que la pol¨¦mica con la Junta de Andaluc¨ªa sobre la legislaci¨®n urban¨ªstica haya regresado al ¨¢mbito de la concertaci¨®n social, a la que da como vencedora de ese pulso. Dispuesto al di¨¢logo, asegura que el Pacto por la Vivienda ofrecer¨¢ "seguridad" a la econom¨ªa andaluza ante los nubarrones que se avecinan. Prudente ante lo que resta de negociaci¨®n, asegura que los alcaldes han devuelto el pragmatismo a un asunto que puede afianzar el desarrollo andaluz.
Pregunta. ?Qu¨¦ balance hace de esta legislatura que termina, en la que las relaciones con el Gobierno han sido turbulentas?
"El modelo que plantea la ley de Puertos no es viable ni resiste"
"Hemos presentado medidas razonables para el Pacto de la Vivienda"
"El decreto del golf ha tenido muchos anuncios y pocas concreciones"
Respuesta. Las relaciones con el Gobierno las instituimos hace a?os a trav¨¦s de la concertaci¨®n social. El problema es que el cumplimiento de los acuerdos de concertaci¨®n no es tan estricto como ser¨ªa deseable. Entendemos que se debe cumplir estrictamente el acuerdo, porque el que se cumplan sus contenidos en porcentajes del 85% o 90% tiene cierto ¨ªndice de satisfacci¨®n, pero entendemos que el cumplimiento debe ser estricto. Las turbulencias se producen como consecuencia de que ha habido temas que no han pasado por la mesa de concertaci¨®n o que los procedimientos no han sido los adecuados.
P. ?Han influido los personalismos?
R. No, simplemente por no haber pasado por la mesa de concertaci¨®n esas normas ordenancistas y porque entend¨ªamos que se vulneraba el acuerdo.
P. Con el acuerdo alcanzado entre la Junta y la FAMP (Federaci¨®n Andaluza de Municipios y Provincias) se puede decir que han ganado la batalla del famoso POTA (Plan de Ordenaci¨®n del Territorio de Andaluc¨ªa).
R. Primero, a¨²n no hay un acuerdo. Estamos en negociaciones. Y segundo, nosotros buscamos el pragmatismo. Lo que interesa es que se posibilite la actividad y que se potencie. Lo deseable es que pronto, y con sentido pr¨¢ctico, la FAMP se integre en la mesa y los acuerdos no sean bilaterales sino integrados en la concertaci¨®n.
P. Pero el acuerdo con la FAMP va en consonancia con muchas de sus reivindicaciones.
R. No conozco el te¨®rico acuerdo con la FAMP, aunque de lo que he le¨ªdo, la letra me gusta.
P. Pero que el POTA haya regresado al debate de la mesa de concertaci¨®n s¨ª es un triunfo para ustedes.
R. Es una victoria de la concertaci¨®n social. Vuelve a reintegrarse a la mesa aqu¨¦llo que entendimos que deber¨ªa haber estado en ella. Estamos conviniendo criterios de aplicaci¨®n de las numerosas normas urban¨ªsticas que se han producido en Andaluc¨ªa en los ¨²ltimos tiempos. Esos criterios de aplicaci¨®n servir¨¢n para dar estabilidad, seguridad y campo de actuaci¨®n a la actividad y al sector de la construcci¨®n, que es important¨ªsimo en la econom¨ªa andaluza.
P. Es curioso que los alcaldes, la mayor¨ªa del PSOE, hayan sido sus aliados en esta primera modificaci¨®n de la aplicaci¨®n del POTA.
R. Si entes tan distintos en sus intereses como los Ayuntamientos y los empresarios coincidimos en un camino, es el pragmatismo el que se impone. Andaluc¨ªa ten¨ªa un dinamismo de crecimiento, y cuando las cosas empiezan a no ser tan optimistas, el papel de las administraciones no debe ser acumular medidas con efectos negativos, sino el de abrir campos para estimular la actividad empresarial.
P. Los sindicatos se niegan a que se suba el precio de la VPO por encima de 150.000 euros. Ustedes piden m¨®dulos superiores.
R. Presentamos un documento de medidas que creemos razonables, y que casi nadie entendi¨® de manera radicalmente negativa. Criterios de aplicaci¨®n interpretativa, como el caso de que los suelos industriales no entren en ninguna limitaci¨®n. Sobre los suelos comerciales tambi¨¦n puede haber acuerdo. Tambi¨¦n pedimos que se modulen los ayuntamientos en funci¨®n de su poblaci¨®n y extensi¨®n. La concreci¨®n hay que estudiarla, pero el acuerdo debe tener medidas sobre suelo, vivienda, financiaci¨®n y sobre compradores. Respecto a las viviendas, hemos pedido un modelo de vivienda a precio tasado que ya existe en Espa?a y que se qued¨® fuera de la ley andaluza de VPO, y sobre el que parece que todos estamos de acuerdo.
P. El futuro decreto que regula los campos de golf impide la construcci¨®n de viviendas, limita los hoteles y les confiere car¨¢cter p¨²blico. Tambi¨¦n la ley de Puertos limita el urbanismo. ?Ser¨¢ una nueva batalla?
R. La norma que regule los campos de golf ha tenido muchos anuncios y pocas concreciones. Hay que dotar de infraestructuras de servicios a una de las principales industrias como es el turismo, Pensar que podemos tener una actividad tur¨ªstica sin actividades complementarias es desconocer el modelo.
P. ?Y c¨®mo van a actuar?
R. Lo que se ha hecho hasta aqu¨ª, ni se ha hecho contra las normas, ni de espaldas a las sensibilidades de la sociedad, lo que pasa es que las normas y las sensibilidades han cambiado. No significa que se hiciera mal. La iniciativa p¨²blica tambi¨¦n ha hecho cosas que ahora no encajan con las nuevas normas y sensibilidades.
P. Y la soluci¨®n son esas nuevas normas que se anuncian con m¨¢s restricciones.
R. No, hay que adaptarse a las sensibilidades teniendo en cuenta el desarrollo sostenible y garantizar la calidad de vida para el presente y el futuro, pero eso no es el inmovilismo.
P. La Ley de Puertos ya est¨¢ en el Parlamento y tambi¨¦n restringe las viviendas e incluso limita los hoteles en ese suelo.
R. De momento, por enmienda del grupo socialista, ya ha desaparecido una de las restricciones m¨¢s preocupantes, como era la limitaci¨®n de las concesiones al a?o 2018, aunque todav¨ªa el conjunto de la ley no permite la actividad de aqu¨¦llo que pretende regular en el futuro. El modelo que se plantea no es viable ni se resiste. La pol¨ªtica no puede ser tan cerrada que persiga objetivos con independencia de sus resultados en el desarrollo y la econom¨ªa.
P. Los sindicatos han advertido que se van a cerrar m¨¢s de 10.000 pymes vinculadas a la construcci¨®n por el par¨®n inmobiliario.
R. Es probable. El efecto multiplicador de la construcci¨®n es impresionante. No s¨®lo en la mano de obra directa, sino en muchos otros sectores. Esas normas tambi¨¦n afectan a la creaci¨®n de empresas, cuyo ritmo de crecimiento ya se ha frenado.
"No se puede soportar un salario m¨ªnimo de 1.000 euros"
P. La Junta prev¨¦ para 2008 la creaci¨®n de 110.000 empleos, y crecimiento del 3,4%.
R. Los analistas no se ponen de acuerdo en la intensidad y extensi¨®n de la situaci¨®n de desaceleraci¨®n en la que estamos. Si vini¨¦ramos de una recesi¨®n, crecimientos as¨ª ser¨ªan altamente satisfactorios. Luego lo que hay que intentar es dinamizar la situaci¨®n y no acumular tensiones. El Pacto por la Vivienda dar¨ªa al sector y a la econom¨ªa cierta seguridad, confianza, y estabilidad.
P. UGT ha anunciado que no firmar¨¢ convenios por debajo de los 1.000 euros.
R. En Andaluc¨ªa se firman m¨¢s de 800 convenios colectivos al a?o. Los firmamos entre los dos sindicatos mayoritarios y la CEA y ninguno es igual. La econom¨ªa es la consecuencia de lo posible. Ni la econom¨ªa espa?ola ni la andaluza pueden soportar un salario m¨ªnimo de 1.000 euros en estos momentos.
P. Entonces se avecina una negociaci¨®n conflictiva.
R. No, creo que como siempre. La historia reciente de la negociaci¨®n colectiva es: muchos convenios firmados y escasa conflictividad derivada de esa negociaci¨®n. Eso no va a cambiar y sabremos ponernos de acuerdo.
P. Ustedes han calificado de "positivo" el nuevo presupuesto andaluz para 2008.
R. No creo que ese haya sido el calificativo. Y si hemos se?alado aquellos elementos que no se conforman con la realidad econ¨®mica futura, como que no se disminuya el peso de los gastos corrientes, o que los crecimientos previstos no se van a dar.
P. Sin embargo, si hay una partida que crece es la destinada a la concertaci¨®n.
R. La concertaci¨®n compromete muchas situaciones de planificaci¨®n econ¨®mica, que a su vez deben ir acompa?adas de un escenario presupuestario. Pero atribuir esos escenarios, con criterios torticeros, valorando la concertaci¨®n como si fueran dineros que los agentes sociales manejan, administran y disfrutan, me parece que es un tema que necesita pocas explicaciones.
P. ?C¨®mo va el proyecto del banco de los empresarios?
R. El empresario andaluz ha sabido capitalizar sus ahorros para llevar a cabo inversiones de diversificaci¨®n. Y de forma individual han llevado a cabo operaciones, que suponen un prestigio para el empresariado y la econom¨ªa andaluza. Un prestigio poco valorado. De momento, esos empresarios est¨¢n en disposici¨®n de realizar una actuaci¨®n como usted dice, pero la concreci¨®n la marcar¨¢ el mercado, porque hablamos de negocio.
P. No puede ser que el empresario andaluz no se deje visualizar m¨¢s y por eso no sea tan valorado.
R. Puede ser. Pero estamos en una evoluci¨®n. Y en otros colectivos empresariales nacionales hemos pasado de esa timidez a dominar en esos foros.
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