La Educaci¨®n, debate pol¨ªtico

CiU propone para Catalu?a la definici¨®n y el desarrollo del modelo de inter¨¦s p¨²blico previsto en el nuevo Estatuto, para garantizar una educaci¨®n de calidad y la posibilidad de acceder a ella en condiciones de igualdad. Ser¨¢ preciso sortear las limitaciones impuestas por el marco legal vigente o promover su modificaci¨®n, si se pretende convertir en normativa algunas de las propuestas anunciadas.

Tenemos la oportunidad de construir un modelo educativo propio, que facilite la misi¨®n de los docentes y el desarrollo pleno de cada alumno.

En Catalu?a muchas veces nos dejamos llevar por la magia de palabras como ley o pacto, y pensamos que con ellas se van a solucionar los problemas. El Pacto Nacional de la Educaci¨®n se nos vendi¨® como la gran esperanza. La realidad ha defraudado: hemos duplicado los repetidores, el fracaso escolar ha crecido y tambi¨¦n el abandono temprano. Hace falta direcci¨®n pol¨ªtica clara, elevar la inversi¨®n por alumno (somos los terceros en Espa?a por la cola), dignificar al profesor, apostar por el esfuerzo y la evaluaci¨®n, huir de debates ling¨¹¨ªstico-identitarios, y evitar el enfrentamiento escuela p¨²blica-privada.

La ley catalana de educaci¨®n ser¨¢ la ¨²ltima tuerca de ingenier¨ªa escolar que necesita el sistema nacionalista para la construcci¨®n nacional mental, paso previo a un Estado plurinacional para los m¨¢s tibios y a la secesi¨®n de Espa?a para los radicales. Ese esp¨ªritu de exclusi¨®n y la propuesta de que los directores seleccionen a los profesores para llevar a cabo planes aut¨®nomos de centro, que con toda probabilidad se convertir¨¢ en un sistema de amiguismo, son las dos propuestas m¨¢s negativas. La educaci¨®n obligatoria desde los tres a?os y la introducci¨®n del ingl¨¦s ser¨ªan los aspectos m¨¢s positivos.

La nueva ley es una oportunidad para ganar la batalla de la calidad. La ley supone la continuidad del consenso del Pacto Nacional para la Educaci¨®n, e incluye opciones de impacto. El norte no es otro que conseguir resultados escolares sensiblemente superiores y la continuidad en los estudios de una mayor franja de la poblaci¨®n.

Como elementos relevantes, la ley opta por la autonom¨ªa de los centros educativos, importa la elaboraci¨®n de los curr¨ªculos escolares, y establece la obligatoriedad de la escolarizaci¨®n entre los tres y los seis a?os.

Fieles a la tradici¨®n republicana, apostamos por un modelo basado en la escuela catalana innovadora y de calidad, que permita el desarrollo integral de la persona y el avance de la sociedad para formar ciudadanos y ciudadanas libres integrados en la cultura propia del pa¨ªs. Es fundamental desarrollar del Servicio P¨²blico Educativo, la innovaci¨®n, un curr¨ªculo basado en la manera catalana de entender el mundo y que garantice una financiaci¨®n adecuada. La ley debe recoger los preceptos acordados en el Pacto Nacional, impulsado por Esquerra cuando estaba al frente del departamento.

El Estatuto permite plantear la ley con ambici¨®n y abordar principios b¨¤sicos del sistema educativo. La ley tiene que ser de pa¨ªs y exige el m¨¢ximo consenso, pero en ICV-EUiA tenemos claro que es una ley impulsada por el Gobierno de Entesa. Un tema capital ser¨¢ la concreci¨®n del servicio p¨²blico de educaci¨®n. La ley debe ser el instrumento para desterrar discriminaciones y dotar a los centros con vocaci¨®n de servicio p¨²blico de instrumentos para serlo. Tambi¨¦n, la oportunidad de extender los derechos educativos m¨¢s all¨¢ de la escuela y desplegar pol¨ªticas que compensen las desigualdades.