Berm¨²dez se considera perseguido por los 'derrotados' en su sentencia
El magistrado del 11-M cree que est¨¢ siendo objeto de una campa?a de castigo
El juez Javier G¨®mez Berm¨²dez se siente castigado. ?Por qui¨¦n? Fuentes que han mantenido estos d¨ªas contactos con el juez se?alan que el presidente y ponente del tribunal del atentado del 11-M atribuye los ataques que sufre a cuenta del libro de su esposa, Elisa Beni, La soledad del juzgador, a aquellos que vieron defraudadas sus expectativas de que la sentencia diera cobertura a la teor¨ªa de la conspiraci¨®n que han mantenido contra viento y marea durante m¨¢s de tres a?os y medio.
"La campa?a busca hacer picadillo a quien no se pliega", dice una fuente
No se reuni¨® con el presidente de la Audiencia ni le habl¨® del libro de su mujer
El libro expone informaciones que s¨®lo tienen una fuente: el juez
Esas fuentes se?alaron a este peri¨®dico que G¨®mez Berm¨²dez no se reuni¨®, seg¨²n la versi¨®n ofrecida por uno de los puntales de la teor¨ªa conspirativa, el diario El Mundo, y sus apoyos -la cadena Cope y el portal Libertad Digital- con el presidente de la Audiencia Nacional, Carlos D¨ªvar. "Ni G¨®mez Berm¨²dez acudi¨® al despacho de D¨ªvar ni han hablado por tel¨¦fono recientemente. Nunca comentaron el asunto del libro", dijo una fuente consultada.
La misma fuente precis¨® que otro de los miembros del tribunal, el magistrado Alfonso Guevara, escribi¨® una nota manuscrita dirigida a G¨®mez Berm¨²dez en la que excusa su ausencia en el acto de presentaci¨®n del libro en Madrid, previsto para ma?ana, por entender que la aparici¨®n del libro supone un acto de deslealtad personal y profesional. "Guevara y G¨®mez Berm¨²dez estuvieron reunidos en su despacho el viernes pasado y se despidieron con un abrazo. Es verdad que Guevara envi¨® una copia de la carta al presidente de la Audiencia Nacional, Carlos D¨ªvar, para su conocimiento. Eso es todo", se?al¨® la fuente.
La pol¨¦mica aflora por todos los rincones. El pasado jueves, en el Juzgado n¨²mero 52 de Primera Instancia de Madrid se ventilaba en una misma sesi¨®n una demanda de protecci¨®n del honor del periodista Federico Jim¨¦nez Losantos contra el juez Baltasar Garz¨®n y otra de ¨¦ste contra el periodista. El locutor explic¨® que Garz¨®n hab¨ªa sido el juez estrella "hasta ahora", momento en que ha aparecido en escena el juez G¨®mez Berm¨²dez. El periodista, que ha acusado a Garz¨®n de ocultar datos que hubiesen permitido evitar el atentado del 11-M -las cintas de conversaciones telef¨®nicas de terroristas islamistas, por ejemplo-, cambi¨® su teor¨ªa sobre la marcha y dijo que estaba por ver si la matanza del 11-M es obra del terrorismo yihadista.
La sentencia del 11-M, y sobre todo el resumen escogido por el propio juez G¨®mez Berm¨²dez para leer el pasado 31 de octubre, provocaron una gran irritaci¨®n en aquellos medios que han sembrado durante m¨¢s de tres a?os y medio el desprestigio de la investigaci¨®n policial y judicial. ?Por qu¨¦? Porque el juez desmont¨® uno por uno todos los engranajes del mecanismo de la conspiraci¨®n.
"Es posible que el juez pensara que otros aspectos de la sentencia, como la exculpaci¨®n de alg¨²n miembro del grupo terrorista, como es el caso de El Egipcio, pod¨ªa ser un hueso sabroso para los conspiradores. Pero el hecho es que colocada esa exculpaci¨®n en un lugar secundario de la lectura qued¨® desdibujada, un mensaje para iniciados", dijo una fuente judicial.
Ese "hueso sabroso" -junto con una frase de la sentencia en la que, seg¨²n afirma, "las acusaciones", sin m¨¢s, sosten¨ªan que Mohamed El Egipcio se atribu¨ªa en las conversaciones grabadas en Italia la autor¨ªa intelectual del 11-M, algo que "las acusaciones" jam¨¢s han escrito- sirvi¨®, seg¨²n fuentes consultadas, para salvar la cara de los conspiradores -y del Partido Popular- el primer d¨ªa y los siguientes. "Pero la procesi¨®n iba y va por dentro", a?adi¨® una fuente jur¨ªdica. "Es la que ahora aflora con un pretexto perfecto: el libro de la esposa del juez".
En su libro, la periodista Elisa Beni expone algunas informaciones que s¨®lo tienen una fuente: G¨®mez Berm¨²dez. Es el caso, por ejemplo, de una conversaci¨®n entre la fiscal Olga S¨¢nchez y el juez. La autora menciona ambas partes del di¨¢logo. Lo que all¨ª manifiesta la fiscal se lo ha contado el juez a su esposa. En ning¨²n momento, la autora consult¨® con la fiscal S¨¢nchez lo que en esa conversaci¨®n ella le hab¨ªa manifestado al juez.
Hay otros ejemplos que pueden haber afectado al estado de ¨¢nimo de otro de los integrantes del tribunal, el magistrado Alfonso Guevara, amenazado por la banda terrorista ETA, sobre cuya esposa tambi¨¦n se da alg¨²n detalle en el libro. O el caso de Pilar Manj¨®n, presidenta de la Asociaci¨®n 11-M Afectados de Terrorismo, quien en una reuni¨®n con el juez G¨®mez Berm¨²dez, en su calidad de presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, aport¨® una v¨ªctima del primer atentado islamista en Espa?a, el del restaurante El Descanso, en 1985, que permiti¨® reabrir el caso al juez Ismael Moreno tras la intervenci¨®n de G¨®mez Berm¨²dez.
"Claro que soy muy conocida. Soy la madre de un hijo asesinado. Pero para los yihadistas soy ahora, tambi¨¦n, una persona dedicada en cuerpo y alma a reunir testigos y pruebas contra ellos por otros cr¨ªmenes. Nunca podr¨¦ perdonar el miedo que me est¨¢n obligando a pasar por un asunto infantil, de protagonismo y glamour, como se lleva ahora", dijo Manj¨®n a este peri¨®dico. Fuentes jur¨ªdicas apuntan a que el juez tuvo conocimiento de estas informaciones por su oficio o cargo y seg¨²n estipula el art¨ªculo 417.1 del C¨®digo Penal su revelaci¨®n puede constituir un delito de violaci¨®n de secreto.
Si bien la sentencia en la cual G¨®mez Berm¨²dez ha sido ponente supone un ataque en regla a la teor¨ªa de la conspiraci¨®n -desmontando las f¨¢bulas sobre la furgoneta Renault Kangoo, la presunta colocaci¨®n intencionada de la bolsa bomba en la estaci¨®n El Pozo, la posible manipulaci¨®n y utilizaci¨®n de pruebas falsas, la utilizaci¨®n del explosivo Goma 2 ECO, la inexistencia de prueba alguna sobre la participaci¨®n de ETA, y todas las dem¨¢s- no es menos cierto que se ha advertido un intento de reducir o minimizar la dimensi¨®n internacional del atentado del 11-M.
"Hay una intenci¨®n muy clara de despolitizar por decirlo en forma elegante, la narraci¨®n de los hechos probados. El hecho de que la reivindicaci¨®n de Al Qaeda s¨®lo aparezca en el resumen de efectos hallados en el piso de Legan¨¦s o que haya una manifiesta omisi¨®n del documento de la yihad iraqu¨ª, de septiembre-octubre de 2003, en la que los terroristas recomendaban atentar contra el Gobierno de Aznar antes de las elecciones de marzo de 2004 y en el cual se inspiraron Jamal Ahmidan, El Chino, y Serhane El Tunecino, para hacer el atentado del 11-M, son bastante elocuentes", dijo una fuente judicial.
Esa forma de presentar los hechos, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas, permiti¨® al Partido Popular atribuir a la sentencia la afirmaci¨®n -inexistente, por otra parte- de que la guerra de Irak nada tuvo que ver con el atentado en Espa?a.
"Una cosa es que la sentencia pueda contener defectos o errores, que los tiene, o que el juez, al colaborar con el libro de su esposa en su autopromoci¨®n, haya cometido un error. Y otra es que sea objeto de una campa?a por parte de aquellos que han sido derrotados por la sentencia. Esa campa?a busca advertir que el que no se pliega a sus designios ser¨¢ hecho picadillo", dijo una fuente gubernamental.
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